En la calle Obispo, la más concurrida de La Habana Vieja, se encuentra el Museo Nacional Numismático, una dependencia de la Oficina del Historiador de la Ciudad que atesora una muy completa muestra de las monedas y billetes que han circulado en nuestro país desde los tiempos coloniales.

Visitar el Museo es descubrir un mundo de información acerca del dinero en forma de metal y de papel, y de enriquecer el conocimiento acerca de un aspecto de la cultura cubana al que, quizás no le damos ese alcance porque lo vemos simplemente como el imprescindible medio de cambio para la vida cotidiana.

Mas para organizar y sostener su muestra, la institución debe organizar sus piezas, darles la conservación adecuada, acrecentar su número y rastrear la información acerca de las emisiones, todo un trabajo de investigación científica que requiere de muchos y variados instrumentos, técnicas y métodos, además de muchas horas de estudio.

Ahora, gracias a las ediciones Boloña, disponemos de un libro impreso que recoge los saberes en torno a las monedas y billetes cubanos desde 1915, cuando circuló la primera emisión de monedas dispuesta por la ley del 29 de octubre de 1914 que establecía un sistema monetario propio. Su título: Cuba. Emisiones de monedas y billetes. 1915-2014.

En verdad, esta no es la primera ocasión en que se prepara un catálogo de tal naturaleza, pues el Banco Nacional de Cuba, que fundó el Museo en 1975, publicó cinco años después una primera edición de esta obra. La diferencia entre aquella y esta que comento es que actualiza el tema hasta nuestros días, amplía la información que brinda y ofrece un libro de exquisito cuidado editorial cuya impresión es de la más alta calidad.

En la “Introducción” se aclara que esta hermosa tarea va dirigida al lector especializado, a los trabajadores bancarios, historiadores, museólogos y coleccionistas. Sin dudas, se cubre plenamente semejante propósito, aunque habría que añadir que este libro se convierte en fuente de consulta obligatoria para todo el que necesite conocer algo de esas emisiones cubanas.

Así, de cada emisión se entrega una imagen, su fecha, y un conjunto de datos que en el caso de las monedas incluye su impresión por ambas caras, la aleación, el diámetro y el peso. En cuanto a los billetes, además de su valor facial y de la imagen por anverso y el reverso, pueden apreciarse los años de las emisiones, la personalidad del prócer que distingue cada valor, además de sus colores, tamaño e impresora.

También se han incorporado los pesos convertibles, los certificados de divisas, los curiosos billetes no emitidos, las siglas empleadas para designar a las casas impresoras, las firmas de los billetes y breves semblanzas de los personajes históricos que aparecen en los billetes, además de un glosario de términos propios de la numismática.

Hay que agradecer a la editora, Vitalina Alfonso, y a la diseñadora, Gretel Ruiz Calderón-González, por este libro que cumple su función a plenitud, y a la amplia relación de investigadoras y colaboradores que dieron su apoyo a este trabajo, como las especialistas del Museo Nacional Numismático, María Cristina Torres Azcuy, Divina Rubio e Inés Morales García, y a Raquel Cabrera Pérez, del Banco Central de Cuba.

Ediciones Boloña ha seguido así cumpliendo su responsabilidad de divulgar los más diversos saberes acerca de la cultura cubana y de sus valores patrimoniales, sin dejarse atrapar por un economicismo barato que a veces asoma la cabeza aquí y allá, y que encuentra que este tipo de libros —de realización costosa y de lenta circulación, desde luego— no recupera rápidamente su costo ni deja ganancias apreciables que justifiquen su impresión en papel de alta calidad. El catálogo de Ediciones Boloña es ya un apreciable aporte a la divulgación, sobre las bases muy serias y rigurosas de las investigaciones de los autores, de una buena cantidad de temas sobre Cuba, su historia y su cultura material y espiritual.

Espero que la editorial de la oficina del Historiador de la Ciudad siga por este camino que le agrademos hoy y que estoy seguro también le agradecerán las generaciones del futuro.

Publicado: 30 de agosto de 2017.