Por su alto nivel académico y amplio espectro de problemas y asuntos debatidos el evento “La educación de las mujeres en la historia y la cultura de la América Latina y el Caribe”, efectuado en la sede de la Casa de las Américas en esta capital, fue sin lugar a dudas uno de los más sobresalientes programados por dicha institución a inicios del presente año.
La doctora Luisa Campuzano, Premio Nacional de Investigación por la Obra de toda la Vida, tuvo a su cargo no solo ejercer la labor de anfitriona y principal inspiradora de dicho proyecto que reunió a un nutrido grupo de académicos de nuestro continente, sino también la de traer consigo, como ponente, temas diversos que aún en las esferas histórico-literaria y pedagógica de nuestros días convocan a un análisis exhaustivo por su prominencia y vigencia no obstante el tiempo transcurrido.
Así se debatieron temáticas contextualizadas todas en la mujer de nuestra América y su presencia en todos los aspectos de la vida, en especial partiendo de su posición social discriminatoria y derechos excluyentes durante siglos (escritoras camufladas, esposas sumisas, objetos de placer sexual, de violencia despiadada…), y que aún perviven en determinadas sociedades de este continente. Entre esas temáticas podemos citar: “Imágenes que aleccionan y forman. Arte y vida conventual femenina (siglos XVII y XVIII)”, “Educando con el ejemplo: la buena muerte en los conventos femeninos novohispanos”, “La educación femenina en La Habana colonial: redes, vida conventual y aspiraciones elitistas”, “La sazón de Sor Juana: De la poética de su pluma a la exquisitez del molinillo”, “Las primeras mujeres en la Universidad de La Habana (1883-1900)”, “Ideas sobre la educación de la mujer en pensadores ilustrados del siglo XIX en Santiago de Cuba. Juan Bautista Sagarra y Juan Manuel Villafaña”, “Una mirada sobre las mujeres y la educación en las aulas mexicanas”, “Revistas literarias del siglo XIX dedicadas a la mujer. Álbum Cubano de lo Bueno y lo Bello”, “La educación de niñas en textos habaneros del siglo XIX”, “Inés María Mendoza, maestra del idioma, educadora de un pueblo (Puerto Rico)”, “La participación social de la mujer cubana tras el triunfo de la Revolución cubana. Posibilidades y realidades”, “Juana Manuel Gorriti y su notable contribución a la emancipación intelectual de la mujer” y “Mercedes Cabello de Carbonera y la Ilustración de la mujer como rasgo definitorio de su función social y como pieza clave para el desarrollo social. Lo que resulta ser mujer en las Repúblicas americanas” (Perú). Asimismo se proyectó el documental Maestra, de la directora norteamericana Catherine Murphy.
Homenajes especiales a glorias del magisterio femenino cubano como Camila Henríquez Ureña, Hortensia Pichardo, Vicentina Antuña y Rosario Novoa, compulsaron por connotadas profesoras universitarias y escritoras —doctora María del Carmen Barcia, Mayerín Bello, Mirta Yánez, Anisley Torres Betancourt y Luisa Campuzano—, a al ejemplo y seguimiento en los recintos estudiantiles de hoy.
La reunión hizo un llamado a la búsqueda e investigación de muchas otras mujeres (escritoras camufladas o escritoras literatas del siglo XIX, en especial) del campo discursivo cultural; mujeres promotoras del derecho a la educación con estrategias casi similares a las presentadas en esta oportunidad y, con ellas, discusiones que aún perviven.
Al respecto y, entre otras deliberaciones, la doctora Campuzano expresó que “hemos logrado la conformación de una mesa (o panel) donde se han conjugado una serie de personajes (profesores, investigadores, académicos en general), unidos por la historia y por estudios e investigaciones referidos al contexto Mujer, a su educación como enriquecimiento personal y para el bienestar mayor de su sociedad y para tener a la vez un rol más preponderante en el debate nacional de las ideas”. A continuación rememoró a una joven poetisa cubana, a una literata (¡un insulto!) Adelaida de Marco, quien se preguntó: “¿Qué tiene de malo escribir un poema, y continuar cosiendo?”.
Igualmente se puntualizó en el pensamiento martiano en relación con la mujer y su educación artístico-literaria y a su participación social. La pluma de nuestro Héroe Nacional en defensa de la mujer la observamos en la gran mayoría de sus escritos y, en especial, cuando destacó: “Las campañas de los pueblos solo son débiles cuando en ellas no se alista el corazón de la mujer”.
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