Matanzas.- El Museo de La Ruta del Esclavo, único de su tipo en Cuba como sede del proyecto homónimo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), recibe a un mayor número de visitantes durante el verano en esta occidental ciudad.
Maricela Velasco, directora de la institución emplazada en el otrora Castillo de San Severino, informó a la AIN que más de mil personas llegaron en la actual temporada estival, entre nacionales y foráneos, con la intención de explorar la fortaleza militar.
La también historiadora señaló que entre los visitantes extranjeros constituyeron mayoría aquellos procedentes de los Estados Unidos, muchos de ellos afrodescendientes atraídos por las colecciones del museo alusivas al drama de la esclavitud en América Latina.
Durante los fines de semana resulta constante la afluencia de grupos de solidaridad internacionales, y otros integrados por vacacionistas cubanos como parte de un servicio de guía especializado que incluye varios sitios de interés histórico cultural en la urbe, dijo Velasco.
Ubicada en las márgenes de la bahía local, a unos 100 kilómetros al este de La Habana, la edificación guarda unas 800 piezas como instrumentos de castigo, documentos sobre la compraventa de personas, reproducciones de vestuario religioso y otros objetos sobre la trata y la esclavitud trasatlántica.
Anabel Díaz, promotora cultural, apuntó que además de insertarse durante los meses de julio y agosto en la llamada Ruta Africana, el museo se somete a labores de mantenimiento en su planta inferior y de la impermeabilización del techo.
Trazado según esquemas renacentistas, el antiguo enclave militar fue erigido por los españoles entre los siglos XVII y XVIII con fines defensivos, sirvió como depósito de cimarrones tras su captura y prisión para los implicados en la abolicionista Conspiración de La Escalera.
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