El Periódico Cubarte va a continuar el homenaje a la Nueva Trova cubana y al Movimiento de la Nueva Trova por el aniversario 50 de la fundación de este, el que comenzara a realizar en noviembre del año 2022, con la publicación semanal de entrevistas a un grupo numeroso de trovadores de todas las generaciones y también a otros artistas, especialistas e intelectuales del país.

La fecha ya no es lo más importante, lo interesante es el compendio de recuerdos, ideas y valoraciones que todos los entrevistados han aportado en cada una de las conversaciones, las que tienen en común una admiración profunda por este popular y entrañable fenómeno estético.

Hoy entrevistamos a Anabell López (La Habana, 1963), alguien que desde sus primeras incursiones en el canto cautivó por su hermosa voz, afinación, virtuosas condiciones vocales y también por su delicadeza y prestancia escénica; su debut tuvo lugar en la década del 70, en el programa televisivo cubano «Te doy una canción», tan recordado por muchos.

Anabell, también compositora y productora discográfica, integró el Movimiento de la Nueva Trova cubana en 1980, pero nunca se limitó a la canción trovadoresca y haciendo gala de las amplias aptitudes de su voz, ha interpretado un repertorio muy variado en cuanto a géneros musicales, a lo largo de sus 45 años de carrera artística.

La cantante ha grabado 14 discos, y en estos momentos se encuentra inmersa en la promoción de su último álbum: Con un poco de amor, que reúne16 temas compuestos por su hermano Silvio Rodríguez, quien canta junto a ella para cerrar el mismo, esa imborrable canción que es «Mariposas».

Este fonograma se iba a llamar Canciones de mi hermano y algunas de las composiciones que compila son «Con un poco de Amor», por supuesto, «Llegué por San Antonio de los Baños»,   «Sueño con serpientes», «Al final de este viaje en la vida», «La gota de rocío», y «Hoy mi deber».

Es un disco que no deben dejar de escuchar los amantes de la trova, como tampoco deben dejar de leer esta entrevista en la que Anabell López, revela bellos recuerdos y regala interesantes apreciaciones sobre la NT.

 Su primer recuerdo de la NT, ¿llega junto a qué figura?

Mi primer recuerdo de la Nueva Trova es mi hermano Silvio Rodríguez, sus canciones y dibujos, también Pablo Milanés y Noel Nicola; recuerdo que se reunían en casa, en el cuarto de mi hermano, se ponían a cantarse las nuevas canciones que habían compuesto; en casa se hacían muchas descargas, a las que se sumaban Vicente Feliú, Sara González, Amaury Pérez, entre otros.

 ¿Cuándo reconoció que quería ser trovadora?

 Creo que la trova me escogió a mí, la traía en mi ADN.

En sus primeros intentos, ¿a quién se quería parecer?

La verdad nunca quise parecerme a nadie, sólo quería cantar y ser yo misma. Tuve la suerte de nacer en una familia que amaba la música; en casa se escuchaba música de todos los géneros, estilos y países, eso enriqueció mi mundo sonoro. La verdad nunca quise parecerme a nadie, sólo quería cantar, expresarme, ser yo.

¿Quién es el trovador del que más influencia reconoce en su obra?

Las influencias en mi obra…, pues creo que vienen un poco de Silvio, es la fuente más cercana y directa de la que bebí desde pequeña.

Usted tiene el privilegio de que su hermano Silvio Rodríguez sea uno de los principales fundadores de la NT. ¿Cuánto benefició o perjudicó esto a su carrera?

¿Beneficios? Desde muy joven tuve abrirme camino, sola, imponerme en un mundo de hombres, luchar contra miles de obstáculos y vencerlos por mi cuenta, lo cual me ha hecho la mujer fuerte, independiente y segura que hoy soy.

Ha sido un compromiso, un reto, una gran responsabilidad vivir expuesta a la comparación, la crítica, dando por seguro que gozamos de los mismos privilegios y posibilidades.

¿Usted cree que los fundadores de la NT «enseñaron a pensar» a los jóvenes cubanos?

Los fundadores de la Nueva Trova no sólo enseñaron a pensar a los jóvenes cubanos, sino que trascendieron las fronteras y llegaron a otros continentes, y siguen iluminando a las nuevas generaciones.

¿Qué recuerdos guarda de Pablo Milanés?

 Mis recuerdos de Pablo son tantos…, sobre todo de cuando era muy pequeña; un día me aprendí una de sus canciones, mi mamá lo llamó por teléfono y le dijo, «Pablito, oye lo que la niña te va a cantar», él se emocionó mucho y le dijo «Argelia esa niña va a ser artista».

Siempre fue muy cariñoso conmigo. Cuando hice mi segundo disco, decidí dedicarlo a mis hermanos Silvio y Pablo, escogí canciones de los dos; recuerdo que lo llamé y le dije que quería que cantara conmigo en el disco y me dijo, «cuenta conmigo, allí estaré», y allí estuvo.

¿Cuál considera es el aporte fundamental de la NT a la historia de la música cubana?

El aporte fundamental de la NT a la historia de la música cubana, además de haber puesto a pensar a tantas generaciones, es haber creado un antes y un después en la historia de la música cubana.

No se puede hablar de la música cubana sin hablar de la trova, de la NT, de la  novísima trova, de la trova en general, porque cada una de las generaciones de trovadores marcó la historia de la música cubana, y felizmente y  orgullosamente yo soy parte de esa historia, tanto de la NT, como de la música cubana  y la he defendido en cada uno de los géneros y los estilos en los que en mis 45 años de carrera he podido  incursionar, porque además me gusta la música en general  y he tenido la suerte de poder hacer, de haber podido cantar,  todo lo que he querido, es cierto que siempre  fusionando la música.

Mi cabeza musicalmente funciona así, yo escucho mucha música, y lo he dicho, muy diversa, y creo que quizás eso es lo que me ha hecho también  ser tan versátil, y que puedo ir desde el son hasta el jazz, pero igualmente he cantado  una rumba, un rock, me gusta, lo disfruto, pero nunca, nunca, nunca he perdido mi esencia, y no importa cómo me digan, si es «La voz de oro»  o «La voz de cristal» o «La voz lírica de la NT», lo importante es que yo sé lo que soy, y es lo que he defendido durante toda mi historia musical.