En la tarde del sábado 12 de diciembre la cantante boricua Olga Tañón comenzó su concierto en La Habana, como en Santiago de Cuba la semana anterior, a las 3 de la tarde. Con temperatura a su favor, el sol cedió el protagonismo y la brisa marina hizo la compañía necesaria para que el calor fuera solo del amor que Cuba le ha robado a la cantante. La Tribuna Antiimperialista, con cientos de miles de cubanos, le correspondió. Hace seis años vino por primera vez de la mano del cantautor Juanes a participar en el Concierto por la Paz en La Habana, en la Plaza de la Revolución, y prometió volver. 

Promesa cumplida con sendos conciertos en la Isla, “mitad boricuas, mitad cubanos”, de la mano del productor musical Joaquín Betancourt y cuarenta y cinco músicos de todas las edades, desde estudiantes de las escuelas de arte a consagrados como Pancho Amat y César López; y un cuerpo de baile de dieciséis bailarines de ambos países, dirigidos por el coreógrafo Danny Lugo.

El concierto santiaguero lo disfrutamos por los medios, su viaje por carretera hacia esa ciudad, su contacto directo con el cubano; pero en la Tribuna lo disfrutamos, vivimos y por qué no, gozamos.

En el público se encontraban Abel Prieto, asesor del Presidente; la Presidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular de La Habana, quien le entregó la Llave de la Ciudad, gesto ante el cual la Tañón expresó: "No creas que no me voy aprovechar de esta llave y decir, ¿vecina, tú no tienes un poquito de azúcar?"; Antonio Guerrero, Héroe de la República de Cuba y el viceministro de cultura Abel Acosta, entre otros.

Le agradeció al grupo Qva Libre, al compositor Descemer Bueno y a la “madre que la parió” por poder compartir como en familia la música y el arroz con habichuelas negras (moros y cristianos). Al coro infantil Diminuto, y a todos los músicos cubanos que hicieron posible que cumpliera su promesa.

El concierto fue trasmitido en vivo por la televisión cubana y se grabó en DVD para recaudar fondos para las escuelas de niños con tratamiento especial y de arte cubanas, sus “niños especiales con capacidades especiales, no los vamos a dejar solos”, manifestó.

Se despide de nuestro pueblo agradeciendo a todas las familias que se acercaron al concierto y así cumplir: “Hasta luego y hasta siempre”. Olga, que la vida te bendiga a ti también.

A continuación fotos del concierto cortesía de Yander Zamora.