Otra idea y nuevos retos
Formar parte del catálogo de RMM implicaba asumir una serie de responsabilidades y de exigencias, pero también traería beneficios al músico cubano. Es Issac Delgado quien más hará internacionalmente por el sonido de la timba y de la “salsa a la cubana” a partir de ese momento; y ese hacer redundará indirectamente en carrera de muchos de sus compatriotas músicos.
Entre 1995 y 1997 la carrera discográfica de Issac Delgado se mantuvo enfocada en concretar la realización comercial del disco precedente y en la preparación de su debut con RMM; esta vez e debía enfocar el repertorio en temas que pudieran calar en el gusto de un público distinto al cubano, más diverso y sujeto a otras influencias en las que “lo latino” era más que música salsa; además debía competir con otros nombres de artistas del género que estaban en el mismo sello disquero.
Había entrado en el “Mercado de la Gran Manzana” y su entrada en ese ruedo estuvo marcada por una presentación en el Madison Square Garden junto a parte de las figuras que integraban la “familia RMM”, una familia en la que el único que no residía en los Estados Unidos era él; tal vez su gran limitante, pero a su vez le permitía mantener una distancia emocional con el mercado y el público. Algo que a veces necesita el artista para poder combinar sus intereses con los de su casa disquera.
Mientras prepara el repertorio para su disco debut con RMM Issac se toma la libertad de producir el que tal vez sea su disco más enfocado en la timba “brava” y en el que agrupa temas que fue posponiendo de un disco a otro y que de una vez debían abandonar los archivos. Así nace Exclusivo para Cuba; el menos comercial a nivel internacional pero hecho para saldar una deuda con el bailador cubano que, aunque le apoyaba su estilo elegante y refinado –él era, indiscutiblemente, el ídolo de la clase media cubana que estaba emergiendo–, también quería de regreso al Issac de NG la Banda, barriotero, irreverente; y él con este disco les complacía.
Será Exclusivo para Cuba el único fonograma en el que la mano de Alí Ko y su equipo de ART COLOR no estará presente en esta etapa de su carrera; y es que las energías de esta empresa estaban en la concreción del disco debut de Issac Delgado con RMM que sería el cuarto de su carrera junto con su orquesta y en el que la portada será diferente, no aparece el músico.
El debut discográfico de Issac con RMM recibió por título Otra idea; y reflejaba conceptualmente hasta qué punto su trabajo precedente había estado en sintonía con las nuevas tendencias musicales que comenzaba a explotar esta compañía cuando dejó en manos de músicos de la talla de Sergio George e Isidro Infante parte de la dirección musical de cada uno de los talentos de su catálogo; solo que en el caso del músico cubano estas tendencias ya estaban presentes desde su primer disco; y aquí me permito algunas observaciones necesarias, que bien ameritan algunos puntos de contacto y hasta breves comparaciones.
En cada producción discográfica anterior de Issac, los arreglos y la dirección musical están a cargo de músicos de su generación, quienes además de su talento y estudio, cuentan con su ganado prestigio como instrumentistas y sobre todo con sus trabajos precedentes con grandes figuras de la música cubana. En su disco debut estuvieron Miguel Núñez y Dagoberto González, después trabajaron Giraldo Piloto y Joaquín Betancourt, y como alma siempre presente el pianista Gonzalo Rubalcaba; cada uno de ellos fue un sabio artesano que labró el camino a esta nueva etapa musical de la carrera de Issac. Ahora, en esta nueva entrada a los estudios, por vez primera convergen dos músicos con distintas vivencias pero conceptualmente cercanos por su dominio del jazz, la música cubana, la salsa y sobre todo por generacionalmente estar emparentados aunque vivan en ciudades distintas; en ambos se combina talento y mucha buena vibra: Isidro Infante y Joaquín Betancourt; uno velando el resultado final y el segundo ocupándose de los arreglos y la dirección musical junto al cantante. Decididamente este disco sería el punto de giro en la carrera y en la vida de Issac Delgado.
Otra idea marca su retorno al mundo salsero pero apegado a los límites que impone “el movimiento” de esos tiempos. Issac es una gota de agua en el océano musical en que vivimos –así lo refleja el diseño de portada–, pero es una gota que cae y se expande para hacerse notar. Es la gota gruesa por la que se rigen los médicos para saber el estado de un paciente y ese paciente está abriendo una nueva ruta musical o lo que es lo mismo, llevando de regreso el sonido cubano a los grandes centros musicales del continente. Un sonido cubano que sin grandes alardes marca la línea de continuidad que alguna vez se rompió por causas extramusicales y que se quiso detener en el tiempo.
Issac ahora era parte de la familia RMM y, aunque no estuvo incluido en ninguna de las compilaciones homenaje que hicieran a grandes figuras de la música internacional los integrantes del catálogo musical de la compañía, sus ejecutivos mantenían la fe en su trabajo; a fin de cuentas “lo cubano” podía ponerse de moda y había que haber tomado las providencias necesarias. Y entre esas providencias estuvo el potenciar tanto a la figura de Issac como a su música en Europa, pero sobre todo la Europa Latina y la puerta de entrada era España, sitio donde el sonido cubano de los noventa había calado en el gusto de los peninsulares. Un sonido que era más que salsa o timba; en ese sonido cubano estaba el referente de Habana Abierta y sus integrantes; Gema Corredera y Pavel Urquiza, entre otros músicos –instrumentistas en lo fundamental–; y donde la música de Issac estaba justo en el camino de lo que estaba ocurriendo. El nuevo sonido cubano estaba obligado en ese momento a compartir espacios con una forma de hacer la música cubana que parecía no pasar de moda; era el clásico son que se abría espacio con “la moda de los viejitos cubanos”.
La decisión de “plantar” a Issac y a algunos de sus músicos en España, grabar allí un disco y utilizar aquel país como plataforma de entrada a Europa no fue desacertada; simplemente los caminos de la vida actuaron y la ruleta se detuvo en un número inesperado.
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