En sus más recientes títulos dentro del género documental, Miguel Torres (1941) se ha trazado como objetivos rendir tributo y dejar testimonio de figuras paradigmáticas del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC). En el 2012, dirigió Humberto Solás: Evocación, mientras que ahora, en 2013, nos entrega Hasta la próxima aventura, dedicado a Juan Padrón (1947) y, por extensión, a Elpidio Valdés, símbolo de cabal cubanía, el famoso personaje de animación creado por él, y que tanto ha deleitado a niños y adultos.
En 1974, de las páginas del semanario infantil Pionero, Elpidio Valdés saltó al celuloide; y ya, a finales de aquel decenio, Juan Padrón dirigió su primer largometraje de dibujos animados: Elpidio Valdés (1979).
Juan Padrón (caricaturista, ilustrador, historietista y guionista), creador de las series de chistes animados Filminutos y Quinoscopio, es, asimismo, autor de Vampiros en La Habana (1985). Pero, en Hasta la próxima aventura, el realizador Miguel Torres se propuso concentrar toda su atención, ya no sólo en el propio Padrón, cuyas minuciosas palabras constituyen la columna vertebral del documental, sino que, al girar todo el relato en torno a Elpidio Valdés, resultó ineludible, además, la presencia como testimoniantes de Frank González e Irela Bravo, es decir, las voces del mítico mambí y de María Silvia y Eutelia, los personajes femeninos de la Serie.
A su vez, para lograr un todo coherente y sin fisura alguna, Miguel Torres añadió a Hasta la próxima aventura las sustanciosas entrevistas realizadas a Paco Prats, Productor de los Estudios de Animación del ICAIC; al historiador Horacio Díaz, y a Tin Cremata, el Director de La Colmenita.
Lo que expresa cada uno de sus entrevistados, enriquece el testimonio de Juan Padrón, el inquieto realizador que, a partir de lecturas, de sus propias búsquedas e investigaciones en las fuentes históricas, todo ello le posibilitaría, como el verdadero artista que es, el diseño y construcción de su famoso personaje Elpidio Valdés.
Y como es natural, orgánicamente, entre una entrevista y otra, mediante eficaz edición —a cargo de Beatriz Candelaria—, van intercalándose imágenes de Elpidio Valdés en diferentes momentos de su trayectoria fílmica, junto a sus compañeros y frente a los españoles.
El documental, que estoy seguro complacerá a niños, jóvenes y adultos, tuvo a su favor, también, las canciones de Silvio Rodríguez, así como la excelente fotografía de Raúl Rodríguez.
Deje un comentario