El pasado 7 de noviembre se cumplió un año ya de que el Periódico Cubarte, comenzara a publicar semanalmente, a modo de homenaje, una entrevista a propósito del aniversario 50 de la fundación del Movimiento de la Nueva Trova cubana.

La primera entrevista fue a Gerardo Alfonso, y le han seguido las conversaciones con importantes figuras de la cultura cubana, trovadores, líderes e integrantes de formaciones pertenecientes al movimiento, en su mayoría, pero también profesores universitarios, periodistas, críticos, comunicadores, promotores, escritores, musicólogos, productores, y realizadores de audiovisuales, y todos tuvieron la gentileza de revelar sus evocaciones y opiniones sobre la Nueva Trova.

De esta suerte hemos logrado un compendio de valiosas consideraciones conceptuales sobre este fenómeno estético, además de que las anécdotas y recuerdos que los entrevistados han regalado son estupendas e inestimables.

Son muchas las coincidencias pero muchas también las disparidades entre las respuestas de los entrevistados a un cuestionario único - con algunas variaciones-  que persigue como propósito precisamente reunir respuestas y criterios diversos sobre un mismo hecho cultural de tal relevancia y permanencia en el tiempo.

La más reciente entrevista fue un honor: Jerónimo Labrada (Auras, Holguín, 1946), Premio Nacional de Cine del año 2019, poseedor de una extensa y acreditada obra en la grabación de sonido para el cine cubano, quien registró el grueso de la obra musical del Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, desde su creación en 1969 hasta 1979.

Hoy los lectores se encontrarán y descubrirán a un joven trovador, David Capote (Santa Clara, 2000)  quien comenzó a andar el camino de la Nueva Trova hace aproximadamente dos años en el proyecto La Caña Santa de la Universidad Central Marta Abreu de Villa Clara , del cual todavía forma parte.

Más tarde comenzó a participar en la peña, también santaclareña, La hora de los mameyes, que tiene lugar los viernes en el patio de la sede de la Asociación Hermanos Saíz de esa ciudad.

Davi ha sido invitado por experimentados trovadores a tocar en diversos bares y cafés de la urbe villaclareña. Se ha presentado en la prestigiosa institución cultural El Mejunje de Silverio, y actualmente conduce la peña Dando la nota en el bar Blackout, todos los viernes en la noche.

Recientemente se presentó en la peña Tres Tazas que lidera desde hace años el trovador Silvio Alejandro, en la sede del Pabellón Cuba de La Habana.

Son interesantes los puntos de vista de este joven trovador que piensa que el principal aporte de la Nueva Trova a la historia de la música cubana «es la libertad de expresión, esa capacidad de poner en una canción cualquier cosa que te aflija, duela, guste, o encante».

Su primer recuerdo de la Nueva Trova, ¿llega junto a qué figura?

Mi primer recuerdo de la Nueva Trova llega de pequeño…recuerdo estar sentado en el carro con mi papá en un paseo por Trinidad y él siempre, siempre, siempre, ponía a Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, y a mí me encantaban sus canciones y gracias a eso, ya a los quince años, más o menos, empecé a escuchar música de la Nueva Trova, a adentrarme más en los discos.

Otros recuerdos más vívidos son cuando ya era mayor, aquí en El Mejunje con La Trovuntivitis, que fue un impacto muy grande para mí, me marcó y es un recuerdo que atesoro mucho.

¿Cuándo reconoció que quería ser trovador?
 

Supe que quería ser trovador… creo que todo surgió en el Servicio Militar, tenía más tiempo, y los momentos en que estaba sin hacer nada los ocupaba en escribir cosas de vez en cuando; me salían cosas que me gustaban pero no me atrevía a lanzarme en público, y eso fue así hasta que llegué a la Universidad a las peñas La Caña Santa que se hacen allí todos los lunes, y entonces decidí enfrentarme al público… y me enamoré de eso, me gustó mucho «y se ha hecho vicio».

¿De cuáles trovadores reconoce mayores influencias en su obra?

Esto es un problema serio, porque si bien todos estamos influenciados por personalidades musicales al componer canciones, si la que hacemos llegara a parecerse demasiado a una canción de un trovador que te gusta, bien te va a gustar, por lógica, pero vas a notar el parentesco y vas a querer alejarte de eso.

A mí me pasó con Frank Delgado y con Habana Abierta, que me encantan, pero he tenido que dejar de escucharlos para no apegarme más a las raíces de ellos y armar mis propias raíces, mi propio sello musical porque puede ser malo acercase mucho al estilo musical de otra gente, hay que lograr la originalidad.

Yo creo que principalmente tengo influencias, más allá de la Trovuntivitis, de los miembros de Habana Abierta y un poco de Frank Delgado, son trovadores  que siento que me ha influenciado a la hora de componer.

¿Qué recuerdos tiene asociados a Pablo Milanés?

Los recuerdos que tengo de Pablo Milanés… el primero es el que te decía, escucharlo en el carro de mi padre, horas de viaje con Pablo, y era muy lindo.

Después tuve una novia que me dedicó una canción de él muy bonita, y es un recuerdo precioso también; la evocación que tengo más cercana es de cuando falleció, que en una peña de La Caña Santa, al saberlo, a mitad de la presentación, cambiamos todo lo que teníamos previsto, le dimos la noticia al público y fue como hacer un concierto homenaje a Pablo Milanés; Pablo es un gran hombre que verdaderamente pasa de hacer arte a hacer magia, es increíble.

¿Usted cree que os fundadores de la NT «enseñaron a pensar» a los jóvenes cubanos?

Yo creo realmente que a todo el que le haya llegado la canción- poesía de la NT, claro que le tuvo que cambiar su manera de pensar y es una educación muy grande aparte de la cultura que caracteriza a la bohemia, se ha hecho parte de la vida de los cubanos, y además de conocer un ambiente muy bonito que igualmente tiene que ver con la literatura y con muchas artes que rodean a los oyentes de la trova; yo creo que sí, que es un antes y un después de leer, de aprender, de buscar conocimientos «con hambre».

¿Con cuáles trovadores ha tenido mayor coincidencia conceptual y estética?

Los trovadores con los que he tenido mayor coincidencia conceptual y estética es con mis amigos trovadores, porque son con los que más he compartido y con quienes me siento conceptualmente muy de acuerdo, por ejemplo con Michel Portela, Juany Bones, con quien recientemente me relacioné mucho por allá por La Habana e hicimos una amistad tremenda, él es muy buen muchacho y muy buen trovador.

Y desde el punto de vista estético también, pues es un paso de generación, hay un cambio, pero también me quedo con algo de la estética a la manera de la disponibilidad, del dinamismo de las peñas y supongo que tengo de igual forma algo de Frank Delgado, que tiene su pista de informalidad pero no deja de ser bonito.

¿Cuál considera es el aporte fundamental de la NT a la historia de la música cubana?

Yo creo que el principal aporte de la Nueva Trova a la historia de la música cubana es la libertad de expresión, esa capacidad de poner en una canción cualquier cosa que te aflija, duela, guste o encante, es una herramienta muy poderosa para cualquier artista para poder desatarse de gran manera; es muy hermoso poder poner tus opiniones en un papel, una canción, una poesía y en todo.

Este, en mi opinión, es el principal aporte en general que ha hecho la NT; cuando surgió, nació como Canción protesta, con mucha carga política, y esto ha ido evolucionando y se fueron incorporando otros puntos de vista y ha continuado siendo algo muy bonito, y a la altura de estos cincuenta años parece que la NT se ha hecho mayor pero nunca dejará de ser algo precioso.