Hace un siglo se escucharon los primeros acordes de una agrupación imprescindible para la cultura de nuestro país. La Parranda Típica Espirituana fue fundada por los Hermanos Sobrino a quienes en el verano de 1922 los animaba la idea de obtener uno de los premios de las fiestas populares del Santiago Espirituano.
Algunas de las tonadas que interpretaban aludían a temas políticos salpicados con el humor y también con la ironía. Con el paso del tiempo han renovado el repertorio sin descuidar las esencias del grupo. Los distingue la salvaguarda del punto espirituano, patrimonio e identidad de la nación.
Por sus aportes a la Cultura Nacional la Parranda Típica Espirituana ha merecido entre otros reconocimientos el Premio Memoria Viva del Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello.
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