Pedro Pablo Rodríguez: “Nuestra Nación tiene que seguir siendo libre, soberana e independiente”


pedro-pablo-rodriguez-nuestra-nacion-tiene-que-seguir-siendo-libre-soberana-e-independiente
Centro de Estudios Martianos

El panel referido al tema “Cuba: nación y su defensa” fue entre otros muchos, una de las actividades que reunió a prestigiosos intelectuales cubanos con motivo de la XXIV Feria Internacional del Libro de La Habana. En esta oportunidad a historiadores escritores como el doctor Pedro Pablo Rodríguez (Premio Nacional de Ciencias Sociales) y a profesores universitarios como Jorge Hernández, director del Centro de Estudios sobre Estados Unidos (CESEU), y a la doctora Francisca López Civeira.

Es sabido que “la Cultura de Cuba republicana se inicia bajo el signo de la frustración política”, según el historiador doctor José Antonio Portuondo. Luego que la maquinaria neocolonial fue echada a andar, comenzó a extenderse entre los intelectuales de la Isla un gran sentimiento de frustración e impotencia. Sentimiento que pervive durante la primera década de ese período, y que fructifica y arremete en Revolución —en la búsqueda de las propias raíces, martianas en lo fundamental—, a principios de los treinta (Década crítica) con figuras de intelectuales revolucionarios como Rubén Martínez Villena, Raúl Roa y Juan Marinello, entre otros muchos.

Así el Panel al efecto rememoró diversas facetas de la Cultura cubana durante las primeras décadas del siglo XX en el empeño con vista a rescatar la herencia hispánica, actitud que fue ganando extensión y profundidad en la medida que se acrecentaba la penetración de Estados Unidos en la Isla. Igualmente, el significado de don Fernando Ortiz, como continuador de Antonio Bachiller y Morales, en lo referente a los estudios etno-folkloristas y la influencia de las culturas africanistas dentro del contexto cubano en general. En esta oportunidad, la doctora Civeira trascendió partiendo de nuestros símbolos patrios “en las varias obras literarias que hicieron explícita repulsa al intervencionismo norteamericano como los poemas Mi bandera, de Bonifacio Byrne (1861-1936); Las dos banderas, soneto de Enrique Hernández Miyares (1859-1914) y el relato El ciervo encantado, de Esteban Borrero (1849-1906), entre otros ejemplos de búsqueda, desarrollo y entrega a la causa revolucionaria y patriótica.

Igualmente temas como las diferencias conceptuales y prácticas entre esclavitud, discriminación y prejuicios raciales fueron abordados por los investigadores como elementos concluyentes acerca de la necesidad, siempre perenne, del estudio de la historia de Cuba en el país y, de manera especial, en la forma en que ésta debe impartirse en la actualidad a nuestros niños y jóvenes —necesidad del anecdotario histórico en las escuelas—,  y siempre teniendo muy en cuenta los tiempos actuales y los que se avecinan para nuestro contexto nacional en todos sus niveles; sin pasar por alto el enfrentamiento a los grandes productos actuales de la información como consecuencia del desarrollo de las nuevas tecnologías.

En un aparte, el doctor Pedro Pablo Rodríguez expresó para el periódico digital Cubarte, al preguntar si ¿Existe o existirá algún nuevo concepto sobre Nación cubana ante los nuevos acontecimientos que se avecinan?

Los estudiosos pueden tener un concepto general sobre Nación que llevado a un grado de abstracción elevado requiere de precisiones histórico-sociales concretas, al igual que de particulares concretas. Existe un elemento común (desde luego) que es el que nos permite hablar acerca del concepto de Nación cubana desde los siglos XVIII, XIX, XX y XXI, pero también las circunstancias histórico-concretas van redactando ese sentido histórico-concreto y ese propio concepto de Nación. No es lo mismo pensar en la Nación cubana en un país de esclavos y esclavistas, de blancos y negros separados que, a mediados del siglo XX, tras el triunfo de una Revolución. No es lo mismo tampoco pensar en Nación con el estatus de colonia o neocolonia y cuando la aspiración mayor de todos los cubanos era el llegar a tener un estado libre y soberano, que desde el Primero de Enero de 1959, que lo tenemos plenamente soberano. Ahora, los cubanos no tenemos que defender la aspiración a tener un estado libre y soberano, como tampoco la aspiración a que el estado cubano sea verdaderamente libre y soberano. Ahora, a lo que los cubanos tenemos que aspirar y luchar es a que nuestra Nación siga siendo libre, soberana e independiente como lo ha sido durante más de cinco décadas de período revolucionario.


0 comentarios

Deje un comentario



v5.1 ©2019
Desarrollado por Cubarte