El Código de las Familias les da derecho a muchos y no le impone nada a nadie. El único “derecho” que nos quita es el de dañar a todos, esa es la tesis más altruista que defienden Lizette Vila, Christopher Simpson, Oscar Antuña, Annie Garcés y Enrique Alemán, figuras públicas, pero también ciudadanos de esta pequeña nación.
A Lizette Vila, reconocida activista, el Código de las Familias le inspira -además de las cosas que se han dicho sobre los afectos, la dignidad y la libertad- humanidad por sobre todas las cosas “pues no solo estoy pensando en mí, en este momento también pienso en mi familia, en la de mi barrio, la de mis amigas, la del colectivo del proyecto Palomas; me refiero a que creo que lleva implícito un sentido de vida y hago referencia aquí a ese sentido de familia social al que citaba el Papa Francisco”. “Yo creo que pensar como un ciudadano o ciudadana es una de lo altos valores que puede tener una persona para ser plena, para ser libre y para ser justa”, agregó.
Christopher Simpson, popular cantante, es otra de las figuras públicas que se suma a esta campaña y reivindica la importancia que tiene tomar conciencia y ejercer el derecho al voto como parte del proceso de conformación de una sociedad plural y evolucionada. En su opinión, en este Código de las Familias todo el mundo cuenta, caben todo tipo de persona y no hay lugar para la discriminación. Espera en cambio esperanzador para que todos lo entiendan desde ese optimista prisma y entonces hagan su voto valer.
Por su parte, Oscar Antuña subdirector del Museo Nacional de Bellas Artes, propone su voto por el sí porque así se garantizan derechos a personas que anteriormente no los tenían y amplía, en consecuencia, estos derechos para toda la sociedad cubana.
Annie Garcés, dice, que desde que nació la enseñaron a convivir en una familia inclusiva, donde el amor era simplemente amor, “pero cuando uno va creciendo uno se da cuenta de que otras personas no tenían la misma protección que tú y, por lo tanto, no ven normal lo que tú; en cada uno de nuestro barrio se puede aplicar este Código ya que existen muchísimas donde se va a ver reflejado tu voto, para bien”.
“El nuevo Código de las Familias es un Código de Amor, donde se ve reflejada la identidad de la nación cubana en materia de diversidad y también unidad, y también cómo todos somos capaces de multiplicar la palabra amor que se recrea en cada una de las leyes que vamos a aprobar”, asevera Enrique Alemán, director del proyecto sociocultural Cabildo Quisicuaba.
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