En el hondón americano, la tradición observa, a través de los siglos, literatura indudablemente clásica y perdurable.
Es un desconocimiento de la literatura quien ponga por encima, tras la luz del descubrimiento por los españoles, a Europa o a civilizaciones milenarias.
En este siglo XXI, en que nos toca todavía vivir en la estrecha isla cubana, hay un libro de la escritora multinacional, radicada en Cuba, Basilia Papastamatíu, que partiendo de su sabiduría propia, y de alguna manera, de su formación argentina, cuna de Jorge Luis Borges, que es verdaderamente importante.
Se trata de Eso que se extiende se llama desierto.
La vertiente es filosófica, y completamente anti letánica, las conjeturas son de raigambre original.
Estilísticamente hablando, el poemario es lúcido y bien elaborado desde el momento en que los razonamientos más contundentes no padecen el estereotipo ni la moda, sino que busca circunstancias epocales de nuestro mundo, el que vive o muere, y deja al lector con una verdadera necesidad de pensar, y de pensar intensamente, cuestión que es escasa.
Ya no solo en la literatura, sino en todas las artes tan contundentemente globalizadas.
Que en Cuba, Basilia, haga un libro así, de confección unitaria y profunda, habla de su singularidad, de su oficio extraordinario, de rareza, a la manera de los raros de Darío, el nicaragüense, capaz de protagonizar en América un movimiento internacional, como fue el modernismo, al que contribuyera José Martí.
Entonces lo contemporáneo del libro de Basilia está en que su “destello” es un estupendo reflejo de lo que Carson McCullers le gustaría llamar “reflejo en un ojo dorado” porque capta con veracidad y belleza poética nuestro mundo actual. Sin satanizarlo y sin edulcorarlo.
Para la escritora, nuestro tiempo le produce todavía intensidades cuasi proféticas.
Y todo lo que mueve el gozne del pensamiento y la sensibilidad humana, es algo, en las letras modernas bastante difícil.
Lo considero un libro imprescindible por abordar los aspectos más específicos y soterrados de la crisis del espíritu humano actual.
Hay fuerza imantada toda y denunciadora de un futuro impredecible.
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