La celebración del aniversario 80 de la comparsa Los Marqueses de Atarés, en el Cerro, marcó el inicio de la Ruta de la Rumba, itinerario concebido por el proyecto Tim­ba­laye con el apoyo de la Unión de Es­cri­tores y Artistas de Cuba (Uneac) y el Con­sejo Nacional de Patrimonio Cul­tu­ral para reconocer los espacios donde ese complejo musical y danzario ha dejado sus huellas.

Antes de que los tambores sonaran en uno de los barrios habaneros de mayor tradición folclórica, el poe­­ta Miguel Barnet, presidente de la Uneac, resaltó el aporte de los rumberos de Atarés en la definición y el desa­rrollo de una manifestación que algún día, vaticinó, tendrá que ser con­­si­de­ra­da Patrimonio de la Hu­ma­­­ni­dad.

Precisamente el profesor y coreógrafo Ulises Mora evocó el linaje rum­bero de Víctor Herrera, fundador de los Marqueses, y Gonzalo Asencio (Tío Tom), autor de temas populares como Con­suélate, A la fiesta de los caramelos no pueden ir los bombones y el formidable guaguancó Dón­de están los cu­banos.

La Ruta de la Rumba recorrerá el próximo ve­rano la mayoría de las provincias del país, pero antes hará presentaciones en varias ciudades italianas y mexicanas.

Rumberos de varias generaciones, portadores de expresiones derivadas de la cultura lucumí y miembros de la potencia abacuá Isun Efó animaron la celebración que culminó con el paseo por la calle Vigía de la comparsa Los Mar­queses de Atarés.