En cumplimiento con lo acordado en la Última reunión de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en Costa Rica, esta mañana se aprobó, por primera vez, un Plan de Acción Cultural para los países miembros del organismo.
El documento, que estará vigente hasta el 2020, recoge actividades específicas para cada uno de los 33 estados miembros que garantizarán un avance concreto en las esferas de industrias culturales, conservación del patrimonio material e intangible, salvaguarda de conocimientos y saberes tradicionales de los pueblos originarios, indígenas y campesinos, así como el intercambio de saberes y políticas públicas.
Entre las tareas acordadas “con las cuales se responsabilizaron espontáneamente los países€” figuran el intercambio de plataformas y centros de recursos sobre lenguas indígenas y producción audiovisual comunitaria, realizar un mapa sobre los temas de investigación que se llevan a cabo en al Área, así como crear un banco de información sobre programas e instrumentos en el que se detallen las problemáticas regionales a considerar en la elaboración y aplicación de las políticas culturales.
Según se acordó, será responsabilidad del cuarteto de la Celac actualmente Ecuador, Barbados, Costa Rica y Dominicana dar seguimiento directo a las acciones del Plan, así como ofrecer detalles sobre su cumplimiento en cada Reunión de Ministros de Cultura.
En el tercero de esos encuentros, que se desarrolla desde ayer en La Habana, los funcionarios se pronunciaron por potenciar el papel de la cultura en pos del desarrollo sostenible y la reafirmación de nuestras identidades.
“Es el tiempo de reafirmar quienes somos”, dijo la ministra de Argentina, Teresa Parodi. Si aceptamos la inmensa diversidad que nos identifica y que constituye nuestra razón de ser más antigua y profunda, desde ahí caminaremos hacia adelante, y las transformaciones de nuestros países serán más que políticas, por convicción. Los pueblos caminan siempre hacia su destino”.
Somos los que caminan memoriosos desde el fondo profundo de la América, cruzando sus activas cordilleras. Para que nadie olvide nuestros nombres, nadie tape nuestra huella cada valle dorado, verde o selva, reconoce los cantos que cantamos desde toda la anchura de la tierra; habitantes que somos, palmo a palmo, de esta sabia y esta siembra, agregó.
Otro de los temas abordado fue la necesidad de profundizar los nexos entre los sistemas cultural, económico y educacional de los países de la Celac.
Pocas horas antes de adoptar su Declaración Final, los funcionarios hicieron un llamado a integrar cada vez más la dimensión simbólica del patrimonio intangible a las cuestiones relacionadas con su producción y acceso.
En ese sentido el representante de Jamaica, Evento Hannam (Secretario General de la Comisión Nacional de la Unesco en su país), consideró que la nueva agenda tendrá mayor impacto en el impulso de la cultura como motor para el desarrollo, así como en el realce de las tradiciones y la memoria histórica de los estados miembros a nivel internacional.
Al referirse a las industrias culturales, tópico ampliamente debatido en el encuentro, comentó que su estímulo no resulta una promesa, sino un objetivo que están empeñados en hacer realidad. Debemos lograr acercamientos funcionales a la economía cultural que contribuyan a la economía de las naciones, dijo.
Aunque las Declaraciones Finales marcan un punto de cierre, refirió por su lado el representante de Uruguay, Ariel Bergamino (embajador de ese país en Cuba), esta Reunión va más allá con propuestas que reflejan la cultura como espacio de libertad, territorio de creación, lugar de encuentro y debate democrático, y como sentido de nuestros actos y habilidades.
Las acciones que se han discutido, añadió, expresan que no solo debemos distribuir riqueza entre nuestras naciones, sino belleza, y eso significa calidad y descentralización de la cultura. Descubrimos nuevos horizontes que nos enrumban a nuevos compromisos, conscientes de que la cultura es, en Última instancia, la esencia de los países y del proyecto de integración regional que construimos entre todos.
Criterio similar sostuvo el titular de Bahamas, Daniel Johnson, quien señaló que la mejor forma de continuar el legado de los fundadores de esta integración, y de los hacedores de las transformaciones sociales en cada uno de los países reunidos, es transmitir el arte, la música y demás expresiones culturales de estos países a las próximas generaciones, de modo que sigan la tradición de sus fundadores.
Trasformar paradigmas por medio de la cultura, empoderarla y hacer de ella un eje transversal en la política de estado debe ser nuestro propósito, reafirmó el secretario de Cultura de la Presidencia de El Salvador, Ramón Rivas.
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