Como cada año, en la víspera de la clausura del 37 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, fueron otorgados los Premios Colaterales del evento, esta vez en el Salón 1930 del Hotel Nacional de Cuba.
Martha Díaz, directora de Comunicación del Festival de Cine de La Habana, presentó a los jurados de las catorce instituciones y organizaciones que confirieron estos lauros; cada uno de estos tribunales luego de analizar los filmes que compiten en el evento en los diferentes apartados, y otros que participan en las diferentes secciones, llegaron a las siguientes conclusiones.
El Premio de la UNICEF, fue para Las elegidas, de David Pablos, de México, que obtuvo también el Premio Únete.
Pablos expresó al recibir los reconocimientos que su único objetivo con el filme era “poder trasmitir esta situación desde un punto de vista humano y que el espectador pudiera ver esta situación frente a frente, a los ojos, y poder conectar de manera humana”.
La película Viva, del director irlandés Paddy Breathnach, fue Mención de Únete.
El Premio documental Memoria, otorgado por el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, se destina a piezas fílmicas que “desde los más diversos puntos de vista y búsquedas estéticas, hagan un aporte a los procesos de construcción y rescate de la memoria colectiva o individual, y contribuyan a la compresión y visibilidad de los retos actuales de nuestra sociedad, y en esta edición fue para Alfaro Vive Carajo, de Mauricio Samaniego Ponce, de Ecuador.
Además fueron menciones Nuestra Haydée, de Esther Barroso Sosa, de Cuba y a Matria, de Fernando Llanos, de México.
El jurado del Círculo de Cultura de la Unión de Periodistas de Cuba, acordó por unanimidad entregar su lauro a la cinta Cuba Libre, del realizador cubano Jorge Luis Sánchez quien agradeció el galardón, -que está acompañado de una obra de la reconocida creadora Diana Balboa-, y declaró “esta es una película que hice con todo mi vida, con toda mi alma, y que por lo menos a mí me tiene tranquilo haberla hecho”.
El Premio Roque Dalton, de la emisora internacional Radio Habana Cuba, fue para El Clan, del director argentino Pablo Trapero.
El Premio de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), fue para El Club, del director Pablo Larraín, de Chile. Esta cinta también recibió el Premio de la Asociación Cubana de la Prensa Cinematográfica. El Premio Caminos, del Centro Memorial Martin Luther King, fue para Siempreviva, de Klych López, Colombia.
El Premio Sara Gómez, que otorga la Red de Realizadoras Cubanas, fue para La segunda madre, de Anna Muylaert, de Brasil; esta red entregó por primera vez un lauro a un director, en este caso a Mario Crespo, de Venezuela, por Lo que lleva el río.
El Premio El Mégano, concedido por la Federación Nacional de Cine Clubes de Cuba, fue para el largometraje de ficción La obra del siglo, del cubano Carlos Enrique Machado Quintela..
El Premio Vigía, entregado la sub-sede del Festival de Matanzas, lo recibió el documental Últimos días de una casa, de Lourdes de los Santos, de Cuba.
El Premio que cada año confiere la Casa de Las Américas, fue para Ixcanul (Volcán), de Jayro Bustamante, de Guatemala.
El Premio FEISAL, fue para Tiempo suspendido, de Natalia Bruschtein, de México; igualmente recibió mención Carta a una sombra, de Daniela Abad, de Colombia.
El Premio Cibervoto del Portal del Cine y el Audiovisual Latinoamericano y Caribeño, de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, fue en apartados para: largometraje de ficción El abrazo de la serpiente, de Ciro Guerra, de Colombia; ópera prima Ixcanul (Volcán), de Jayro Bustamante, de Guatemala; documental El tren de la línea norte, de Marcelo Martín Herrera (Cuba); Mediometraje o corto de ficción La última noche, de Julián Stubbs (México), y animado Guida, de Rosana Urbes (Brasil).
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