Uno de los atractivos de la Oncena Bienal de La Habana, fue sin dudas El Barco de la Tolerancia, instalación de los artistas de origen ruso, Ilya y Emilia Kabakov…La embarcación, que fue emplazada en las inmediaciones de la rada habanera, portaba un hermoso mensaje de paz y amor. Sus velas contenían dibujos en favor de la convivencia y la solidaridad entre los seres humanos, realizados por niños y niñas procedentes de varias escuelas de la Habana Vieja, bajo la orientación de un grupo de instructores de arte de la Brigada José Martí, quienes se integraron a la idea de los Kabakov. La construcción del barco corrió a cargo de los alumnos de la escuela de oficios Gaspar Melchor de Jovellanos, adscrita a la Oficina del Historiador de la Ciudad, guiados por expertos del Manchester Collage de Inglaterra, y su maestro David Harold.
Ya la experiencia de los Kabakov con El Barco de la Tolerancia había recorrido un largo camino por varias importantes ciudades del mundo, pero la cubana, en especial, fue un espectáculo integrador. Esta contó como parte del proyecto con la participación comunitaria y a su vez, antes del emplazamiento de la pieza, tuvo lugar un encuentro de estudiantes de música cubanos, rusos y norteamericanos, quienes compartieron un hermoso concierto.
En esta Duodécima Bienal de La Habana nuevamente Ilya y Emilia Kabakov estarán presentes. El proyecto colectivo MOR (Museo Orgánico Romerillo) liderado por Alexis Leyva Machado (KCHO), que reunirá a más de cincuenta artistas junto a grupos de teatro y música, los tiene incluidos en su nómina.
Ilya y Emilia Kabakov están considerados entre los diez artistas más importantes de la creación plástica contemporánea. Ellos imprimen la utopía a sus obras como mensaje permanente para transmitir un ideal. El Barco de la Tolerancia ha sido la propuesta más conocida de la pareja Kabakov, al ser una instalación que han recreado en varias ocasiones, bajo un concepto único, pero en formas diversas de acuerdo a los países que la han acogido, sin embargo su obra va más allá.
Angelología: utopía y ángeles que recoge más de 40 obras realizadas entre 1994 y 2010, también ha sido mostrada en varios países y asocia la figura del ángel y sus alas con conceptos históricos como la independencia, el conocimiento y la democracia, expresadas en instalaciones, arte objeto, fotografías, facsimilares, dibujos, impresiones en tela y maquetas. La labor creativa de los Kabakov ha resultado atrayente para curadores, especialistas e investigadores del arte contemporáneo pues la pareja vivió en la extinta Unión Soviética y experimentó los cambios que se produjeron en ese país y trajeron como consecuencia el fin del campo socialista. Muchos de estos artistas venían con una formación procedente del realismo socialista, aunque ya en las décadas del setenta y ochenta tanteaban la esfera de lo conceptual, sin embargo la obra era, en ese período, prácticamente desconocida en el mundo de las artes plásticas occidental, de ahí que ya en los noventa despertaran la atención de los estudiosos al presentar un trabajo totalmente renovador.
La instalación para los Kabakov, como concepto, permite recrear una atmosfera que conquista al espectador, sobre ello han expresado: “Tratamos de producir una experiencia en el espectador. Cuando una persona entra en un espacio los elementos que la rodean pueden adquirir nuevos sentidos, diferentes al del ambiente exterior. Es un lugar construido por experiencias personales que necesitan tanto del sitio como del visitante.”
Su inclusión en el Museo Orgánico Romerillo, con toda seguridad nos traerá una propuesta, que seguramente contará con la participación colectiva y comunitaria en el proceso, y en la que la utopía por un mundo mejor estará vigente. Ilya y Emilia Kabakov prestigian con su presencia esta duodécima edición de la Bienal de La Habana y volverán, con toda seguridad, a dejar su impronta singular en la memoria del evento.
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