“Es el efecto de la cultura en la mente humana mirar a lo real como fenómeno, y no como sustancia: lo real, accidente y efecto; y el espíritu, de indispensable existencia”. (1)

Sin lugar a dudas que este pensamiento de nuestro Héroe Nacional José Martí, podría resumir con creces el contenido de la obra Apuntes en torno a la guerra cultural, del escritor cubano Abel Prieto Jiménez, por su cardinal trascendencia en los momentos actuales que vive el mundo, amenazado como nunca antes por la política imperial y neofascista del gobierno de los Estados Unidos.

Publicado por la editorial Ocean Sur, el volumen es el resultado de una compilación realizada por su autor de textos de distintas épocas y de prestigiosos autores, referidos “a la guerra cultural y simbólica de alcance global, que se remonta en el caso específico de Cuba a los primeros pasos en busca de su perfil como Nación”.

En su prólogo resalta la pluma del investigador Ernesto Limia Díaz quien, entre otras cosas, además de enfocar en su escrito "Un libro, un hombre", sobre las continuas acciones subversivas y campañas político-ideológicas realizadas contra el otrora campo socialista de la Europa Oriental y la URSS —“divorciada de las necesidades y las aspiraciones de las masas”—, y su ulterior desaparición, establece un paralelo de diferenciación en relación con la nación cubana, con el pueblo de esta pequeña Isla que jamás y nunca “flaqueó cuando aquel alud amenazó con fosilizarla. Nunca se vio tan sola ni tan acorralada (…) Hoy, como en todas partes, se nos invita a poner de moda el pronombre yo y a eludir —o todavía mejor, a olvidar—, junto con el nosotros, el adjetivo-sustantivo enemigo, a diluirnos en una especie de marasmo, en el que la épica rebelde llegue a repugnarnos. Quieren que sepultemos nuestros anhelos, creyéndolos moribundos, y que disfrutemos inermes cuanto viene de Hollywood o de la industria del entretenimiento para vaciarnos de patriotismo, de sensibilidad, de decencia (…)

Apuntes en torno…, de Abel Prieto, nos lleva de recorrido por ese nicho de resistencia en el que la vanguardia política y la vanguardia artística cubanas se estrecharon junto a su pueblo para combatir (…) No olvidemos que en 1993, en el peor momento del período especial, Fidel dijo en una reunión de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) aquella frase memorable: La cultura es lo primero que hay que salvar”.

Y es así. En su libro, Prieto Jiménez —actual Ministro de Cultura de Cuba—, realiza un recorrido cultural a través de escritos e intervenciones personales, de connotados intelectuales —Roberto Fernández Retamar, Cintio Vitier, Enrique Núñez Rodríguez, Miguel Barnet—, y de líderes revolucionarios, además de presentar textos asociados a la Historia, las Ciencias Sociales y la Literatura “que brindan la posibilidad de meditar acerca de los desafíos culturales de Cuba y el mundo”, y de reverenciar “la utilidad del Apóstol, paradigma de todos nuestros escritores y artistas”, pues “pocas naciones poseen un héroe universal; solo casos excepcionales tienen dos. ¿Cuántos mostrar, tres? Cuba puede: Martí, el Che y Fidel. Ellos recorren estas páginas de principio a fin”.

Sin lugar a dudas que Apuntes… no solo potencia en el lector el conocimiento e intercambio documental de saberes, discusiones y principios revolucionarios de intelectuales y artistas durante décadas, sino que también provoca el enriquecimiento de nuestra Cultura nacional, de aquella que en su discurso “Con todos y para el bien de todos”, Martí quería señalar la necesidad de dar cuenta de la complejidad de la formación nacional cubana, integrada por españoles, criollos, afrocubanos y gentes de otras etnias nativas y que la república independiente por la cual él luchaba y por la cual ofrendó su vida tenía que incluir a todas esas comunidades. Nación que, en consecuencia, tendría con el tiempo la misión de ser paradigma de las luchas emancipadoras en nuestra América contra un coloso norteño que ya lanzaba sus garras como águila en acecho, pero que a la vez saldría fortalecida gracias al triunfo de una genuina Revolución y de una cultura reverdecida desde todos sus ángulos y contextos.

Es por ello que:

Se dice Cubano, y una dulzura como de suave hermandad se esparce por nuestras entrañas, y se abre sola la caja de nuestros ahorros, y nos apretamos para hacer un puesto más en la mesa, y echa las alas el corazón enamorado para amparar al que nació en la misma tierra que nosotros. (2)

NOTAS:

(1) José Martí. Obras Completas, T.22, p. 305

(2) José Martí. Discurso “Con todos y para el bien de todos”. Liceo Cubano de Tampa, 26 de Noviembre de 1891.

Publicado: 2 de octubre de 2017.