Este lunes 20 de abril en la sala Caracol de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba tendrá lugar la presentación pública del largometraje documental Never ever neverland, de la realizadora cubana Marina Ochoa, que aborda los sucesos de la Operación Peter Pan, ocurrida entre los años 1960 y 1962 en Cuba.
El documental, que tiene una duración de cien minutos, es una coproducción del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos y la Villa del Cine de Venezuela; fue filmado en Cuba, Estados Unidos, Venezuela y Jamaica, y hace una dedicatoria especial a la directora de fotografía del mismo Yanay Araiz quien falleciera repentinamente a la edad de 29 años.
Ochoa tiene como antecedente a este trabajo el documental Detrás del cristal que codirigiera con el realizador Guillermo Centeno en 1994, y que es su primera incursión fílmica en el tema de la Operación Peter Pan, por medio de la cual salieron hacia Estados Unidos más de 14 000 niños cubanos que viajaron solos y que fuera concebida y organizada tras una campaña de terror, que sostenía que el gobierno revolucionario despojaría de la Patria Potestad a los padres de los niños cubanos y los enviaría a la Unión Soviética.
Marina -autora de la idea original, el argumento y el guión-, intenta reconstruir y presentar con entrevistas recientes y otras de la década del 90, la situación socio ideológica y psicológica en que se encontraban los padres que decidieron involucrar a sus hijos en esta operación.
La cineasta ha declarado que su intención es dar una visión complejizadora de este suceso insólito en la historia de América y reflejar las razones múltiples que llevaron a tantas madres y padres a preferir separarse de sus hijos a que éstos permanecieran en Cuba; persigue, dice, hacer un documental que sea una especie de sanación de los sentimientos de rencor y resentimiento de los Peter Pan hacia sus padres, entendiendo el proceso en que éstos habían estado inmersos y entendiendo la campaña que hubo contra ellos, los cuales estaban sometidos a una manipulación extrema en cuanto a la información que recibían acerca del comunismo y sus males.
Otro de los objetivos del filme es explicar este hecho histórico, las causas que lo motivaron, cómo se organizó y quiénes estuvieron implicados, porque en opinión de Ochoa existe un vacío informativo en este sentido.
El título del largometraje documental es un juego de palabras con “La tierra de nunca jamás” del cuento Peter Pan, lugar donde los niños pierden la memoria, las raíces y olvidan a sus familias.
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