En la segunda jornada de presentaciones el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau en la Feria Internacional del Libro, La Habana 2017, se realizó en la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña el lanzamiento del volumen Memorias a guitarra limpia, de Xenia Reloba y Celia Medina.

La sala Nicolás Guillén acogió a Xenia Reloba y a Víctor Casaus , director de ese centro y de su sello Ediciones La Memoria que publica este libro en dos volúmenes que reúnen relatos de los conciertos A guitarra limpia, realizados en esa institución entre 1998 y 2014 en su Patio de las yagrumas.

Casaus consideró que este es un libro útil y extraordinario porque recoge información sobre todas las generaciones y tendencias de la trova cubana.

Reloba evocó desde el inicio de su intervención al desaparecido trovador y compositor Santiaguito Feliú; luego explicó la estructura del libro; en el primer volumen que recoge los conciertos realizados entre 1998 y 2007, las autoras escogieron fragmentos de canciones de Silvio Rodríguez como pretexto para encabezar cada capítulo.

En el segundo (2008-2014) repitieron este recurso pero decidieron hacer un homenaje a Santiaguito Feliú y utilizaron sus temas, aunque señaló la autora “sus letras son probablemente las más herméticas de cuantas han producido los cantautores de su generación, sin embargo su significación que no se debe- y sería injusto pensar que así es- a su temprana muerte- justificaba con creces su elección”.

Este segundo volumen, comentó Reloba, difiere del primero en la naturaleza de los textos que completan la información relacionada con los conciertos; en el inicial fueron considerados anexos o complementarios pero en el segundo:

“Son esenciales para entender la evolución de un espacio que comenzó teniendo lugar sobre todo hacia el interior del centro y que con los años ha recorrido diversas latitudes dentro y fuera de Cuba promoviendo generaciones más o menos conocidas de cantautores a contrapelo de una tendencia que, al menos en el territorio nacional, continua privilegiando solo a unos pocos”

Resaltó entonces el apego del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau “de bregar a contracorriente; esa obsesión por los temas difíciles, pocos conocidos o soslayados por otros; esa capacidad de retomar caminos abandonados, batallas perdidas o casi, y hacerlos su camino, su batalla”.

Seguidamente declaró que esta admirada institución “ha fundado una memoria donde cabe lo mucho y lo poco-, estos libros son quizás una de las más claras evidencias de ese empeño (…) por sus páginas pasan, sin perjuicio, lo humano y lo divino de nuestra canción de autor”.

Finalmente enfatizó que el hecho de que este libro y otros existan se debe a dos virtudes esenciales de la institución y sus gestores: “el afán inclusivo y la vocación memoriosa; virtudes que aprovecho esta ocasión para celebrar en sus veinte, en sus muchos, en todos los años de gran trabajo por la cultura cubana del Centro Pablo”.