En el más reciente Sábado del libro se presentó el título La Cuba Company. Novela de una historia real, de Jorge Santamarina Guerra, publicada por la Editorial José Martí.
Es una novela de la historia real de la compañía Cuba Company, creada en y registrada en Nueva Jersey como propiedad estadounidense; su inicial acción fue la construcción del ferrocarril que enlazaría por primera vez a toda Cuba, para más tarde, extender sus propiedades y negocios hasta convertirse en una de las más poderosas compañías establecidas en la isla.
En la década de 1980, en Nueva Jersey, Juan Carlos Santamarina, sobrino del autor del volumen, encontró por azar tres cajas de documentación gerencial sobre la compañía Cuba Company, que le permitió realizar su tesis doctoral, basamento histórico de la novela y la cual fue defendida exitosamente por este en la Universidad de Rutgers, en 1995.
Yamilet Pérez Lavin, directora de la Editorial José Martí, dio la bienvenida a los participantes, en el lobby del Instituto Cubano del Libro, y leyó a las fichas curriculares del autor.

Rafael Acosta junto al autor del libro (Foto Susana Méndez)
Capacidad de la escritura histórica de explicar los acontecimientos
El doctor Rafael Acosta de Arriba presentó el volumen y confesó, en cuanto a la clasificación en la que colocar al libro -entre novela histórica o historia novelada- "me quedaría con la segunda definitivamente».
Más adelante añadió al respecto: "Cuando, como en este caso, la narración queda supeditada a un marco referencial probadamente histórico y que se respeta con responsabilidad, lo novelado se supedita por completo a la historicidad. Al final de lo que estamos hablando es de la capacidad de la escritura histórica de explicar los acontecimientos".
Se refirió a que esta es la línea conductual que ha seguido Santamarina en sus empeños literarios, desde que en 1975 conquistara el Premio David, por su cuaderno de cuentos Claves de guao (1977), "unas veces primando lo ficticio sobre lo histórico y otras a la inversa", aseguró.
Reveló entonces que Santamarina es nieto "de uno de los más grandes historiadores que ha dado Cuba: Ramiro Guerra y Sánchez, porque hay una gravitación genética que parece revelarse en el interés genuino del autor por los temas históricos".
En ese momento se apoyó en una cita de Ramiro Guerra: "La verdad es el criterio del estudio histórico, pero el motivo determinante de este es esencialmente poético", para remarcar que el autor proviene de ese origen intelectual.
Enfatizó seguidamente que La Cuban Company es un fragmento de la historia cubana "muy bien delineado y descrito", y enumeró los sucesos que se recogen en la narración: el cambio de siglo del XIX al XX, el surgimiento de la República en 1902, despuésde treinta años de cruento batallar independentista por los patriotas cubanos, las dos intervenciones militares de Estados Unidos y las camisas de fuerza de la Enmienda Platt, lo que trajo por consiguiente el arranque incierto del embrión republicano, y "la develación de las seculares pretensiones imperiales de los Estados Unidos, tanto como el entreguismo de algunas de las figuras de la política insular".
Consideró, luego, que la compañía Cuban Company, que llegó a poseer todos los ferrocarriles del centro este del país, "es radiografiada por el autor de una manera acuciosa e impecable", y agregó que su rigor detallista de la historia le otorga al texto un valor historiográfico notable.
En cuanto a la prosa de Santamarina, el presentador afirmó que es eficaz, amena, vigorosa y dotada de un extenso vocabulario, instrumentos con los que describe con elegancia el accidentado itinerario de la Cuban Compay en la primera mitad del pasado siglo (…) en el despliegue de dicho lenguaje, el pulso diestro del narrador queda confirmado.

Jorge Santamarina junto a Yamilet Pérez (Foto Susana Méndez)
El autor narra de manera amena y vigorosa los acontecimientos
A continuación, señaló Acosta de Arriba, que el autor coloca en su narración a personajes reales de la historia insular con sus propios nombres, tales como Gonzalo de Quesada, José Miguel Gómez, Tomás Estrada Palma. José Miguel Tarafa, Gerardo Machado, Julio Lobo, y otros "que actuaron realmente en papeles propios de un sainete deleznable", dijo, y destacó las figuras de Leonard Wood, que llegó a ser la cabeza principal de la primera intervención norteamericana, y William Cornelius Van Horne, fundador de la Cuban Company, y Percival Farquhar, su asistente, protagonistas ambos de la primera mitad de la novela.
"La perspectiva crítica de la historia que presenta el libro se agradece mucho", observó Acosta de Amiba, y argumentó que el autor no deja de señalar aquí y allá los desmanes de aquellos personajes ávidos de poder y riqueza "en una nación que salió de las guerras de independencia totalmente empobrecida y desgastada, así como decapitado su liderazgo".
Compartió también, que Santamarina "con habilidad y sapiencia" logra plasmar el complejo escenario histórico dela Isla, "en que los capitalistas de los ferrocarriles y el azúcar negocian y crean tensiones permanentemente con los sobornables gobernantes cubanos en busca del ambicionado poderío económico y político".
Opinó que las trampas que conforman dichas tensiones son narradas por Santamarina de manera ejemplar y que no solo muestra la historia cubana de la primera mitad del siglo XX, sino que "nos enseña cómo se fraguó una cultura social afectada por la frustración y el complejo de inferioridad nacional; demasiada corrupción entre los políticos lanzados sin pudor al saqueo del tesoro público; demasiado contubernio entre el crimen organizado y el poder", subrayó.
Hacia el final de su presentación, Acosta de Arriba comentó "Se trata pues de una historia en la que el narrador toma partido crítico y eso se aprecia con claridad, sin la menor carga de fundamentalismo o parcialidad ingenua; es el experimentado ojo historiográfico del autor quien nos habla".
Y convocó a la lectura de esta "historia novelada que merece la pena recorrerse de la primera a la última página. Se las recomiendo", concluyó.
No hay novela más enjundiosa que nuestra historia, dijo el autor
Por su parte, el autor agradeció al presentador, a los asistentes, y a todos los implicados en la publicación del libro, especialmente a la editora Ana María Díaz Canals.
"Como dijo Rafael, a mí me viene en vena el cultivar y el disfrutar la historia de Cuba; creo que no hay aquí novela mayor que nuestra historia, no hay novela más enjundiosa que nuestra historia", y advirtió que además, su otro abuelo Víctor Santamarina, "no escribió la historia pero la hizo, porque vino como mambí en la expedición de Francisco Carrillo, cuando la guerra del 95".
Dio a conocer, igualmente, que una primera versión de la novela fue publicada en los Estados Unidos, y que actualmente se comercializa por la plataforma Amazon.
Al aludir a algunos de los personajes reales que plasma en la novela, llamó la atención acerca de que cualquiera de estos, como Julio Lobo o José Miguel Tarafa, da para una novela, "en el escenario grande de la historia de Cuba, que es para mí, repito, la novela cubana insuperable".
Jorge Santamarina cerró el encuentro dirigiéndose a los futuros lectores de La Cuba Company. Novela de una historia real: "Lo que les pido es que tengan la paciencia de leerse este libro; ojalá que lo disfruten, como lo disfrutó el autor".

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