Tras cumplirse un año de su paso hacia la inmortalidad el Líder de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz, el más grande seguidor de las ideas de El Maestro, recibió en la habanera Casa del Alba Cultural el homenaje de otro hombre, martiano y fidelista de corazón y de principios: el doctor Armando Hart Dávalos, director de la Oficina del Programa Martiano.
En esta ocasión fue presentado el título Cuando me hice Fidelista de la pluma de Hart Dávalos —Casa Editorial Verde Olivo—, gracias a la meritoria labor de análisis, selección y compilación de su papelería personal y de un sinnúmero de documentos por parte de su compañera en la vida, la doctora Eloísa Carreras Varona.
“Con la presentación de este libro, Cuando me hice Fidelista, número dos de la Colección Cuba, una Cultura de Liberación. Selección de escritos del doctor Armando Hart, comencé a publicar los documentos del fondo personal de archivo en el marco de la Feria Internacional del Libro de La Habana 2017”, expresó la investigadora, para rememorar a continuación que “los apasionantes escritos reunidos aquí brotaron en las calles, en las cárceles cubanas y en la primera trinchera de la lucha insurreccional contra la tiranía batistiana; tienen la autoridad histórica que le asiste a su Autor, porque él mismo fue uno de los principales protagonistas de la lucha contra la dictadura desde el momento mismo del golpe de estado, por lo cual se trata de unos textos —cartas incluidas—, nacidos en su totalidad en el fragor de la guerra, por lo que cada uno de ellos está preñado de la urgencia con la que vive un gladiador clandestino en medio de aquel terrible campo de batalla por la libertad de Cuba en la década del cincuenta. En cada documento encontraremos la razón que le permite explicar lograr la unidad de todas las fuerzas de oposición a Batista bajo el liderazgo indiscutible de Fidel. Algo que ratifica durante todo el tiempo y que, definitivamente, condujo a la victoria de Enero de 1959”.
“Los trabajos aquí compilados, continuó la disertante, nos ayudarán a penetrar en las características, circunstancias y causas presentes en la década de los años cincuenta que desembocaron en el triunfo de la Revolución. En el libro aparecen distintos tipos de documentos: testimonios, material gráfico, valoraciones personales, cartas inéditas…En una buena parte de estas últimas, Hart tributa al género epistolar literario, un aliento ideológico, político, filosófico…porque incitan a este conocimiento (…) Llega un momento en que da rienda suelta a su imaginación y con ello aparece el hombre (…) Todas estas cartas cubren un momento muy importante para conocer al hombre que tenemos en Hart y el futuro que él vislumbró para su patria y con el que se siente feliz, porque para él la Revolución de Fidel triunfó para siempre y para quedarse (…) Porque él luchó para eso, bajo el mando de quien será para siempre su jefe y ejemplo indiscutible: nuestro Comandante”.
La también Profesora universitaria recalcó que “lo que le da verdadera unidad y caracteriza a toda esta papelería no es solo el período histórico en que fue escrita, no solo su pulcritud poética o intelectual, sino que todos estos papeles son la expresión acabada de los valores y la ética en los que se inspiraron los hombres de una generación, al dedicar sus únicas y genuinas existencias a darlo todo por la Patria martiana y fidelista; dispuesta a defenderla, incluso, a partir de sus existencias”.
Puntualizó además la doctora Carreras Varona que Cuando me hice Fidelista “viene a ser una contribución al análisis al cual estamos hoy urgidos, y en el que se necesita tener una comprensión más acabada de lo cubano (…) Es el acercamiento a una cultura política militante de vocación latinoamericana y universal.
En otra parte de su intervención subrayó que “para Hart, el hilo central que caracterizó a la Cultura cubana y, especialmente, a la Cultura Política cubana —desde su surgimiento en las postrimerías del siglo XVIII hasta hoy—, es su acercamiento a una Cultura política militante, de vocación latinoamericanista y universal (…) Todo el pensamiento que nos muestran dichas páginas está planteado por el doctor Hart frente o contra la nueva mentalidad plattista sin enmienda que, en su opinión, es la misma de siempre por su rancia esencia injerencista y neocolonialista”.
Finalmente, destacó que los textos incluidos en dicho volumen “en su totalidad, vienen a ser una propuesta al diálogo de generaciones sobre el futuro de Cuba y del mundo (…) Son una propuesta para una ofensiva por Cuba, por Martí, por Fidel, en su propuesta martiana-fidelista, latinoamericanista y anti-plattista; para desarrollar una Cuba cubana por siempre como nos enseñó Fidel”.
Armando Hart, un cubano caracterizado por su honor y decoro, y quien ha sabido brillar desde muy joven no solo como combatiente revolucionario, sino también como uno de los principales baluartes del pensamiento cultural y político de este país, y como apasionado martiano y entrañable compañero de lucha de Fidel.
Al frente de la Oficina del Programa Martiano y de sus innumerables proyectos, a este cubano de pura cepa y Fidelista, por añadidura, hay que agradecer su apoyo a la confección de la Edición Crítica de las Obras Completas de nuestro Apóstol, al igual que su interés en hacer hincapié en la defensa y perdurabilidad de nuestra memoria histórica, y la necesidad de profundizar en el estudio y la enseñanza de la Historia de Cuba en nuestros niños y jóvenes. Al mismo tiempo y, durante su desempeño como Ministro de Educación a inicios del triunfo revolucionario, se debe una de las tareas más importantes de este país, y de amplio reconocimiento internacional: la Campaña de Alfabetización.
La consagración del doctor Hart a la Revolución, su lealtad a Fidel y a Raúl, y su desempeño durante años como Ministro de Cultura —además de su amplia labor como investigador, crítico y ensayista en temas referidos a las esferas de la Educación y de la Cultura, en específico—, le han otorgado el reconocimiento de distintas organizaciones pertenecientes a dichas esferas, y de instituciones académicas nacionales e internacionales. Entre estas últimas la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Su vasto conocimiento referido a la vida y la obra de nuestro Héroe Nacional José Martí, y su concurso sistemático en relación con su investigación, análisis y promoción —además de sus aportes a la enseñanza y aprendizaje de ella—, ameritan aún más su bregar como intelectual revolucionario desde hace más de medio siglo. Desde febrero de 1997, es director de la Oficina del Programa Martiano adscripta al Consejo de Estado, además de presidir la Sociedad Cultural José Martí.
Ante la interrogante que le hiciese esta periodista hace años atrás: ¿Cómo se autocalifica? ¿Fidelista? ¿Martiano? ¿Marxista?, el doctor Hart expresó:
“Recordemos que el insigne pedagogo y patriota cubano don José de la Luz y Caballero, una de las más altas cumbres de nuestro pensamiento filosófico, afirmó: “Todas las escuelas y ninguna escuela: he ahí la escuela”. Yo me adscribo plenamente a ese pensamiento de Luz, tan dialéctico y a la vez racional formulado hace casi dos siglos, vinculado al método electivo de la filosofía cubana, que me permite coherentemente —como le permite a millones de cubanos y de otros países del mundo—, ser fidelista, martiano y marxista, todo a la vez y en una sola pieza”.
Cuando me hice Fidelista, volumen marcado por esa forma abierta, creadora, antidogmática, crítica y culta, representativa del pensamiento de quien fuese durante años el principal directivo de los Ministerios de Educación y de Cultura, uno de los principales artífices de la Revolución cubana y uno de los hombres más leales e identificados con Fidel.
Para rendir homenaje a nuestro Comandante en Jefe se dieron cita en la Casa del Alba Cultural el Héroe de la República de Cuba René González, además de investigadores, académicos, familiares, amigos, directivos de las instituciones martianas y de la Casa Editorial Verde Olivo.
Publicado: 23 de noviembre de 2017.
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