La presentación de los títulos El Che en la Revolución cubana (1), del prestigioso economista y profesor doctor Orlando Borrego Díaz, tuvo lugar en la sede de la Casa del Alba Cultural en esta capital, en saludo a los Aniversarios de la fundación de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) y del Cumpleaños 90 del Líder de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz.
La memoria viva como dirigente de una de las personalidades revolucionarias más relevantes del siglo XX, y forjador de la imagen y formación de un hombre más humano y digno social, cultural y políticamente, fue trasladada a través de un grupo de anécdotas y de comentarios de reconocido carácter didáctico y académico por parte de Borrego Díaz a un nutrido público conformado por, entre otros, compañeros quienes trabajaron o conocieron muy cercanamente al Guerrillero Heroico, durante sus funciones como Ministro de Industrias.
Afirma el Autor que: “De su participación en Industrias (1961-1965), existen innumerable documentos de todo tipo. Este volumen (VI) es una selección de los que consideramos más importantes y representativos de la labor desarrollada por él en aquella etapa fundacional de la Revolución cubana (…) Che visitaba constantemente las fábricas del Ministerio. De esas visitas son las notas tomadas por él que aparecen en “Observaciones realizadas en visitas a centros de producción” (…) Se destacan también los informes y debates de los consejos de dirección del Ministerio (…) intervenciones del Che en esas reuniones (…) En “Otros documentos escritos”, hemos incluido algunos referidos a estudios y análisis realizados personalmente por el Comandante Guevara, al estimar que estos complementan la visión de lo que fue su fecunda actividad durante los años en que se desempeñó como Ministro de Industrias, hasta su partida de Cuba rumbo al Congo, en abril de 1965”.
Asimismo, el Tomo V incluye discursos e intervenciones del Comandante Guevara durante sus funciones como Ministro en 1964 y 1965, dentro de los contextos nacional e internacional.
En otra parte de su intervención Borrego Díaz rememoró que “al profundizar en cuál es el deber social del trabajador en el Socialismo desde el punto de vista de la conciencia, el Che lo resumió en cinco puntos. Uno, producir en la cantidad necesaria y con la variedad adecuada; dos, producir con productividad máxima para lo cual hay que tener un alto nivel de conciencia; tres, producir con la máxima calidad posible; cuatro, al más bajo costo posible y, finalmente cinco, la diferencia entre precio y costo: la rentabilidad. Es por esto por lo que hoy debemos luchar económicamente”.
A la interrogante que, en varias ocasiones algunos periodistas le han realizado, sobre cómo vería al Che si se encontrase hoy entre nosotros afirmó que “de todo corazón lo vería dando todo de sí y más actualizado sobre todo lo que está aconteciendo en el mundo; muy estrechamente ligado a Fidel y a Raúl y luchando por la defensa de nuestros principios; analizando, discutiendo y con la absoluta lealtad que siempre practicó, siguiendo las enseñanzas de Fidel, y no permitiendo al imperialismo ni un tantico así. ¡Hasta la victoria siempre!”
“(…) todo el pueblo de Cuba está en contacto perenne con la ideología de los imperialistas, que se transforma, naturalmente, aquí, a través de aparatos de propaganda científicamente organizados para presentar la imagen oscura de un régimen que como el nuestro tiene que tener necesariamente imágenes oscuras porque estamos en un período de transición y porque no hemos sido profesionales de la economía y de la política con una amplia experiencia y con todo un equipo detrás (…) Y al mismo tiempo presenta la característica más alucinante, más fetichista, del régimen capitalista. Todo eso se introduce en el país y a veces encuentra eco en el subconsciente de mucha gente. Despierta, además, cosas dormidas que han sido apenas aplacadas por la rapidez del proceso, por la enorme cantidad de descargas emotivas que hemos tenido que hacer nosotros para defender nuestra Revolución; donde la palabra Revolución se ha unido a la palabra patria, a la defensa de todos los intereses, lo que para cada individuo es más sagrado independientemente incluso ya de su extracción social”.
(Fragmento de discurso del Ministro de Industrias Ernesto Che Guevara durante la clausura del Seminario “La juventud y la Revolución”, 10 de mayo de 1964).
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