Atentas al latir de Cuba, la Universidad de las Artes y sus filiales florecen en la nueva normalidad en éste octubre.
Paralelamente, las escuelas de arte van sumándose a la vida presencial -según los avances que permite la ciencia cubana con los excelentes resultados de la vacunación en el país- y se insertan con renovados bríos al quehacer de su esfera.
Al ISA diversos motivos le conminan a la acción más allá de la docencia y entre ellos está el programa en saludo a su aniversario cuarenta y cinco, que llevan adelante con el orgullo de su historia y su encargo social, los que le han merecido hoy liderar mundialmente la Red de Universidades de las Artes.
Al CNEArt, en su hacer como centro rector de las escuelas de arte en todo el país, le inspira también este fecundo período de festejos y resumen, y pronto anunciará el plan conmemorativo por los 60 años de creación de la emblemática escuela nacional de arte, ciudad de ensueño creada por Fidel, que hasta hoy va dando frutos multiplicada en cada región.
Son el ISA y el CNEArt instituciones hermanas, responsables de la formación de calidad y de la renovación permanente de la fuerza artísticadel sistema de la cultura, que se fortalecen cada día, en un entramado coherente que respalda el Estado junto a instituciones, organismos y asociaciones. Y son conscientes del papel que les corresponde en frontera y más allá.
Hoy cerca de 10 mil estudiantes de arte integran la matrícula de la enseñanza artística. Estudian desde diversos perfiles y planes de estudio, en abanico nacional, de punta a punta del archipiélago, y hasta en el Municipio Especial de la Isla de la Juventud.
Maravilla ver por ejemplo, a cientos de estudiantes de arte de nivel medio y universitario que comparten espacio en el singular complejo arquitectónico de Cubanacán, Patrimonio Cultural Cubano, como imagen-reflejo del hermoso legado que deja este sistema de enseñanza artística por más de seis décadas, hijo de la Revolución, en aporte de profesionalidad, valores y talento a la base espiritual de la Nación cubana.
Recuperan en estos días esos jóvenes artistas de hoy, prácticas culturales comunitarias a las que puso freno la Covid-19. Así, comprometidos con su tiempo y con el arte han decidido formar parte en un sinnúmero de actividades que se han organizado para diversos públicos y con un mismo valor social.
Es por ello que la Universidad lo mismo está en el surco abierto apoyando labores de la agricultura, que en la comunidad de Tierra Brava, en el Pabellón Cuba para homenajear a otra organización de cumpleaños como en los “cumple treinta y cinco” de la AHS, o en la sala de conciertos, o un patio común, el teatro, el jardín y cuanto espacio permita resignificar voluntades, multiplicar la alegría y erigir pequeños monumentos en homenaje a todos los que han contribuido al desarrollo de la institución en estos años, que parte de haber tributado a la cultura nacional, con las sucesivas graduaciones de artistas profesionales en formación desde 1977.
Y así también las escuelas de arte en actividades acá y allá, un poco menos en actividades directas por ser los más pequeñitos, aún en esquema de vacunación, pero ahí van con hermosas dedicatorias en concierto o danzando desde casa, allí en los matutinos especiales, donde se pudo comenzar las clases presenciales y fundamentalmente en las redes. En ese espacio están muy activos, en concursos internacionales online, en revistas digitales, en exposiciones virtuales, un Boletín y una edición especial promocional del programa en el canal de Youtube Enseñarte cada semana, entre otras muchas actividades, lleva este octubre.
En forma escalonada desde la primaria, pasando por el nivel secundario, el medio y hasta la universidad y el postgrado, la enseñanza artística cubana se cimenta en una estructura de continuidad y renovación, fortalece la calidad y potencia su alcance a nuevos estadios de desarrollo.
La cultura y la sociedad cubana recogen los frutos cada año de los que se van educando. Generaciones de cubanos ya han podido realizar de la forma más eficiente inclinaciones y talentos personales en el mundo del arte.Gracias a ello, más de 65 mil artistas son egresados del sistema nacional de enseñanza del arte.
Un tributo imprescindible a la obra será sostener la calidad de esta enseñanza, la sucesión pedagógica, el perfeccionamiento contínúo y luego, que podamos realizar una programación de manera más efectiva, en las grandes salas, tanto como en las comunidades; y que la organización institucional y económica lograda favorezca que todo ese talento no solo siga dignificando a Cuba, sino que sientan y puedan desarrollar su carrera artística prósperamente en su propia tierra; que las futuras generaciones sean cada vez más comprometidas con su identidad cultural.
¡Estudiantes y egresados: Cubanos todos al servicio de la Cultura y de la Nación!
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