Hace apenas un mes Ernesto Limia, historiador y escritor, y el cantante Raúl Paz se adentraron en un proyecto lleno de desafíos y enigmas. Dos personas de profesiones diferentes se enfocaron en un mismo propósito, generar diálogos en las universidades cubanas: pa` conectar sentimientos.
Este viernes Raúl Paz y Limia pretenden cerrar con broche de oro esta gira, que contó con el apoyo de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y la Asociación Hermanos Saíz (AHS), mediante una gran fiesta de la cultura y el pensamiento en la capital.
Antes de que todo termine, Raúl Paz comenta que significó Diálogos itinerantes y cómo fue el proceso de ensamblaje de esta iniciativa.
– ¿Cómo ha funcionado la trilogía FEU- Limia- Raúl Paz?
Al inicio tenía preocupaciones por la dificultad que existía en unir a un escritor con un músico, es decir agrupar la farándula al pensamiento en un mismo objetivo, aunque particularmente me considero un cantante de pensamiento. El engranaje funcionó de maravilla, principalmente con el apoyo que brindaron la FEU y la AHS.
Soy un gran fan de Mella y de ese concepto que implica la FEU, así como de su relación intrínseca con la cultura. Nuestros líderes, formados en las casas de altos estudios cubana, siempre han sido gente culta, y que mejor lugar que nuestras universidades para generar debate.
La FEU nos apoyó muchísimo. Limia y yo, que éramos amigos y ahora mucho más, desde un inicio queríamos compartir este proyecto con esta organización. Aprendimos mutuamente a comunicar e intercambiar con la gente. Fue una experiencia maravillosa. Primero realizábamos la presentación del libro, todo informal, para comunicarnos con los creadores que participaban con nosotros y terminar en una gran fiesta.
– ¿Se logró cumplir con la meta principal de Diálogos Itinerantes, generar debate en las universidades?
Esa aspiración está mucho más cerca de lo que se cree, incluso de lo que yo creía. Muchas personas opinan que los jóvenes no tienen ganas de pensar, y no es así. Sucede que no le dan la oportunidad.
Personalmente detesto el concepto “ellos quieren eso, denle eso”. Eso es falso, y este proyecto lo demostró. La juventud cubana tiene ganas de que le den tareas y los hagan pensar, reflexionar, y hay que hacerlo mediante los códigos que se están inculcando en las escuelas.
Los jóvenes de nuestro país van hacer cosas, están destinado a ello; solo que estamos cometiendo un error: los estamos tratando con códigos de otras épocas. Este es el momento de su revolución, de sus cambios y la solución más eficiente es tratarlos con sus propios códigos, los de esta generación.
Eso es un poco lo que estamos tratando de hacer. Limia escribió su libro Cuba: ¿fin de la historia? con códigos de hoy y yo particularmente me considero un artista con los mismos pensamientos actuales.
Creo que con la gira se logró encender esa semilla de por qué no, de hacerse preguntas, de indagar, preguntar y generar el debate, que cuando empezaba no tenía para cuando acabar. Y eso lo aseguro, los jóvenes tienen ganas de que los hagan pensar, pero si no le damos las motivaciones para que lo hagan, estaremos perdidos.
-¿Cómo valoras la aceptación del proyecto?
El cariño que hemos recibido y el interés que hemos visto en todas las universidades en las que hemos estado ha dado pruebas del interés de los jóvenes en el proyecto. Pero la respuesta solo la pueden dar ellos.
“Nunca he dado un concierto en la escalinata, pero qué mejor lugar para cerrar. Haremos este concierto grande, vinculado a todas las aristas de la cultura”, confiesa Paz, quien continua sus proyectos y en julio próximo estrenará un nuevo disco de la mano de Pablo Milanés, Ray Fernández y Polito Ibáñez, entre otros.
Y, ante la pregunta de la influencia en su carrera de Diálogos Itinerantes, prefirió dejar la repuesta al tiempo. “Estamos todavía en el proyecto, creo que me ha llegado muchísimo y saldrán nuevas ideas e iniciativas, pa` conectar sentimientos”.
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