Los estudios sobre la historia cultural de Cuba despiertan el interés de numerosos especialistas y lectores del país. Los dedicados a la investigación historiográfica, no exentos de detractores, se introducen, de forma progresiva, en el fascinante mundo de la espiritualidad como parte inseparable de los procesos de una determinada sociedad.
Si se asume a la cultura desde sus esencias universales, necesariamente debe conformar las visiones científicas e ideopolíticas sobre los fenómenos de todas las épocas, incluyendo, por supuesto, a la contemporánea. Cuestión metodológica aplicable en todas las esferas de las ciencias sociales.
La cultura es la vida misma. Sin ella no tiene sentido la existencia humana. De ahí la importancia de su fortalecimiento mediante el desarrollo de los saberes capaces de enriquecer el acervo de los pueblos. Sin conocimientos no hay sentido de pertenencia ni ideología sustentable de los proyectos políticos tendentes al mejoramiento humano. La inopia conduce a la materialización, a veces indefinida, de las causas retardatarias del progreso social y de la injusticia como poder político. El mundo actual da fe de lo anteriormente expresado.
Exponer los valores morales de los pueblos, así como de sus figuras relevantes, a lo largo de su historia, deviene en labor imprescindible para el justo entendimiento sobre los derroteros de la contemporaneidad cuyo destino preocupa a los que apuestan por su salvación. Es, además, situarse en el centro del debate generador de esperanzas.
Dentro de esa línea de pensamiento puede ubicarse la obra de conjunto de la Dra. en Ciencias Históricas Danay Ramos Ruiz, profesora de la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana y, por contratación, del Instituto Superior de Relaciones Internacionales, además de investigadora, es altamente conocida en los círculos académicos cubanos e internacionales.
Los resultados de sus investigaciones científicas son apreciables en la multiplicidad de ensayos, artículos, colaboraciones con diferentes instituciones y de textos merecedores de premios nacionales y, sobre todo, de los lectores en general. En cada realización de Ramos Ruiz está presente su profundo y adecuado dominio de las ciencias sociales, y de la historia en particular.
Como resultado de lo anteriormente expresado, se presenta su excelente monografía titulada Ni juramentos ni milagros. Raúl Roa en la cultura cubana, premio Editorial de la Universidad de La Habana, 2016.
La vida y obra de Raúl Roa García ha sido estudiada, por lo general, desde el ángulo ideopolítico y literario. Hombre de acción y pensamiento, no ha pasado inadvertido por los cientistas sociales, investigadores y escritores literarios debido a su ininterrumpida impronta en la vida política y cultural del siglo xx cubano. Como político intelectual de gran valía para la comprensión de los procesos sociales del país, emerge en todos los imaginarios posibles, dentro y fuera de los círculos elitistas, como parte del protagonismo de los movimientos revolucionarios acaecidos en Cuba.
El libro de Danay Ramos profundiza, con celeridad, en uno de los aspectos de Roa menos investigado: su pensamiento cultural. Cuestión avalada por la urgente necesidad de aprehender de una época altamente dotada de universos espirituales. Los prejuicios, sin embargo, hacia semejante develación han imposibilitado, en algunas ocasiones y en determinados círculos de opinión, la sistematicidad de su estudio.
La obra mencionada de Ramos Ruiz abre nuevos horizontes a la investigación científica, valor indiscutible que denota su capacidad de apertura hacia la polémica y de profundización en el complejo mundo que media desde la república burguesa hasta los inicios de la Revolución Cubana.
Semejante aseveración está basada en el abundante arsenal informativo desplegado en su investigación, otrora tesis doctoral, sustentado en fuentes archivísticas, bibliográficas y testimoniales. A lo que deben sumarse las artes visuales.
El lector, docente, investigador o simple interesado en la historia cultural, tiene ante sí un universo de conocimientos: teorías y métodos, historicidad de los procesos políticos y sociales del siglo pasado, interioridades de la continuidad y ruptura de la Revolución Cubana en sus tiempos fundacionales, divergencias y convergencias con los movimientos contemporáneos de América Latina y sus interiorizaciones en nuestras realidades, comportamientos del difícil ámbito de las políticas culturales dentro de la sociedad insular desde la actuación de Roa como Director de Cultura del Ministerio de Educación en los inicios de la década del cincuenta hasta su ejercicio como primer Canciller del gobierno revolucionario; movimientos intelectuales de disímiles naturalezas y propósitos, interpretación de la obra específica de quien sentó pautas como orador, prosista y hombre sensible a las mejores causas de su país natal.
Más que una historia de vida, es una obra necesaria y útil para la comprensión de una etapa histórica cuyo conocimiento resulta imprescindible para el enfrentamiento y desarrollo de los retos actuales de la sociedad cubana.
Su elegante escritura también contribuye a la generación de ideas capaces de incentivar el fortalecimiento de nuestra cultura política. Hay mucha sensibilidad en quien desde la intimidad de su oficio conmueve desarrollando inteligencias.
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