En el espacio semanal Jueves Literario. Letras y Audiovisuales, que convoca la Asociación de Escritores de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, se conmemoró el aniversario 80 del inicio de la Guerra Civil Española y del fusilamiento en Granada del universal escritor Federico García Lorca.
La poetisa Aitana Alberti León, hija de Rafael Alberti entrañable amigo de Lorca, condujo el encuentro y recordó que el 18 de julio de 1936 se sublevó el General Francisco Franco en Marruecos, que en ese momento era colonia de España, iniciándose así la Guerra Civil Española, “una guerra que nadie podía imaginar que iba a durar casi tres años”, pero, subrayó, “fue así por el apoyo que recibió Franco del nazismo naciente, a través de las figuras de Adolf Hitler y Benito Mussolini”.
La escritora analizó con pesar las causas de la muerte de Lorca el 19 de agosto de 1936, el hecho de haber viajado a Granada a celebrar, --lo cual era un ritual familiar-- el cumpleaños de su padre, pero Granada apoyaba a Franco; “si no hubiera ido no hubiera sido fusilado, porque Madrid enfrentó a los sublevados y fue un bastión de la República Española hasta el final de la guerra. Es una cosa verdaderamente terrible, sobrecogedora e inexplicable que Federico haya sellado su destino y su muerte con ese viaje a Granada”, subrayó.
A continuación Aitana Alberti dio lectura a un fragmento de un texto escrito por el chileno Pablo Neruda, en ocasión de un homenaje a Lorca, llamado “Querían matar la luz de España”,que en un momento apunta: «La crónica oficial describe su muerte como una fatalidad de los primeros días sangrientos, pero no es así, lo prueba el hecho de que otro maravilloso poeta, el joven Miguel Hernández fue mantenido hasta morir en los presidios fascistas; se trató de una agresión contra la inteligencia (…) el martirio del poeta fue un asalto de la oscuridad, querían matar la luz de España”.
Relató luego que poco tiempo después del arribo de su padre y su madre, la escritora María Teresa León, al exilio en Argentina en el año 40 después de la guerra, Alberti dio una conferencia titulada Federico García Lorca: poeta y amigo, en la ciudad de Córdova, en la cual incluyó “Elegía al poeta que no tuvo su muerte”, uno de los varios poemas que dedicó al poeta asesinado, a lo largo de su vida; Aitana leyó esta composición lírica que en una de sus estrofas dice « debiste de haber muerto sin llevarte a tu gloria/ ese horror en tus ojos de último fogonazo, /ante la propia sangre que dobló tu memoria/toda flor y clarísimo corazón sin balazo».
Seguidamente fue proyectado el documental Federico García Lorca. Retrato de familia, del realizador español Enrique Nicanor, el cual alterna con excelente factura y edición, entrevistas a la hermana del poeta, a algunos de sus sobrinos, a amigos de él y de la familia y a importantes estudiosos de su obra, tanto en España como en Estados Unidos, con imágenes del escritor, algunas de sus pinturas y la lectura en off de una selección muy cuidada de escritos suyos, tanto en prosa como en verso, que llevan el hilo cronológico del audiovisual que abarca desde su nacimiento el 5 de junio de 1898, hasta el 9 de agosto de 1936, el último día que sus familiares lo vieron con vida en Granada.
Lamentablemente fueron muy pocos los asistentes a este tributo, a pesar de la monumental figura que lo motivó, un hombre cuya huella humana y literaria es parte imprescindible de la cultura cubana.
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