Solamente el talento permitió que veinte estudiantes de la Escuela Profesional de Arte (EPA) Eduardo Abela de Artemisa culminaran sus estudios en el nivel elemental.

Poner el arte al servicio de los demás será el objetivo fundamental de cada uno de los muchachos que aquí se forman en las especialidades de música y danza.

Con la presencia de autoridades políticas del territorio y familiares, la segunda graduación pasó a ser una pequeña muestra de lo mucho que hacen cada uno de estos alumnos provenientes de las provincias más jóvenes de Cuba.

En el acto—devenido derroche de cubanía— fueron agasajados los escolares más destacados en el curso que ya concluye: Delani Valenzuela Delgado y Loraine Delgado González.

“Actualmente en el centro se estudia un total de 14 líneas para carreras largas como violín, chelo, contrabajo… y para carreras cortas otro grupo de instrumentos que son conocidos como el saxofón, la flauta, entre otros instrumentos de percusión y cuerdas, según Yosvany Denis López, director de la EPA.

“En los próximos meses comenzaremos las captaciones. Iremos en busca de los mejores talentos a través de pruebas rigurosas”, declaró el directivo.

Enseñanza artística cubana: talento seguro.