¿Reconciliación?, es el título de una exposición colectiva de destacados artistas plásticos cubanos, que se inauguró en el mes de agosto de este año, en la Galería Universitaria “Ramón Alba del Canal”, en la ciudad de Xalapa, Veracruz, México.
Esta exhibición de Arte Cubano en tierra mexicana, constituyó un evento de gran resonancia, a tal punto, que medios de comunicación de la prensa plana, radial y televisiva de la hermana República, se hicieron eco de la misma junto a los aplausos del público visitante.
La idea de la muestra estuvo inspirada en un hecho muy especial: los contactos establecidos entre Cuba y los Estados Unidos a fin de intentar normalizar las relaciones entre los dos países.
Así lo cuenta en el catálogo, el curador de las obras, el arquitecto Augusto Rivero Mas:
“Esa idea la propuso el Maestro mexicano Gustavo Olivares, a partir de que los hechos, intercambios de banderas, reuniones y contactos entre Cuba y EEUU que sucedieron durante mi estancia en Veracruz, en el 2015. Yo era el primer sorprendido con los novedosos acontecimientos y casi no tenía respuestas para las tantas preguntas que se me hacían en cualquier lugar que me encontrara: conferencias, conciertos, reuniones entre amigos y colegas, en fin, casi todo el tiempo lo pasé tratando de explicar o dar mi criterio sobre algo inusitado e incomprensible para gran parte de los contactados, incluyéndome a mí”, y agrega:
“Se me ocurrió el título de la exposición: ¿RECONCILIUACION?, una interrogante muy atractiva para una serie de destacados artistas plásticos residentes en Cuba, que han vivido y sufrido los avatares de estos tormentosos tiempos y que, por las características de sus líneas de trabajo y su agudeza para detectar y expresar la actualidad política, social y económica del mundo en general y de nuestro país en particular, podrían conformar una excelente exposición colectiva con la que daríamos algún tipo de respuesta, a las interrogantes de los xalapeños y a todos los mexicanos.”
En resumen, conforman esta muestra, seis artistas plásticos cubanos de reconocido prestigio nacional e internacional, con seis obras cada uno y con sus características particulares para asumir sus respuestas a la interrogante planteada mediante sus distintas técnicas expresivas.
Ernesto Fernández Valmaseda (Magua), creador que sabe deslizar cuidadosamente ideas comprometidas con su entorno social y político, en el que se desenvuelve como un hombre de a pie, sencillo, nada obcecado con triunfos o derrotas, fama o aplausos. Lo distingue, pues, esa hibridez expresiva que acusa una zona importante del arte cubano contemporáneo.
Guillermo Alejandro Ramírez Malberti, que no anda con afeites ni excesivas hipérboles. Sus imágenes legitiman por sí solas la creencia de que nada, ni nadie, sería capaz de superar la ampulosidad o el jolgorio cotidianos, y hacia ello perfila toda su voluntad de testimonio, sin desdorar incluso el crédito de lo autobiográfico.
José Ángel Toirac Batista, el que día tras día, va archivando imágenes de los periódicos, revistas y libros de historia que luego usa como referencias y material de trabajo. Su método de creación es reconsiderar todo ese material en correspondencia con cada idea para cada obra en particular o para toda una serie de obras. Su trabajo, en apariencia realista, es profundamente realista.
Reynerio Tamayo Fonseca, el pintor-humorista y también viceversa, es un sorprendente reciclador de imágenes de las más diversas procedencias: grabado japonés, pintura española de los siglos XVII y XIX, de las vanguardias (cubismo, futurismo, surrealismo, suprematismo), así como del pop, los comics, etc. Los ecos de la historia del arte que nos hace llegar a través de la dinámica peculiar de su discurso, son muy interesantes.
Rubén Alpizar Quintana, la esencia de sus obras propone un marcado interés por la recuperación del pasado: cuestionar tanto la historia como el mito, examinar y fusionarlos con la ironía, la fantasía personal y nuestras proyecciones colectivas actuales.
Kadir López Nieves, refleja en sus cuadros el resultado de una particular investigación en la historia económica y social de Cuba; resulta una incursión sobre el pasado, revisión de la historia desde el presente al ofrecer novedosas sugerencias con una clara intención de juego y rejuego.
Para muchos en el mundo, comenta Augusto, “y sobre todo para los cubanos residentes en la Isla que, por 57 años hemos sufrido las constantes amenazas, sabotajes, invasiones, asesinatos e intentos de ellos a nuestros máximos líderes y el salvaje, extra territorial e ilegal bloqueo económico y comercial más extenso y cruel de la historia de la humanidad, parece casi imposible la ¨reconciliación¨ entre dos históricos enemigos, cuyas pugnas se remontan a 1898, cuando las fuerzas invasoras de EEUU no permitieron el triunfo -ya logrado- de los aguerridos mambises cubanos sobre las tropas coloniales españolas, y desde entonces, nos mantuvieron bajo gobiernos entreguistas pro-estadounidenses, con una enmienda a nuestra Constitución a través de la cual, se apoderaron de parte de nuestro territorio, hasta que nuestro pueblo pudo lograr la verdadera libertad en 1959, con el triunfo de los invencibles ¨barbudos¨ de la Sierra Maestra”.
He querido que mis lectores conozcan, que el éxito de la exposición ha sido extraordinario. Un ejemplo más de la fuerza creativa de nuestros artistas. Una respuesta cubanísima, que los mexicanos han sabido distinguir y apreciar en toda su verdadera dimensión. El propio curador de la exposición, Augusto Rivero, tuvo tres programas de TV, y varias entrevistas en radio y prensa escrita.
Un tema candente y sobre todo en estos momentos, cuando ya ha pasado mucho tiempo y aún habría que resolver muchas cosas entre los dos países para lograr normalizar las relaciones. Esta inquietud de los artistas, es la inquietud de la mayoría de nuestro pueblo.
¿Podrá haber, algún día, una verdadera reconciliación entre las dos naciones?
El bloqueo impuesto por Estados Unidos contra Cuba, daña principalmente a los cubanos y también a otros pueblos del mundo. El bloqueo es una violación del Derecho Internacional, inmoral y cruel.
Las cartas están sobre la mesa de negociaciones.
Somos un pueblo de paz y de futuro, pero nunca cederíamos a nuestros principios de soberanía e independencia.
¡No se puede olvidar la historia!
Como Martí, pudiéramos decir: “El cubano, indómito a veces por lujo de rebeldía, es tan áspero al despotismo como cortés con la razón. El cubano es independiente, moderado y altivo. Es su dueño y no quiere dueños”.
Esta exposición de artistas cubanos que agradecemos, dialoga con la historia, vibra con el presente y aboga por un porvenir de paz, para la Nación cubana.
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