“¿Quedaría sin castigo la salvajada?
¿Tiene acaso un grupo de hombres derecho de arrancarles la vida
a sus semejantes con más impunidad de la que no tuvieron nunca los peores gánsters?
Hoy es Jorge Agostini, nuevo mártir en la lucha por la liberación nacional,
¿quién será el próximo combatiente en caer acribillado?”
Dr. Fidel Castro Ruz,
“Frente al terror y frente al crimen”,
periódico La Calle, 11/06/1955
El 9 de junio de 1955 fue asesinado impunemente, a plena luz del día, en la calle 4 entre 15 y 17, El Vedado, Jorge Agostini Villasana,[i] de 45 años, por el esbirro batistiano Julio Stelio Laurent Rodríguez (1910, Cuba - 2000, Miami, EE. UU.) Alférez de Fragata y Jefe del Servicio de Inteligencia Naval (SIN), Marina de Guerra del gobierno dictatorial de Fulgencio Batista y Zaldívar.
Trasladado a un centro hospitalario cercano, donde fue abandonado su cuerpo: “Los forenses certificaron que había fallecido “por hemorragia interna a causa de 21 perforaciones de arma de fuego”, recibidas “a una distancia de 75 centímetros (menos de un metro) de sus agresores, muchas de las heridas las tenía en la espalda”. Sus manos no presentaban evidencias de haber disparado”[ii].
Una gran conmoción recorrió la opinión pública, y la denuncia de Fidel Castro Ruz calificó justicieramente el crimen, en el artículo mentado a la cabeza de este trabajo. Jorge Agostini era un revolucionario cubano y deportista bien conocido. Sus luchas a favor de la independencia y la democracia en Cuba, contra las dictaduras de Gerardo Machado y el golpe traicionero de Batista en 1952; su participación en la guerra civil, contra el fascismo, en España, y sus notables triunfos en el deporte del florete y la espada le atrajeron merecidos reconocimientos y popularidad.
Nacido el 5 de febrero de 1910, en Mayarí, pueblo de la antigua provincia de Oriente, se trasladó a los 16 años hacia el Occidente del país para estudiar en la Escuela Naval del Mariel, de la cual egresó en 1931, graduado como alférez de fragata. Su trayectoria profesional en la Marina de Guerra de la República de Cuba fue en ascenso, solamente interrumpido por su intransigente accionar político ante los regímenes dictatoriales de Gerardo Machado y Fulgencio Batista.
En tales ocasiones, se situó junto a las fuerzas revolucionarias encabezadas por jóvenes líderes, Antonio Guiteras Holmes y Fidel Castro Ruz, en apoyo a la vía de la insurrección armada, por lo que tuvo que renunciar a sus cargos militares y emigrar a los Estados Unidos de América más de una vez, cuando le fue necesario para salvar su vida.
Durante su exilio en el vecino norteño, escapando de la persecución machadista, contactó a los emigrados cubanos que se organizaban para ir a España a defender la República y se enroló en esta misión internacionalista, partiendo en 1937 hacia los campos de batalla republicanos. Fue nombrado comandante y llevó a cabo acciones navales de importancia. “Con su pericia y audacia logró burlar el bloqueo nazifacista a Cataluña. También trasladó a numerosos combatientes a Málaga y en los finales de la contienda se le designó coronel jefe de la retirada de Cataluña.”[iii]
Al finalizar la guerra civil española, después de pasar por el internamiento en un campamento de prisioneros, logró regresar a Cuba en 1940. Bajo el primer gobierno electo de Fulgencio Batista se reintegró a la Marina de Guerra.
Fue en 1946 cuando sus éxitos deportivos le otorgaron fama nacional e internacional. Ese año fue campeón de florete y espada (individual y colectivo) en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla (Colombia). En 1948 participó en los Juegos Olímpicos de Londres sin llegar al podio. En los Juegos Centroamericanos y del Caribe (en Guatemala), 1950, fue floretista de plata y obtuvo oro por equipos.
Al año siguiente, 1951, se efectuaron los primeros Juegos Panamericanos y la representación cubana logró la segunda posición en florete por equipos y el tercer lugar en espadas. A esta importante victoria contribuyó decisivamente Jorge Agostini.
El ilegal golpe de Estado de Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952, determinó el repudio de Agostini al gobierno de facto, y su posterior renuncia a su cargo en la Marina de Guerra. En consecuencia, su abierto respaldo a los asaltantes de los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en 1953, lo colocó en la mira del Servicio de Inteligencia Naval, donde servía Julio S. Laurent.[iv]
El proceso de concientización y rebeldía nacional contra los gobiernos corruptos, las crisis económica social y la dependencia, cada vez más evidente, de aquellos gobernantes a los intereses estadounidenses, así como el sentimiento antimperialista, alcanzó su punto culminante en los años 50´s.[v] Se incluyeron en dicho proceso los elementos minoritarios s más avanzados e íntegros de las distintas unidades militares republicanas.
Fue allí donde quedó sembrada y fructificó la semilla de la vida digna y revolucionaria de Jorge Agostini Villasana.
Notas
[i] “Jorge Agostini”: https://www.ecured.cu/Jorge_Agostini
[ii] García Fernández, Pedro Antonio: «El asesinato de Jorge Agostini», artículo publicado el 9 de junio de 2015 en el sitio web Cubahora (La Habana). https://www.cubahora.cu/historia/el-asesinato-de-jorge-agostini
[iii] Íbid.
[iv] “Julio Laurent”: https://www.ecured.cu/Julio_Laurent
[v] López Civeira, Francisca y otros: Historia de Cuba 1899-1958 Estado Nacional, dependencia y Revolución. Editorial Pueblo y Educación 2015, Cap. V.
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