Como transportado por una máquina del tiempo al Caribe de los años 50, se siente quien visita por estos días la Sala María Eugenia Haya (Marucha) de la Fototeca de Cuba, donde desde el pasado viernes y durante un mes se encuentra abierta al público la exposición MS Atlantic de Heinrich Heidersberger (1906-2006).
Medio centenar de imágenes, algunas en blanco y negro, dan testimonio del viaje que en 1954 efectuara el artista alemán de Nueva York a La Habana como fotógrafo del crucero que da nombre a esta muestra, exhibida ahora por vez primera en un país de nuestro continente.
Instantáneas de la gran ciudad estadounidense, origen del recorrido; así como de los pasajeros a bordo del buque y de las islas caribeñas a las que arribaron antes de entrar al puerto habanero, dan fe del talento de Heidersberger, ampliamente reconocido en Europa por ser uno de los principales exponentes de la fotografía arquitectónica e industrial.
No obstante, en la que puede ser considerada como una excepción dentro de su trayectoria, él trasciende el enfoque meramente turístico de la travesía, para legarnos con esta serie un documento gráfico de valor antropológico, capaz de legar a la posteridad testimonio de una época.
Unas trescientas diapositivas resultaron en total del crucero, copias de las cuales fueron vendidas en su momento a los pasajeros del MS Atlantic e incluidas posteriormente en el libro homónimo que se publicó en Alemania en 2006, durante las celebraciones por el centenario del autor.
La curaduría de la exposición corrió a cargo de su hijo, Benjamin Heirdersberger, quien viajó a La Habana para la ocasión; así como de Claudia Arcos, especialista de la Fototeca de Cuba.
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