“Quiero resaltar el amor de los matanceros, de los cubanos, por nuestro Sauto, Monumento Nacional. Un teatro querido, amado, potenciado por los espectadores, que lo aclaman en la llamada Atenas de Cuba”, confesó el director de dicha institución, Kalec Acosta Hurtado, próximo al aniversario 160 del coloso yumurino.
—¿Cuál es el programa para arribar a esa importante efeméride que se cumple el venidero 6 de abril?
“La intensificación de la jornada, iniciada a principios de año, la comenzamos el presente mes con nuestra inserción en la actividades de la XXXI Feria Internacional del Libro, donde acogimos la gala inaugural y la clausura con Miguel Barnet y Los Muñequitos de Matanzas.
“A continuación realizamos un concierto especial con la Orquesta Sinfónica de Matanzas y la agrupación Los coyotes, y seguimos el fin de semana con la presentación del sonado cantautor Adrián Berazaín. Después estará en nuestro escenario Teatro de las Estaciones, dirigido por Rubén Darío Salazar con diseños de Zenén Calero, ambos Premios Nacionales de Teatro.
“Asimismo, avanzamos los días con los espectáculos del Miguel Faílde In Memorian, el V Encuentro Internacional Danzonero, del 30 al 2 de abril, evento importante para nosotros que hemos sido sede de grandes conciertos de la Orquesta Faílde y del popular programa Danzoneando, trasmitido durante tres temporadas por Cubavisión.
“El colofón será el propio 6 de abril con el concierto de la Orquesta Sinfónica de Matanzas, bajo la batuta del matancero Enrique Pérez Mesa, titular de la Sinfónica Nacional, acompañando al maestro Frank Fernández, con obras al piano de su autoría. ¡Podrán imaginar!
“Contaremos también con la inauguración de una muestra del laureado fotógrafo Ernesto Cruz, inspirada en la historia del teatro y vista no sólo en su magnificencia estructural sino en la riqueza humana que abriga, tanto por la participación del público como con el bregar de los trabajadores: acomodadoras, especialistas, técnicos de audio y luces, tramoyistas… en fin, un homenaje a quienes han trabajado y laboran en este coloso cultural”.
—Son 160 años en un edificio enorme y complejo en su arquitectura y funcionabilidad, ¿cómo ustedes han podido mantener, no obstante los momentos materiales difíciles que vivimos, la majestuosidad de este coloso?
“Precisamente por el sentido de pertenencia que existe en el colectivo; el sentido de amor, de entrega de cada uno. Reconocemos al consejo de dirección que labora unido, de forma coherente, en función del rescate del patrimonio; en la búsqueda de presentar al público matancero espectáculos de calidad de la provincia, el país y el extranjero, porque hemos rescatado su presencia después de la reapertura.
“Al equipo de conservación debemos resaltarlo. Atesorar la historia y el patrimonio de este recinto es muy importante para la nación. Y junto a ello, resaltamos el apoyo que hemos recibido del Partido y el Gobierno en la provincia, en cuanto a todos los elementos logísticos que se necesitan para funcionar bien, con el objetivo esencial de mantener abierto el teatro”.
—¿Quiénes son los trabajadores más antiguos que permanecen activos?
“Contamos con tres: René Dámaso Almendáriz, Pirolo, maestro en la técnica de las luces, Premio Brene 2015 de la UNEAC en Matanzas; Pedro Naite en la tramoya y José A. Chirino Rosique en la producción. Compañeros consagrados a esta institución, que dialogan y transmiten sus conocimientos a los nuevos”.
—Una de las virtudes que caracteriza al colectivo de Sauto es el tratamiento diferenciado que le otorga al talento local, el cual desde su apertura el 6 de abril de 1863 engalana la programación del recinto.
“Propósito siempre ha sido fomentar el vínculo con los creadores e instituciones del territorio, si queremos mantener una programación estable y trascendente, elenco indiscutible son los grandes artistas matanceros, propuestas enriquecidas con aquellos que vienen de la capital, otras provincias y países, acogidos y aplaudidos todos por los amantes del arte”.
Enhorabuena para el Teatro Esteban, Sauto por la historia que se remonta desde mediados del siglo XIX y constituir uno de los emblemas distintivos de la Atenas de Cuba.
Deje un comentario