Por su valiosa y sostenida labor como poeta, narrador, ensayista y promotor cultural, el pasado año el Instituto Cubano del Libro decidió dedicar el capítulo espirituano de la gran fiesta de las Letras a Juan Eduardo Bernal Echemendía (Juanelo), un hombre sin el cual no es posible pensar la cultura de la Tierra del Yayabo en estos tiempos.
En lo que pudiera considerarse un reconocimiento por partida doble, la Feria Internacional del Libro de La Habana en su edición 33 congratula nuevamente a este intelectual, al abrirle espacio este martes a la presentación de su volumen de relatos Gente que la calle conoció, publicado por la también espirituana Ediciones Luminaria, inmersa por derecho propio en las celebraciones por el aniversario 25 del Sistema de Ediciones Territoriales, SET, al cual le está dedicada la FILH 2025.
“El libro Gente que la calle conoció obtuvo el Premio de la Ciudad en el año 2002 y también el que otorgaba la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en la provincia con el nombre de Identidad.
“Pasado el tiempo ese libro tuvo muy buena acogida, fue muy bien aceptado por los espirituanos. Se hizo una primera edición en 2009 y fue una edición ampliada, incluyó más personajes populares y agregó otros nuevos que, por razones de espacio, no habían sido incorporados en el 2002.
“Y como es un libro que ha sido agradecido, se decidió una tercera edición que es la que se presentó ahora en La Cabaña. Una tercera edición que, como la segunda, también incorporó nuevos personajes populares; personajes que vienen sostenidos en la memoria histórica; personajes que recordó y más tarde esbozó ligeramente el Historiador de la Ciudad Segundo Marín García, permitiéndome a mí reconstruirlos a partir de una impresión un poco más ampliada y la valoración de determinadas atmósferas.
“Esa es la historia de este libro que recoge a esos sujetos que más bien son la expresión de la gente sin historia, pero sin los cuales no es posible construir la historia espirituana”.
Así resume Gente que la calle conoció el también presidente de la filial espirituana de la Sociedad Cultural José Martí, institución desde la cual ha organizado durante algo más de un cuarto de siglo el Coloquio Voces de la República, evento que, partiendo del análisis profundo y desprejuiciado de ese período de nuestra historia, permite una mayor comprensión de la sociedad cubana contemporánea.
“…siempre hundiendo las manos en las esencias de la nación, de su terruño”. Foto: Cortesía de la autora
Con el idéntico propósito de acercarse a las características múltiples de nuestra identidad, alienta desde 2023 “El color de la nación”, proyecto acerca del cual explicó al Periódico Cubarte.
“Hace dos años surgió la iniciativa de activar un sistema de conferencias que tratara acerca de la discriminación racial en Cuba y otras formas inadecuadas para el tratamiento público.
“A partir de ahí nació la idea de ampliarlo porque descubrimos que el asunto no era solo de desigualdad racial, era expresión de muchas formas de desigualdad en la sociedad cubana.
“De tal manera que se activaron los resortes para discutir acerca de muchísimas formas de tratamiento social, público y a veces íntimo del cubano, naciendo así este espacio que denominé El color de la nación con el propósito no solo de referirnos al asunto de la discriminación del color de la piel, sino al color del cubano en todos los sentidos, el cubano desde la perspectiva más amplia, más diversa de la cultura, lo que permite también analizar algunas cuestiones que reflejan y manifiestan la diversidad cultural en nuestro país.
“Lo que surgió como un sistema de conferencias luego se articuló como un curso que permitiera llegar a toda la provincia. De modo que ya hay tres cursos que han recibido el beneficio de esta iniciativa.
“Ese es El color de la nación, un espacio que surgió como una expresión breve, pero que se ha extendido con una fortaleza tremenda hacia todos los municipios de Sancti Spíritus para tratar los asuntos profundos de la diversidad cultural cubana”.
Títulos como Diccionario de la trova espirituana, Espacios intangibles o Márgenes críticos ejemplifican, junto a otra veintena de textos publicados por Luminaria, la coherencia ética, intelectual de Juanelo; lo mismo desde un podio que frente al teclado de su computadora o en un stand de la Feria del Libro, siempre hundiendo las manos en las esencias de la nación, de su terruño.
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