En un bellísimo paisaje suburbano, en el reparto Callejas, del municipio habanero de Arroyo Naranjo, se encuentra el Museo Hurón Azul en lo que fuera la casa de vivienda del pintor y escritor Carlos Enríquez desde el 29 de septiembre de 1938 en que fuera adquirida por este y sus hermanas.
Construida con materiales reciclables adquiridos en un rastro de la ciudad, tiene la forma de una estación ferroviaria similar a una que el intelectual observara en el estado norteamericano de Pennsylvania. En su interior, se encuentran misterios como “la huella del Hurón Azul” que el artista creara desde la planta baja hasta el segundo nivel y otros encantos que hacen de la casa, un inmueble especial.
“…Porque si hay algo que se pareciera a Carlos Enríquez realmente era su casa… por tanto esta casa es como un aguafuerte de Carlos, como un retrato de Carlos…” dijera el periodista y lingüista Félix Pita Rodríguez en una entrevista en 1987, precisamente el año en que fuera inaugurado el museo. Fue el 21 de mayo de 1987 en que ocurriera el hecho, y declarado posteriormente Monumento Nacional mediante la Resolución 174 de 20 de octubre del 2000, en ocasión del Día de la cultura cubana, de la Comisión Nacional de Monumentos. Galardonado también con Distinción Gitana Tropical, máximo galardón de la cultura citadita.
Diecisiete años después, en 2017, tras el paso del huracán Irma, el inmueble sufrió daños y se determinó su cierre al público hasta que dos años más tarde, como parte de las inversiones por el aniversario 500 de la fundación de la villa de San Cristóbal de La Habana, se iniciara su restauración capital que culmina ahora en medio de las actividades por el aniversario 62 del triunfo de la Revolución.
Para Alberto Valcárcel Guevara, director del museo, “la reinauguración es todo un acontecimiento que rebasa lo local o lo territorial e incluso lo nacional, por el alcance universal de la obra de Carlos Enríquez, cuyos exponentes principales se encuentran aquí y otra parte, en el Museo Nacional de Bellas Artes”.
Sonia Virgen Pérez Mojena, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural; Santa Miralis Ricardo Tamayo, directora provincial de Cultura de La Habana, Lidia Caballero Batista y Ana Celia Pérez Rubio, directora y subdirectora respectivamente del Centro Provincial de Patrimonio Cultural, estuvieron presentes en el acto de reinauguración que contó con la conducción de la actriz Mirtha Lilia Pedro Capó y la actuación del coro infantil Cascabelito, de la Casa de Cultural Municipal Justo Vega, de Arroyo Naranjo, proyecto coral de 20 años de existencia bajo la dirección de Abel Ramos que obtuviera este año el Premio Nacional de Cultura Comunitaria y la Distinción Gitana Tropical.
Carlos Rubinos Lavado, primer secretario del Comité Municipal del Partido Comunista de Cuba en el municipio de Arroyo Naranjo y presidente de su Consejo de Defensa Municipal, cortó la cinta azul que dejó reinaugurada la institución cultural acompañado por Rafael Castillo Montoya, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular y vicepresidente del Consejo de Defensa Municipal y Kirenia Pomares, Intendente Municipal.
Ubicado en la calle Paz, que hace honor a su nombre por lo tranquilo del lugar y cerca de su intersección con la Calzada de San Agustín, el renovado Museo Hurón Azul, la casa de Carlos Enríquez, abre sus puertas al público habanero y a todos aquellos que visiten la ciudad procedentes de cualquier parte del mundo para descubrir en una aventura de pintura mural, autorretrato y cuadros diversos, las huellas de un hurón y un pintor extraordinarios.
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