La radio cubana se funda en agosto de 1922 y desde fecha muy temprana se apropia de la escenificación teatral.

Primero, una pléyade de actores y dramaturgos empíricos —como los hermanos Quintero y Francisco Barral—, replicaron en la red de emisoras habaneras las pequeñas piezas y skechts que representaban en las tablas. Luego, la necesidad de adaptar los clásicos de la dramaturgia universal impuso la renovación del lenguaje escénico-expresivo teatral, que esta vez debía adecuarse a las especificidades de un soporte tecnológico que difundía productos comunicativos que se escuchaban en la radiodifusión con objetivos comerciales, sustentada por los anunciantes.  

Los nuevos textos teatrales enfrentaron el reto de ajustarse a los reducidos tiempos de la emisión radial, estimular la imaginación y captar la atención de los tradicionales espectadores, ahora convertidos en oyentes. De manera acelerada, gracias al proceso de  prueba y error, se encontró el equilibrio entre la descripción y los diálogos para suplir la presentación cara a cara de los actores-actrices ante los espectadores, la escenografía y la ambientación tradicionales en el teatro.   

Entre tantos ejemplos legendarios hoy quiero recordar a La hora múltiple y a sus principales creadores, Luis Aragón Dulzaides —publicista y creador mediático— y Enriqueta Sierra, gestora de nuestras primeras escenificaciones radiales, tanto las  representaciones teatrales como las narrativas.   

El programa múltiple —luego llamado La hora múltiple— se difundió entre 1931 y 1937 por la CMX (1), planta propiedad del establecimiento Casa Lavin; es una creación de Aragón, importante precursor de nuestra publicidad y de la radiodifusión mercantil   cubana. (2)

Considerado el primer espectáculo radiofónico habitual de la radio cubana, inauguró el género revista. Entre sus diversas secciones estuvieron: los concursos de preguntas y respuestas al público presente en el estudio, la declamación de poesía, la interpretación musical, las charlas literarias e históricas con Jorge Mañach Robato, Ofelia Rodríguez y Carlos Robreño y hasta la crítica política revelada en las parodias de obras teatrales cubanas de reciente estreno, cantadas en coplas por Antonio Vall.  

Allí también Enriqueta Sierra dirigió el Cuadro de comedias de la emisora, integrado por aficionados y profesionales de la escena habanera –muchos de ellos, al paso de los años, marcarían hitos en la radiodifusión nacional—: Celia Adams, Luis Manuel Martínez Casado, María Guerrero, Aracelys Torres, Carmelina Pérez, Arturo Hernández, Pablo Medina, Tomasita Núñez, Marta Aspiazo, Santiago García Ortega, Rosario García Orellana, Hortensia Coalla, Antonio Vázquez Gallo, Tomás Cuervo, Miguel Llao, Antonio Valladares, Carlos Irigoyen, Manolo Villa, Ignacio Corominas (también cantante).

Esta revista la animaban el propio Aragón y Raúl Du Breuil, mientras que lo  musicalizaban Conchita Nogara (3) y Pablo Miguel (pianista), Amadeo Roldán (violín) y su hijo (violonchelo) y el flautista José M. Pacheco.

En 1937, cuando culmina su emisión, Enriqueta y Aragón firman contrato con CMQ Radio, donde muy pronto volverán a hacer historia al crear el primer espacio de la novelística radiofónica nacional: La novela radial; donde en días alternos se difundieron primero las adaptaciones de obras literarias universales como Cumbres borrascosas y, finalmente, los relatos escritos expresamente para la radiofonía.  

Aproximadamente en 1938 este espacio protagoniza un concurso singular, donde el jurado —desde sus casas, mientras escuchaba en tiempo real la interpretación de los actores y actrices de la dramatización—, elegía a quienes consideraban mejores para  protagonizar las siguientes novelas. Se denominó Concurso de La novela radial de Los precios fijos, porque era patrocinado por esa famosa tienda por departamentos capitalina.   

Enriqueta provenía del teatro cubano y desde los años treinta dedicó su vida a la radio, donde actuó, produjo y dirigió disímiles géneros dramatizados. En CMQ Radio fue la verdadera matriarca de la dramaturgia radial y una de las pocas mujeres que simultanearon la actuación, la producción y la dirección de dramatizaciones.

Por añadidura, lideró la formación dramatúrgica integral de innumerables actores y actrices empíricas que, gracias a ella, pudieron adquirir en el ámbito de la radio nacional los fundamentos de la locución, la actuación y la dramaturgia adecuadas para este medio de comunicación. Entre sus alumnas más relevantes, resultan inolvidables Raquel Revuelta y Gina Cabrera, verdaderas divas de la actuación nacional e internacional en el siglo XX.    

Desde 1937, Aragón dirigió la emisora Radio Progreso, donde propulsó los formatos escenificados. Luego, desde el Departamento de Publicidad de la jabonera Sabatés, fundó programas legendarios, muchos de los cuales tuvieron larga vida en el éter cubano. Entre otros, La música habla y La bolsa del saber, estrenados en RHC Cadena Azul, y que más tarde se replicaron en el video.

Luis Aragón fue uno de los fundadores de Unión Radio TV (Canal 4), nuestra primera televisora. Allí, desde marzo de 1951, dirigió Feria en la pantalla que se emitía entre lunes y sábado a las 7 p.m. Su permanencia en la pantalla nacional superó las quinientas emisiones, por lo cual se le llamó “el decano de los programas de video”.   

En 1952 actuó en un relato de autor cubano estrenado por la XHTV, canal de televisión mexicano. Entre 1954 y 1955, dirigió el colectivo de La novela del arroz Gallo en la revista Hogar Club, que Gaspar Pumarejo realizaba a través de su productora Escuela de Televisión que difundía sus producciones en el Canal 2 (Telemundo).    

A su rol de fundador multifacético en la radio y la televisión cubanas se suma su participación en la fundación del Colegio Nacional de Locutores, la Asociación de Anunciantes de Cuba y haber sido uno de los primeros presidentes de la Asociación Nacional de Profesionales Publicitarios. A la Escuela de Publicidad cubana y a la Universidad de La Habana, aportó sus conocimientos de manera directa en las clases de comunicación, donde compartía sus vivencias como publicista. 

Desde 1958, en México, actuó y dirigió dramatizados televisivos de diversos formatos, entre ellos las telenovelas fundacionales.  

Las primeras escenificaciones radiales fueron el embrión de nuestra vasta y enjundiosa narrativa mediática, que generó formatos que —como las aventuras y las novelas—, se multiplicaron luego en toda la Isla y fuera de nuestras fronteras.

El conocimiento y la creatividad de estos hombres y mujeres forjaron una obra colectiva que sustentó a las generaciones que hoy celebran otro aniversario de la Radio cubana.   

NOTAS:

(1)   Otras fuentes lo ubican en Radiodifusión O Shea.

(2)   Crea en 1921 la publicitaria Propagandas Múltiples —en activo hasta 1935—, la única de su época dedicada íntegramente a la comunicación radial. 

(3)   Esposa de Aragón.