Una retrospectiva de la obra cinematográfica de Estela y Ernesto Mario Bravo, a modo de tributo, quedó inaugurada ayer en la noche en la Sala 4 del capitalino Multicine Infanta y se mantendrá en esa cartelera hasta el 3 de marzo.
En la mañana quedó abierta en el lobby de dicho cine la exposición fotográfica Estela y Ernesto: testigos de una época, que integra además una muestra de carteles de algunos de sus documentales.
A continuación se produjo un intercambio entre el matrimonio Bravo y un grupo de intelectuales, trabajadores, especialistas y directivos el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), institución que organiza esta retrospectiva que abarca 18 filmes documentales.
Estela Bravo (New York, Estados Unidos, 1933) y Ernesto Mario Bravo (Buenos Aires, Argentina, 1929), residen en Cuba desde que en el año 1963 él fue contratado como docente e investigador en la Facultad de Bioquímica de la Universidad de La Habana.
Ella por su parte, laboró en la Casa de las Américas junto a Haydee Santamaría, fundadora de esa prestigiosa institución, y dirigió allí el Centro de la Canción Protesta.
Estela Bravo es una imagen dual; es de una delicadeza y dulzura amables pero sin embargo cuando se repasa su historia de vida se reconoce que desde muy joven fue una mujer recia, consecuente y aferrada a principios de justicia humana que le hicieron a los 47 años tomar por primera vez una cámara y comenzar a documentar en imágenes sucesos históricos y personajes con gran significación no solo para Cuba, sino también para África, América Latina, el Caribe y Estados Unidos.
Mario Bravo, microbiólogo, pero al igual que Estela, un apasionado de los documentales, ha sido guionista, productor y a veces camarógrafo en los proyectos audiovisuales que juntos han acometido.
Ambos, tienen el alto mérito de haberle regalado a los cubanos importantes documentos visuales de momentos reveladores de la historia patria, a través de una mirada conmovedora que se identifica con los más desposeídos, sobre todo en lo espiritual.
Mucho se ha hablado de la agudeza de la cineasta, considerada una de las más destacadas documentalistas del mundo, para conquistar en los entrevistados la respuesta necesaria que siempre va acompañada de la perspectiva humana de cualquier acontecimiento histórico.
Quizás a esto se refería Tomás Gutiérrez Alea cuando señalaba: « (…) los que se enfrentan a su cámara y a su micrófono quedan, de cierta manera, desarmados».
Por solo mencionar algunos de los más significativos filmes para el público cubano realizados por esta pareja de luchadores progresistas, recordemos Los que se fueron (1980), el primer trabajo; Los Marielitos (1983); Miami–La Habana (1992); Los excluibles cubanos (1993), y Operación Peter Pan (2001), entre los 43 que produjeron.
Específicamente, Operación Peter Pan, aborda la que constituye una de las páginas más desgarradoras de la historia de la Cuba posrevolucionaria, desde las vivencias de los protagonistas, con una apropiación objetiva del fenómeno y con la denuncia de que hasta los que tuvieron mayor suerte también fueron víctimas.
En el encuentro, los homenajeados evocaron hitos transcendentales de sus vidas: el primer encuentro, la admiración mutua, la decisión de unir sus vidas, el casamiento en Buenos Aires en 1956, y evidenciaron la comunidad de sentimientos en cuanto a lo humano, lo social y lo político, que aun es una constante para ellos.
Uno de los recuerdos más emotivos fue el relato del secuestro y las torturas a que fue sometido Ernesto Mario Bravo en el año 1951 durante la primera presidencia del general Juan Domingo Perón (Argentina,1895-1974).
En un momento de este conversatorio Benigno Iglesias, vicepresidente del Icaic aseguró que para él y sus compañeros «conocer la obra de Estela, más que una obligación profesional, ha sido un placer», pues explicó que su esclarecedora visión del mundo contemporáneo ha sido de mucha importancia y utilidad, y añadió que el resultado artístico de su obra tiene un secreto, «la pasión con que enfrenta todos sus proyectos». Agradeció seguidamente a ambos «por todo lo que han aportado a la Cultura cubana y en particular a nuestra institución».
Además de los mencionados filmes forman parte de esta retrospectiva: Gema de Cuba (2017); Mandela en Cuba (1991); Maurice (1984); Silvio y Pablo en Argentina (1984); Niños encontrados en Argentina (1989), entre otros que podrán ser revisitados por el público en el Multicine Infanta hasta el domingo 3 de marzo, al igual que la exposición Estela y Ernesto: testigos de una época.
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