A partir de mañana jueves 23 de diciembre y hasta el 28 de febrero próximo una leyenda ocupará la Sala Transitoria del tercer piso del Edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes. Antonia Eiriz. El desgarramiento de la sinceridad es el título de la exposición que abrirá allí sus puertas con cuarenta obras de la versátil y talentosa creadora.

La que se anuncia, será la cuarta muestra personal que se realiza en La Habana con obras de quien cariñosamente los más cercanos llamaban Ñica. Será la segunda organizada en la más importante institución museística del país tras aquella de 1964 en el espacio El artista del mes, derivada del impacto que ocasionó la que meses antes inaugurara en Galería Habana.

Pinturas, grabados y ensamblajes han sido incluidos en este proyecto que ha contado con la curaduría del Lic. Roberto Cobas Amate, experimentado especialista con más de 30 años de aportadora labor en el MNBA, decenas de exposiciones también en otras latitudes y varios textos publicados, el más reciente Arte Cubano. La espiral ascendente, libro imprescindible para el estudio del arte cubano en el período republicano.

_¿Desde el punto de vista curatorial qué se ha propuesto, en sentido general, con esta exposición?

“La exposición pretende arrojar luz sobre uno de los períodos más complejos de la historia contemporánea de Cuba, como fueron los años 60.

Antonia Eiriz fue protagonista del acontecer cultural de la época y estableció un intenso diálogo con acontecimientos trascendentales que ocurrieron con posterioridad al triunfo revolucionario de enero de 1959.

Me parece importante el rescate de esta figura imprescindible de las artes plásticas cubanas, cuya obra no es tan bien conocida por el público actual”.

_¿Será acaso esta la exposición más abarcadora con la obra de Antonia Eiriz, dentro y fuera de Cuba hasta la fecha?

“Nos hemos propuesto realizar una exposición antológica a partir de la magnífica colección de obras de la artista que posee el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, pero también en Estados Unidos se han realizado magníficas exposiciones con sus piezas de las cuales quiero destacar dos: Antonia Eiriz: Tributo a una leyenda, realizada en 1995 por el Museo de Arte de Fort Lauderdale que abarca la obra de la artista desde 1963 hasta 1995.

La otra muestra que tuve el privilegio de visitar fue Antonia Eiriz. Una Artista y su Público, realizada en 2013 en el Museo de Arte + Diseño (MOAD) de Miami, en la cual se expusieron obras de primer nivel con otras que había realizado en Estados Unidos a su regreso a la pintura.

La exposición que hemos concebido se concentra en los años 60, década crítica para la sociedad cubana de la época que tuvo, incluso, repercusiones internacionales”.

_¿Cómo explica el interés que despierta la obra de Antonia Eiriz, principalmente en las jóvenes generaciones de artistas y en los estudiantes de arte?

“Antonia Eiriz es una artista universal como lo fueron Goya y Picasso y también nuestro Wifredo Lam. La obra de estos grandes creadores siempre ilumina el camino de los jóvenes artistas porque de ellos siempre se aprende.

En la actualidad, la ascendencia de Antonia Eiriz no conoce límites. Su obra, de calidad excepcional, creada sin concesiones, la convierten en una de las artistas más prominentes de Latinoamérica y su ejemplo sirve de guía a las más jóvenes generaciones que aun ven con emoción el impacto ético y estético de su perseverante e imponente obra plástica”.

_¿Qué aporte, piensa Ud. que puede hacerle la obra de Antonia Eiriz al programa general de un evento que se desarrolla bajo el epígrafe Futuro y Contemporaneidad?

“Realmente esta exposición fue concebida para celebrar el aniversario 90 del nacimiento de Antonia en el año 2019.

Ya por ese entonces llegaba a nuestro país la terrible pandemia de la Covid-19, el Museo Nacional de Bellas Artes cerró sus puertas y se inició para sus curadores el trabajo a distancia. Quiso la buena fortuna que las condiciones de la reapertura del Museo y la reanudación de su plan de exposiciones en el 2021 coincidieran con la 14 Bienal de La Habana.

Creo que la obra de Antonia Eiriz es ideal para los objetivos de esta edición porque su obra es presente y futuro y sigue constituyendo un arte actual, vital y dinámico, como el que se presenta en este trascendental evento de primer orden continental”.