A partir de la celebración en 2013 del II Congreso de la Asociación Hermanos Saíz, Rubiel García González comenzó a restar tiempo a sus proyectos como diseñador para encabezar la organización que agrupa a más de 3 mil jóvenes creadores en la Mayor de las Antillas.
Este año, la organización arriba a sus tres décadas de fundada, razón por la cual Cubarte quiso sostener un diálogo con su actual Presidente.
¿Cuáles son las principales acciones que acometen para celebrar este nuevo cumpleaños?
“En la capital aprovechamos ahora el espacio de Arte en La Rampa, que siempre se desarrolla en la que es nuestra sede; pero en todo el país lo estamos también celebrando hasta el 18 de octubre, que es cuando cumplimos los treinta años.
Desde principios de 2016 comenzó una Jornada que incluye todas las de nuestra programación, así como los eventos que tienen que ver con la Asociación y aquellos en los que participan jóvenes creadores.
El trabajo de este año lo diseñamos, sobre todo, a partir de la participación de cada uno de los artistas en la manifestación en que se desempeñan, tratando de que constituya un tributo a aquellos que fueron miembros de la Asociación y hoy son un referente para nosotros.
Ya con respecto al verano, no pasaremos por alto el 90 cumpleaños de Fidel Castro, nuestro Comandante y, como hacemos todos los años, ese propio día 13 de agosto vamos a estar homenajeando a los hermanos Saíz, asesinados en esa misma fecha.
Como acostumbramos a hacer, vamos a estar en el Pico Turquino, junto al Apóstol, 30 jóvenes creadores, haciendo un grupo de actividades comunitarias en los lugares de difícil acceso.
También en los meses del verano y en aquellas provincias como Cienfuegos, Camagüey y Guantánamo, que tienen un movimiento comunitario muy fuerte, realizaremos las Cruzadas Artístico-Literarias que organizamos todos los años.
En ellas un grupo de jóvenes se enganchan una mochila y van para esos lugares a compartir con el pueblo, que es realmente la razón de ser de un creador.
Además, vamos a estar entregando la condición de Miembro de Honor y un Sello por los 30 años que, repito, será un homenaje a aquellos artistas que pasaron por la Asociación; a instituciones y a algunos de nuestros miembros que tienen un trabajo destacado dentro de la organización y han dejado una impronta en ella.
Son muchas actividades y, como ya dije, todas se supeditan a cada una de las jornadas de programación y eventos que tiene la AHS, así como aquellos eventos en los que participa desde el arte joven.
El trabajo que hemos mantenido, incluso después del II Congreso, tiene que ver con este propósito de fortalecer la presencia del arte joven y que este tenga un impacto a la hora de formar un público. Incluso, a la hora de modificar algún gusto.
Es también un reto, a partir de la responsabilidad que tienen los creadores con el pueblo y con la programación que se desarrolla en cada uno de los territorios.”
¿Cómo ves la Asociación Hermanos Saíz a treinta años de fundada?
“Siempre me gusta decir que la Asociación es como el río, donde en cada instante es nueva el agua.
Ella tiene el desafío de seguirse pareciendo a sus miembros; pero, por supuesto, tiene también el reto de estarse repensando constantemente para saber cuál es el papel que le toca. No solamente a un creador a la hora de proponer su obra, si no a la hora de comprometerse con la sociedad. O sea, cuál es el papel real de un joven creador en nuestros tiempos, partiendo del compromiso que se tiene con el futuro del país.
Fidel bien lo dijo en el momento más duro de la Revolución, que lo primero que había que salvar era la cultura. Y nosotros también nos hemos hecho eco de eso.
Este año se cumplen 55 años de las Palabras a los intelectuales y de la fundación de la UNEAC, la Asociación se ha sumado a la celebración porque somos herederos de esa organización.
Críticamente debo decir que también nos debemos parecer a los tiempos que corren. Es decir, reactualizar el pensamiento y seguir empujando. Creo que ser vanguardia constituye hoy un calificativo muy grande y es un reto, por encima de todo.
La Asociación es voluntaria, pero es selectiva a la hora de ingresar a ella. Sin embargo, en estos treinta años no ha dejado de ser inclusiva, no ha dejado de ser participativa porque, aun cuando no seas miembro de la Asociación, siempre tienes un espacio en las Casas del Joven Creador que están en las propias comunidades para presentar tu arte y para ser también una opción más dentro de la programación que presenta un territorio.”
¿Crees que integrarse a la AHS continúa siendo una aspiración para los jóvenes creadores cubanos?
“Creo que sí. En términos cuantitativos son muchas más las propuestas para ingresar a la organización que los que ingresan. Como suele decirse, tenemos más demanda que oferta. Al final, el ingreso es por la calidad de la obra que tenga el aspirante. No hay una cifra límite para los nuevos miembros.
Como la Asociación se ha mantenido viva, actuante, beligerante también en temas que tienen que ver con la política cultural del país, continúa siendo novedosa para los jóvenes. Sigue siendo una opción para promover su obra y, por supuesto, para defender lo mejor de la cultura.
Esa utilidad los jóvenes todavía la ven en la Asociación y creo que es el reto que tenemos también nosotros: seguirnos pareciendo a los que nos antecedieron, en términos de serles útiles a esos jóvenes creadores aquí en Cuba.”
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