El más reciente espacio del Sábado del
Libro constituyó el cierre del programa especial de celebración de los 50 años
de la fundación del Instituto Cubano del Libro (ICL) con la presentación de
tres volúmenes de las editoriales Arte y Literatura, Nuevo Milenio y Letras
Cubanas.
Los volúmenes presentados fueron Marilyn en el Caribe, del escritor
ecuatoriano Raúl Vallejo; Un hombre de
nuestro tiempo. Rubén Martínez Villena, de la doctora Sonia Almazán del
Olmo y Llueve sobre La Habana, de
Julio Travieso Serrano.
De estos, el segundo libro que se
presentó fue Un hombre de nuestro tiempo.
Rubén Martínez Villena, por parte del escritor Luis Modesto de las
Traviesas, quien dio lectura a un
texto que señala entre otros aciertos del título el desmontaje del caudal
ideológico de Rubén MartínezVillena
(1899-1934) rico en contenidos, reflexiones e información que realiza la
autora en el contexto de los años 20 y 30 del pasado siglo.
Consideró que esta pequeña obra es a la
vez inigualable en el retrato que traza acerca de la vida y el pensamiento del
trascendente abogado, periodista, luchador y poeta y destacó que se descubren
en sus páginas aspectos desconocidos o poco tratados de esta figura
indispensable de la historia y la cultura nacionales.
“Sonia nos va permitiendo estudiar un
caudal de pensar villenista en su tiempo, que es el nuestro, en su larga
duración histórica (…) nos permite aprehender la vida y obra de un constructor
de ideas y acciones; leer este libro inmenso vale la pena en su valía cultural,
socio-política e historiográfica”, advirtió.
A continuación la autora reveló que este
ensayo es una deuda que tenía con Villena, al cual se acercó desde muy joven,
primero desde su poesía y luego desde su pensamiento de liberación nacional “creo
que es uno de los grandes ejemplos de intelectual orgánico al que se le pedía
acción y obra y a las dos respondió al más alto nivel”, dijo.
Almazán resaltó en su intervención los
valores de la poesía de Villena y la caracterización poética de su ensayística
y acentuó que su carisma y convicción lo llevaron a arrastrar tras de sí y de
su pensamiento radical a los obreros y que fue capaz de vislumbrar el camino
que se debía seguir; “ por eso planteo que es un hombre de nuestro tiempo, creo
que su pensamiento y los análisis de
carácter político que aparecen en sus ensayos están vigentes; todavía tenemos que aprender y leer
de Villena”.
Más adelante enfatizó la académica en la
necesidad de un acercamiento a una generación tan fecunda como la de Villena
“para que podamos ver el grado de humanidad, el valor de la hermandad y el
respeto de un intelectual por otro, en hombres de la talla de éste y Mella”.
El volumen que cerró las presentaciones
de esta jornada del Sábado del Libro fue Llueve
sobre La Habana, de Julio Travieso Serrano; el doctor Félix Julio Alfonso comentó
que en esta narración escrita entre 1995 y 1998 y publicada por vez primera en
2004, aunque se enmarca en el periodo de profunda crisis económica y social de
la década del noventa en Cuba, el autor rehúsa la pretensión de convertirla en
una novela histórica.
Razonó entonces que no debe leerse esta
fábula como una ficción histórica pero “sí dentro de la estética de las
metaficciones posmodernas cubanas que ubican su trama en el llamado período especial”, ejemplos de las
cuales son piezas de Leonardo Padura, Pedro Juan Gutiérrez, entre otros.
El doctor Félix Julio aseguró que Llueve sobre La Habana,que apareceen su
sexta edición,es“una intensa parábola sobre la subjetividad e intereses de las
personas en tiempos difíciles, el valor de la amistad en situaciones límite y
la posibilidad del amor entre criaturas desdichadas que desenvuelven su
existencia en circunstancias hostiles”.
Señaló asimismo que la trama está
plagada de sordidez, desencanto, traiciones, erotismo y “destrozos del tejido
social” y que paralelo al discurso que narra las peripecias de los personajes
aparecen en el texto nombres simbólicos, alegorías y alusiones intertextuales
así como referencias a obras de escritores cubanos como Gertrudis Gómez de
Avellaneda, Cirilo Villaverde, Reynaldo Arenas, Guillermo Cabrera Infante yJosé
Lezama Lima, entre otros.
La prostitución, las carencias, la
marginalidad, las ilegalidades, el amor, son temas de esta apasionante novela
que según palabras de su presentador “se deja leer en una prosa ágil, amena y
directa, sin artificios verbales, más concentrada en contar sus historias que
en realizar experimentos narrativos”.
El profesor discrepóde la opinión de
cierta crítica que considera esta novela “una obraabsolutamente demoledora en
su falta de esperanza en un futuro mejor o que hace patente la imposibilidad de
vivir en Cuba”; aprecióque no obstante el tono marcadamente desencantado de
estas páginas y más allá de la incredulidad y desilusión de sus personajes, hay
una intención de Travieso de penetrar en aspectos negativos de la realidad como
lacorrupción moral de ciertos funcionarios, el consumo de drogas o el ejercicio
de laprostitución.
Subrayó al final que estos aspectos
están expuestos sin didactismos inútiles ni lecciones morales preconcebidas y
que muestran un país que se debatíaentre las incertidumbres y los retos; “Julio
Travieso no vacila en ofrecernos este paisaje descarnado de La Habana
finisecular pero lo hace con honestidad y pasión, con una visceral sinceridad y
me atrevo a decir que con un vivo dolor y una delicada ternura, como la lluvia
que tantas veces cae, violenta o finamente, sobre las páginas de la novela”.
El autor al dirigirse al público
expresó: “He escrito la historia de amor entre una jinetera y un marginal, con
un desenlace infeliz y trágico; hay un tercer personaje que es La Habana
lamentablemente degradada, ruralizada, venida menos ,a pesar de los grandes
esfuerzos que ha hecho Eusebio Leal para rescatarla”.
Travieso declaró que sus propósitos con
esta novela fueron: tratarde contar una historia, en un mundo en que se impone
la literatura chatarra, vampiresca y exótica; intentar dar información sobre el
período especial; dar placer estético
a través del lenguaje, y “lo más importante para mí, propiciar una reflexión
del lector con relación al mundo que lo rodea; lo que sucederá con mi novela en
el futuro, no lo sé”.
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