Un concertazo de lujo, premier del cd Santiago-Brooklyn-Santiago, rubricado por la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM),  de los pianistas Marcos Fernández y Arturo O’Farril,  en la sala Avellaneda del Teatro Nacional como muestra de que la música no tiene fronteras idiomáticas ni culturales y, fuerte eslabón que engarza el quehacer ya histórico del Festival Internacional Jazz Plaza, ahora en su edición XXXIX, 2024.

Ambos músicos, Fernández y O’Farril, cubano el primero, norteamericano con sangre cubana el segundo –hijo de una leyenda cubana de la música, Chico O’Farril—, se conocieron en el 2002 y desde entonces han sembrado una hermandad que roza la música y lo personal. Y lo han querido plasmar en este fonograma y un concierto  con invitados de lujo, según declararon ambos músicos en exclusiva para el Periódico Cubarte desde los ensayos previos en los Estudios 18 de la EGREM.

El pianista, compositor y arreglista Marcos Fernández, conocido como “El Brujo del Tumbao”, comentó que él y O’Farril, se propusieron unir sus dos raíces musicales y culturales para dar a conocer “ese intercambio, esa idea que podemos tener cada uno y que la música une, también como tributo a esa gran formación norteamericana que es la Big Band que triunfó en nuestra música popular desde la década de los años 40 y formó agrupaciones como la Orquesta de Música Moderna, la de Benny Moré, Irakere y otras”.

Comentó que este formato ha triunfado en los EU con la música afrocubana o latin jazz y esas orquestas cubanas desarrollaron nuestra música popular. Hay temas originales – de varios compositores como Chico O’Farril Mario Bauzá, entre otros—, varios están hechos para el disco y algunos internacionales con los estándares de la música cubana y norteamericana; por supuesto, habrá íconos de nuestro panteón musical como El Manisero, Almendras, Bilongo, entre otros, señaló. El tema que da nombre a la placa Santiago-Brooklyn-Santiago, es autoría de ambos músicos.

Entre los invitados, músicos de calibre, entre ellos, Michel Herrera, Yasek Manzano, Delvis Ponce, entre otros.

En tanto Arturo O’Farril manifestó su entusiasmo por estar nuevamente en este país sagrado y lograr continuidad en proyectos con los músicos cubanos, ahora con el santiaguero Marcos Fernández, al cual conoció en una gira por Santiago de Cuba y empezaron a tocar juntos el piano, ahí nació todo lo que se resume en este disco y concierto, “era como un milagro, desde entonces hablamos de hacer algo juntos, nos propusimos grabar y concertamos en medio de la pandemia para hacerlo”, dijo. 

“Este disco y este concierto son un esfuerzo de cariño, de corazón, de pueblo a pueblo, es muy importante para mí estar aquí, tenemos música de los dos, improvisada y escrita, de todo; música que habla de un entendimiento  en aras de la paz, el mundo lo necesita”, subrayó.   

Dijo sentirse complacido con la formación de los músicos que lo han acompañado, “son musicazos, algunos eran pequeños cuando vine por primera vez, hoy son todos unos músicos; leen, interpretan, son increíbles, los mejores del mundo y orgullo de Cuba”, concluyó. 

O’Farril prepara la música para un ballet y una ópera, trabaja en los toques finales de un nuevo disco que saldrá en abril, pero, lo más importante en su agenda, es la construcción – por su Fundación— de un centro de arte y comunidad barrial en New York.

 Fotos: Juan Carlos Borjas