Durante la presentación este miércoles en el Centro Cultural Cinematográfico Fresa y Chocolate del  documental  Sencillamente Danzón, la realizadora Elba Torres Rondón, se vio acompañada de varias generaciones de seguidores del baile nacional.

Unos, llegaron ocupados en no dejar morir la memoria del danzón en Cuba, otros, motivados en rescatar, cultivar, trasmitir y enseñar el contagioso ritmo; y aunque en minoría, también los más jóvenes cultivadores del género. 

En 55 minutos, disfrutaron del recorrido en el devenir del danzón desde su creación en 1879 en la ciudad de Matanzas,  sus distintas variantes, personas que influyeron en su desarrollo y orquestas más destacadas, a través de la valoración de musicólogos, profesores, artistas y seguidores del género bailable, teniendo como referente la vida de Miguel Failde su precursor y algunos de sus familiares músicos.

Criterios acertados de Rafael Lay (hijo) director de la Orquesta Aragón – cultivadora hasta hoy del danzón-;Ethiel Failde, director de la actual Orquesta Miguel Failde y sobrino tataranieto del precursor del danzón; Alejandro Falcón, joven pianista y compositor; Oni Acosta, musicólogo; Joaquín Betancourt, productor musical, compositor y director de orquesta, entre otros conocedores y expertos en el tema, corroboran la necesidad de preservar la identidad cubana a través de la música y en lo particular del danzón.

Sencillamente Danzón, de manera didáctica, más allá de un ameno acercamiento a la vigencia del danzón, deja claras propuestas estratégicas con el fin de que este enigmático ritmo no sea olvidado en Cuba. Muchos criterios coinciden en que es lamentable que el danzón se cante en otros países, mientras que en el nuestro va camino  a la extinción.

Para todos urge revitalizar el danzón en tiempos contemporáneos sin perder su esencia; buscar vías de creatividad y revolucionarlo en lugares de participación popular porque perder el danzón, es perder una parte importante de nuestra cultura y su esencia misma como Patrimonio Cultural de la Nación, declarado en el 2013.

Elba, aunque viene trabajando desde hace algunos años en el mundo del audiovisual ahora se siente “satisfecha” con su ópera prima y el haber incursionado en la edición, el guión y la dirección de arte, con la producción de Raúl Torres, la colaboración de Julio César Perdomo en la asistencia de dirección, Tony Canimao en la fotografía, María del Carmen Abreu en las locaciones, René Romero Oramas  voz en off  y  Alain Checa en la edición de sonido. A todos se les agradece por su empeño en el rescate de la identidad nacional.