El Movimiento de la Nueva Trova cumple 50 años, lo que determina que no es tan joven, sin embargo, tal y como le pasa a muchos mayores, su esencia y espíritu siguen frescos en algunos de sus cultores más experimentados y, claro, en los más jóvenes que aportan sus aires de renovación.
De todas maneras, el MNT merece mucha veneración; sus canciones han sido, a lo largo de su vida himnos de amor, del amor grande, el amor a todo, y muchas conservan, a pesar del paso del tiempo, esa cualidad.
El MNT fue en sus primeros años un fenómeno peculiar de ruptura y a la vez veneración de los ancestros musicales; son muchos los creadores cubanos que están afiliados a este movimiento; diferentes generaciones con denominadores comunes: voz, poesía y música, para compartir ideas de revolución, rebeldía, irreverencia, compromiso, fidelidad, patriotismo y amor.
El Periódico Cubarte ha querido tributar al programa de conmemoración de este aniversario 50 del MNT, una serie de entrevistas a trovadores de diferentes generaciones, herederos todos, tanto de Sindo Garay, Pepe Sánchez y Manuel Corona, como de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Noel Nicola y Vicente Feliú.
Karel García Liranza pertenece a lo que se ha dado en llamar tercera generación de la Nueva Trova Cubana y figura entre “los más poetas” de los poetas de la trova.
Este trovador tiene una especial manera de componer poéticamente, sin hermetismos, ni estridencias, en una lírica que se abre paso hacia el receptor que descubre en sus letras vivencias y sentimientos muy cercanos.
Quizás muchos, menos vinculados a las presentaciones de Karel y sus colegas lo descubrieran, gracias al poder de la televisión, cuando se estrenó la novela “Tú”, dirigida por Lester Hamlet, que pasó hace poco tiempo por la pequeña pantalla y que se colaba cada dos noches en las casas del país con una canción imposible de soslayar “Nana del adiós”, en la voz de Ivette Cepeda que como siempre hace, la defendió con las entrañas.
Pero antes de ese momento Karel García había trabajado mucho, se reconoce como resultado del MNT y de sus principales fundadores y al conversar con Cubarte, se mostró, agradecido y comprometido, y a la par, nos permitió conocerlo un poco más.
-¿Su primer recuerdo del MNT llega junto a qué figura?
“Éramos vecinos en Alamar, allí lo conocí, en su peña de la Casa de la Cultura me subí a mi primer escenario y desde entonces fue, más que un amigo, un padre, un referente en mi vida que, sin dudas, forjó una buena parte del trovador y de la persona que soy, y de la piel y las entrañas de la canción que compongo. Hablo de Vicente Feliú”.
-¿Cuándo reconoció que quería ser trovador?
“Desde que conocí las canciones de Silvio, Vicente, Serrat, Aute, Pablo, que marcaron mi adolescencia, me pareció una forma de vida honesta y divertida el entregar tu sentir y tu pensar a través de las canciones”.
-¿A quién se quería parecer?
“Creo que la batalla en el acto creativo es por parecerte a ti mismo, por encontrar tu propia voz, que al cabo no es más que aceptar que eres una amalgama de influencias con pedazos de tu ser, de tu mirada, de tus emociones y tus reflexiones. Esa es la materia prima que nutre la canción y la sensibilidad con que la defendemos”.
-¿Quién es el trovador del que más influencia reconoce en su obra propia?
“Ha sido Silvio, como a casi todos los que empezamos en los noventa a escribir canciones, quien más nos ha influenciado. Sin dudas el tremendo caudal creativo e innovador de Silvio a la hora de componer ha sido una escuela por la que todos hemos transitado y de la que hemos sido admiradores, seguidores e imitadores de alguna forma.
“Como dice el propio Silvio, esas son mis influencias, luego están mis raíces, esas que descubro y fortalezco a través de las enseñanzas de vida que me legó Vicente durante más de treinta años”.
-Pero no comenzó como trovador en solitario…
“No, esa fue otra idea de Vicente, porque Carlos Lage también es del mismo barrio, y pensó que ambos podíamos unir las guitarras y las voces y formar ese dúo que mantuvimos por diez años.
“Carlos y yo hicimos una primera maqueta que se llama ‘De otra manera’, por la canción de Vicente; luego hicimos otra que se llama ‘La balada del hipopótamo’, y finalmente pudimos grabar un disco editado en España que se llama Suvenires de futuro.
“Después Carlos y yo deshicimos el dúo y empezamos a hace nuestras carreras en solitario”.
-¿Usted cree que los fundadores del MNT enseñaron ‘a pensar’ a los jóvenes cubanos?
“Creo que las canciones de los fundadores del Movimiento de la Nueva Trova son una especie de banda sonora de la historia de la Revolución cubana, una crónica de la vida diaria de la Revolución, de sus aciertos y contradicciones, de sus anhelos y sus dudas.
“Todo esto a través de la mirada joven de unos talentosos muchachos que supieron llevar sobre sus hombros el peso de lo que se llamó ‘cultura popular revolucionaria’ con la dignidad pertinaz de quien cree en lo que hace y ama lo que vive.
“Desde el pedestal de su talento, soportaron y elevaron ese peso y, sin dudas, parte de la historia cultural de la revolución la fundamentaron los agudos tropos de aquellos peludos indigestos y sobrevivientes. Eso es enseñar, más que a pensar, a vivir”.
-¿Cuál considera es el aporte fundamental del MNT a la historia de la música cubana?
“La sublimación de la canción como producto creativo. La fusión de todas las sonoridades de nuestra música con las foráneas para inventar ese universo nuevo, musical y literario, que es la canción de la nueva trova. Una canción raigal, fiel, necesaria, que ha marcado la historia personal de las generaciones que hemos crecido escuchándolas.
“Una canción forjadora del espíritu en sus más genuinos valores, una canción para acariciar el alma y encender el ánimo, para crecer y ser mejores. A cincuenta años de su nacimiento sigue vigente y luminosa y está en nuestras manos crear los mecanismos necesarios para que se difunda y eternice. Ardua tarea en estos tiempos”.
Nana del adiós
Después del sol estás tú
más allá de los inviernos, estás tú
un salto detrás de mi agua vives tú
al fondo de mis paredes andas y desandas tú
escarbando la hojarasca de las canciones que nazcan
entre marcas que la vida holló en mi ayer
Dentro de mis ojos tú
entre mi luna y mi almohada danzas tú
el surtidor de mi verso siempre, siempre tú
el color a la belleza se lo enciendes tú
las flores de la agonía abren sus pétalos al día
si a un costado de mis años pasas tú
Y yo me dejo crecer en ti, llegué de lejos a tu raíz
pan de nostalgia en llamas que al fin
respira amparos y ama si estás aquí
En mi primavera tú
con mi angustia y mis alivios juegas tú
de sonrisa mis espejos siempre llenas tú
el suelo de la esperanza lo cimentas tú
Y las máscaras del alma se hacen viento, se desarman
si la historia de mi ser la escribes tú
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