El arribar en julio próximo al aniversario 60 de su fundación, ha incentivado la ya de por sí intensa actividad que caracteriza al Taller Experimental de Gráfica de La Habana (TEGH), institución a la que adeudan parte de su formación profesional muchos de los más prestigiosos artistas contemporáneos cubanos.
La exposición Pruebas de Taller con obras del Premio Nacional de Artes Plásticas Rafael Zarza, en enero último, inauguró un cronograma de celebraciones que viene desarrollándose dentro del particular contexto de la 14 Bienal de La Habana, en cuyo programa ha encontrado eco.
El viernes pasado abrieron allí sus puertas al público dos nuevas propuestas: la muestra colectiva Libros libres y la titulada Incursiones, con obras de Iranidis (Iris) Fundora.
“Estas exposiciones iban a ser colaterales a la Feria Internacional del Libro, pues es tradición que en febrero el Taller haga alguna relacionada con el mundo editorial y, esta vez, aparte del libro-arte quisimos agregar viñetas, exlibris, diseños de portadas.
Por eso en Libros libres también se exponen obras impresas y cosas del archivo que hacía tiempo no se veían o que nunca se han expuesto, como el libro de Pablo Borges; algunas ilustraciones que hicieron Diana Balboa, Carlos del Toro y Juan Moreira, de quien además encontramos aquí una de las portadas de El Quijote, una de sus series fabulosas hechas para el mundo editorial.
De igual forma se vincularon escritores. El año pasado organizamos Los escritores graban y en la actual ocasión Nancy Morejón hizo una litografía y un poema para la exposición, lo cual constituye un honor para nosotros”.
Así se refirió a la recién inaugurada Libros libres su curadora Yamilis Brito, directora del TEGH.
“En esta exposición hay diferentes generaciones mezcladas. Seguimos trabajando con alumnos de San Alejandro y de la Universidad de las Artes, algo importante porque así se van vinculando con el mundo del Taller.
De los 35 artistas que participan, diez son estudiantes y el resto son miembros nuestros que se han vinculado. Los miembros han sentido un poco el reto de toda esta juventud y se han exigido más en cuanto a la creatividad”.
Tal espíritu creativo se aprecia fundamentalmente en la diversidad de libros-arte que se exhiben, algunos hechos con materiales inusuales en este tipo de obras.
“El Taller fue vanguardia en la promoción del libro-arte. En la 12 Bienal de La Habana ayudamos a preparar la exposición de la galería Luz y Oficios y ya se ha hecho tradicional esta nueva tendencia del grabado relacionada con el mundo editorial”, acotó Yamilis Brito, para luego referirse a la otra exposición inaugurada en el Taller el viernes pasado.
“En la sala pequeña invitamos a Iris Fundora que es ilustradora, aunque su basamento es el de una artista visual. Ella nos presenta, un tanto diseccionado, su libro Lin quiere volar y tituló la exposición Incursiones porque en los dos últimos años ha estado experimentando con nosotros en diferentes técnicas del grabado. Es una exposición preciosa, muy íntima, en la que están todas las xilografías que hizo para ese libro”.
Apenas abiertas al público ambas exposiciones, en el TEGH ya se perfila el proyecto que habrá de dar continuidad a las celebraciones por los 60 años de su existencia.
“Para el próximo mes tenemos programada la exposición Gritos de mujer, la cual será curada por Eduardo Marín. Esa partirá de la titulada A mano y sin permiso que se exhibió en Galería Habana el pasado noviembre, pero más ampliada y solo con artistas mujeres, pues siempre en ese mes organizamos una relacionada con la mujer, a propósito del 8 de marzo. Estarán también los carteles diseñados por Marín para la exposición”.
Trabajando, siempre trabajando en la obra propia y en la proyección del Taller dejamos al colectivo que encabeza Yamilis Brito en el Callejón del Chorro, un sitio donde la buena energía parece afianzarse con el paso de los años.
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