“En este mes del amor, quisimos llevar a escena la emblemática Historia de burros, con dos jóvenes titiriteros en los papeles de Perla y Plata, muy divertida; también la pieza Revolico de narices rojas y desarrollar la Calle de los Títeres, que tanto gusta a la familia matancera”.

Las palabras del maestro René Fernández Santana, Premio Nacional de Teatro, director de la agrupación Papalote, de Matanzas, contagian por su entusiasmo y alegría.

La compañía rescata este año obras emblemáticas de su repertorio, a la par que exhibe sus últimas producciones y mantiene activa la Calle de los Títeres, para deleite de los niños matanceros.

Fundada en 1962, esta agrupación defiende la tradición titiritera junto a un esmerado trabajo actoral. Su objetivo es combinar las raíces de nuestra cultura con los clásicos de la literatura universal, sin dejar de reflejar lo contemporáneo de la sociedad cubana.

¿Cómo inició el año esta prestigiosa agrupación?

“En realidad, con muchas ganas de hacer, es la dinámica de este colectivo, que ha sido constante. Empezamos con una función el día 2 de enero para abrir la Jornada por el aniversario 160 de la inauguración del Teatro Sauto, en sus amplios portales, escenario ideal para la obra Rítmicas, recién estrenada a finales del 22.

“Y después retornamos a nuestra sala en la calle Daóiz. Cabe precisar que nuestro propósito esencial es mantenernos abiertos los fines de semana, aunque existan dificultades en el entorno logístico. Resulta difícil viajar a los municipios por los conocidos problemas del transporte. Por tanto, estamos trabajando mucho para proteger la programación, que no nos falle un fin de semana, porque es público que se pierde y la familia yumurina necesita de estos mensajes educativos y solidarios.

Sobre su presencia reciente en Villa Clara, el gran maestro del guiñol, nos señala: 

“Estuve en un evento alentador. Hay allí un teatro que es iniciático del movimiento titiritero del país: el Guiñol de Santa Clara. Sus tres figuras fundadoras ya no existen, pero se mantiene su hálito. Tuve conversaciones con los teatristas, un tipo de diálogo que brinda la experiencia, que recurre al espíritu, a la unidad, las relaciones, la amistad y versó sobre Teatro y Resistencia.

“Hice varios encuentros en El Mejunje, en ARTEX, en las escuelas de arte. Me sentí halagado. Mi grandeza ha sido mi profesión. Valoran mucho nuestro trabajo en Santa Clara.

“Cuando digo resistencia no es solo referida a este momento histórico. Hemos tenido en el teatro muchos obstáculos y junto al pueblo hemos resistido. Evidencia del respeto a la profesión y al pensamiento, con un acercamiento mayor a los seres humanos, a sus conflictos, penas y alegrías. El actor posee el privilegio, a mi entender, de ser quien más se comunica desde el arte con el espectador”.

Para marzo, Papalote promete grandes divertimentos y viajes por el país.

“Tenemos una gira por Sancti Spíritus de una semana y llevamos Revolico… Pretendemos mostrar un clásico: Tres eran tres… basado en el popular cuento Los tres cochinitos. Y comienzo con los dos nuevos jóvenes, un trabajo interesante con la obra Se durmió en los laureles, una pieza que retoma el vínculo del payaso con el títere, recurrente en la nación, pero le incorporo un sentido estético de grandes valores, de veneración a lo que es el payaso y su títere. Precisamente, el próximo evento Narices Rojas estará dedicado a ese binomio.

“Anuncio que en Sancti Spíritus visitaremos varios municipios con la obra Rítmicas, irá el elenco en pleno. Nos encontraremos con los instructores de teatro. Vale resaltar que es la provincia que más los ha conservado en activo y están poniendo en práctica el estudio que presenté de talleres de confección y animación de títeres. Utilizan ese programa en las escuelas primarias y entonces me reuniré con los instructores y dialogaremos acerca de cómo surgió e hice este proyecto y ellos me retribuirán con la experiencia de sus acciones en la vida diaria, en contacto con los niños.

“Me siento muy contento. Me otorgaron hace un tiempo la distinción de Padre de la Ciudad. Serán instantes hermosos”.

Enhorabuena para el maestro René Fernández Santana y el colectivo de Teatro Papalote, que esparce alegría a los niños cubanos y, en especial, a los matanceros, quienes cada fin de semana invaden la calle Daóiz, entre Santa Teresa y Zaragoza, para reír, aprender, cantar y jugar entre mensajes de esperanza y amistad.