La celebración del aniversario 25 de su fundación este 15 de enero, marcará el quehacer del grupo Teatro Tuyo durante todo el 2024, año a lo largo del cual se han propuesto hacer presentaciones en salas de espectáculos y comunidades de todo el país.

Razones le sobran al colectivo tunero para festejar a plenitud su primer cuarto de siglo de existencia, una vez que al término de éste han logrado ubicarse entre las principales agrupaciones teatrales de la nación, burlando los escollos del fatalismo geográfico y el de haberse afiliado a una de las expresiones escénicas más maltratadas y con menos tradición en nuestro entorno: la del clown.

Tortuoso ha sido el camino por el que ha enrumbado este proyecto su director fundador Ernesto Parra, desde aquellos primeros años en que llevaron por nombre el de Piñata, etapa en la que decidieron desmarcarse de las deformaciones y vulgaridades que aún lastran el desempeño del, en ocasiones, llamado despectivamente “payaso”.

Una intensa búsqueda con muchas horas de estudio, intercambios con quienes habían trabajado en circos cubanos, clases de ballet, de acrobacia, férreas constancia y creencia en la validez de su arte, fueron cimentando las bases de una labor que hoy distingue por la exquisitez.

De ello dan fe espectáculos como “La Estación”, “Charivari”, “Narices”, “Gris”, “Parque de sueños” o “Clowncierto”, los dos últimos multipremiados en el XI Festival de Teatro de Camagüey y en el Aquelarre del pasado año, respectivamente.

La creación en Las Tunas de la Escuela Nacional de Clown, así como de un Festival y un Taller, ambos con carácter internacional, se suman al empeño que en estos 25 años ha desplegado exitosamente Teatro Tuyo, en aras de enaltecer dicha expresión artística.

“Lo hemos alcanzado todo, pero siempre falta más”, confesaba Ernesto Parra en una entrevista que le realizara años atrás otro grande de nuestra escena, Rubén Darío Salazar.

Tal insatisfacción, canalizada por el colectivo a través de un incesante trabajo perfeccionador de su quehacer, ha sido sin dudas el estímulo que les ha permitido vencer obstáculos y ganar la admiración de pequeños y adultos no sólo en Cuba, sino también en naciones de culturas tan distantes como Venezuela, Dinamarca, Argelia o Túnez.

Por eso no es de extrañar que la mejor forma de celebrar el primer cuarto de siglo de existencia durante este año la conciban con presentaciones en salas de teatro y comunidades de todo el país, comenzando por La Habana, donde han iniciado una nueva etapa en ese difícil camino del arte del clown, sin concesiones y cubanísimo.