Teresita Gómez Vallejo (1) es una artista en todo el sentido de la palabra. Su discurso se mueve entre dos pasiones: la cerámica y la literatura. La primera le ha permitido un digno reconocimiento de su obra, no solo en Cuba sino en cualquier latitud y que sus piezas sean apreciadas por muchos, que tenga su propio taller ya convertido en espacio cultural y la segunda, pues además de algunos premios, el ver como sus libros se agotan, sobre todos los escritos para niños, entre las manos de sus lectores. Aunque no toda su creación discurre para infancia, hay sin embargo libros interesantes que la sitúan entre aquellos que por los años 70 comenzaron a escribir para estas edades y con los años han ido desarrollando una obra que sigue en busca de su lector.

¿Existe para ti una literatura infantil? ¿Una LITERATURA? o simplemente ¿Literatura para personas?

Mi opinión es que existe una sola literatura. No hay libro de los llamados infantiles que no lean los mayores a sus hijos y nietos. Puede ser un tipo de literatura que conlleve una forma de decir muy particular para no hacer asumida como regañona y docta sino que atrape al pequeño lector llevándolo a mirar, amar y respetar a los seres grandes o minúsculos que nos rodean pero para mí eso es literatura.

¿Qué piensas de la infancia?

La infancia es la mejor etapa de la vida, por supuesto en los países como el nuestro que nos preocupamos por ellos pero pienso que aún con todo el trabajo que tenemos todos los que tenemos familia, hay que hacer un esfuerzo por detenerla lo más posible y que nuestros hijos y nietos no la pasen tan rápidamente y por supuesto con horas algo limitadas del computador y más de lecturas y comentarios sobre ellas en el seno familiar.

En tu concepto ¿los niñ@s leen hoy día más o menos que antes?

Pienso que leen mucho menos que antes, los videos juegos y las películas, las distraen más de lo que sería una sana y  mejor enfoque de la vida, premisa esta que puede llegarles a  través de los libros y las novelas juveniles.

¿Qué piensas del tono que deben tener las historias para niñ@s?

Creemos que no pueden ser historias ÑOÑAS, pensando en Niñas del siglo pasado o de los años 50. Deben ser historias que las hagan pensar en ser más románticas y menos despojadas de la sensibilidad femenina.

¿Te pareces a alguno de tus personajes?

Por supuesto, en lo que cada autor escribe, va mucho de él,  de sus vivencias, de sus presupuestos como ser insertado en la sociedad que lo rodea. Si soy muy, pero totalmente parecida a mis personajes, en todos ellos hay tesón al vivir, tesón al trabajar y al empeñarse en lograr las metas que cada ser humano debe tener para transitar por la vida.

¿Cómo concibes idealmente a un autor para niñ@s?

Pienso que las niñas requieren autores que se den cuenta que ellas salen más rápidamente de lo que en literatura llamamos la Edad Heroica… Mientras el varón aún está en ella, las niñas se hacen mujer más rápidamente y por ese tiempo los varones aún quieren parecerse a los héroes de las películas, fuertes como Hércules y aún no sienten el amor de la misma forma formal que quieren las niñas… En una palabra, ellos no maduran como las niñas.

¿Reconoces en tu estilo alguna influencia de autores clásicos o contemporáneos?

Bueno, todos los cuentos clásicos fueron mis favoritos, pero Blanca Nieves y La Cenicienta fueron mis preferidos y por supuesto…La bella y la bestia, donde se pone de manifiesto que la verdadera belleza es interna…la externa se pierde pero la belleza interna se manifiesta en todo lo que uno hace y se hace más grande al pasar de los años.

¿Cuáles fueron tus lecturas de niña?

Julio Verne, Sandokan, y en realidad cuando libro me caía en las manos. Mujercitas y Hombrecitos, Corazón y como libro de cabecera, recurrente y querido La Edad de Oro de nuestro José Martí.

¿Quién es tu héroe de ficción?

Bueno, mi mejor amigo es Meñique….no importa lo alto o pequeño que seas…es tu inteligencia el que te abrirá los caminos de la vida.

¿Quién, tu villano?

Por tenaz, aún como villano indiscutiblemente EL CAPITAN GARFIO.

¿Cómo insertas tu obra dentro del panorama actual de la llamada literatura infantil cubana?

Yo pienso que en todos los autores cubanos que escribimos para el mundo de los niños, sin habernos reunidos para tomar un acuerdo unitario, se puede advertir una línea común de intereses literarios… hacer una literatura limpia  de banalidades estilísticas y con presupuestos muy claros en los mensajes que cada uno de nosotros queremos llevar a las mentes de nuestros niños, futuros formadores de la nación.

¿Qué es lo que te enciende emocionalmente-creativamente?

No podría decirlo exactamente; quizás el ambiente de un lugar es lo que me permite como hacerle un marco a un cuento o a una novela. Por ejemplo caminar por la selva amazónica y conocer las plantas y para qué sirven, sirvió de marco para Mariela y los Guácharos. El olor de la madera en el taller de un carpintero sirvió para que el gato Ruffo, de vago y sin responsabilidades se convirtiera en un gato trabajador… Ese detonador viene de qué los escritores son personas comunes y corrientes pero tienen antenas muy finas para mirar a su alrededor y descubrir un tema para después convertirlo en historia.

¿Qué es lo que te desanima?

En realidad yo pienso que nada… Cuando se me ocurre hacer algo, por supuesto dentro del mundo posible, puede ser que abandone la idea para buscarle un mejor momento, pero no estaré tranquila hasta no llegar a la meta con esa idea, o con ese proyecto. Ese es el espíritu que busco trasmitir: ¡Nada de derrotas! Simplemente algún aplazamiento hasta llegar a la meta trazada. Así es como pienso que debe irse por la vida y eso trato de trasmitirlo a los niños y a mis lectores adultos.

¿Qué atributos morales piensas que debe portar consigo un buen libro infantil?

Para mí un libro para niños debe ser natural. Dentro de la poesía que pueda contener, no ser demasiado lírico y por supuesto, el niño o la niña debe verse un poco reflejado en el personaje que aborda el libro. Debe ser un libro sincero y para nada pretender trazar reglas de conductas. Esas deben estar implícitas pero no a flor de líneas como si las mentes infantiles fueran tontas y no descubrieran enseguida que les están mandando a realizar tal cosa o comportarse tal o más cual manera.

Aparte de tu profesión actual, ¿qué otra cosa te hubiera gustado ejercer?

La verdad es mirando bien adentro de mí, podría decir que estoy contenta de mis dos profesiones y si volviera a nacer y me dieran la oportunidad de escoger, me gustaría volver a nacer y ser una mujer de la literatura y la plástica… Bueno, y si fuera cuestión de pedir, me gustaría bailar y cantar, lo cual, en realidad ni lo he intentado.

¿Qué profesión nunca ejercerías?

Nunca cazaría animales…detesto que eso sea una manera de divertirse o ganarse la vida.

¿Podrías opinar de la relación autor-editor?

Creo que es muy necesaria, mientras el editor no quiera cambiar el concepto de la frase o de la historia cortando y extrapolando párrafos, etc.

Si tuvieras que salvar solamente diez libros de un naufragio ¿cuáles escogerías? ¿Alguno de los que has escrito?

Salvaría, La Edad de Oro; al Cándido de Voltaire; El cuento vietnamita “El melocotonero”; El Quijote de la Mancha; Romeo y Julieta de Shakespeare; Crimen y Castigo; Espejos, de Eduardo Galeano; el Martín Fierro;  La llamita ciega, de Horacio Quiroga y si pudiera estirar la mano y tomar algunos más, salvaría Había una vez, de Almendros y Cuentos cubanos de Onelio Jorge, en fin, creo que me ahogaría tratando de salvar a tantos otros que me han hecho disfrutar inolvidables momentos de mis viajes en mis sillones quietos.

Nota

(1) Nacida en El Caney, Santiago de Cuba, el 11 de julio de 1940. En 1972 obtiene un premio en el primer Concurso La Edad de Oro con El Serranito. Después publica: Cuentos. (Se incluye su cuento «Flores, miel y oro»). Editorial Gente Nueva, La Habana, 1972. (Segundo premio de cuento del Concurso La Edad de Oro, 1972, nivel C, de nueve a doce años); El gato sin amigos. Editorial Gente Nueva, La Habana, 1974; Cuentos para ti. 3. (Junto a textos de David García Gonce y Elpidio Pacios Mederos). Editorial Gente Nueva, La Habana, 1974. (Premio de cuento del Concurso La Edad de Oro, 1972); Cuentos de cuentos. La Habana, Editorial Gente Nueva, 1979; Sueños de papel. Editorial Gente Nueva, La Habana, 1980; Dentro del recuerdo. (Cuentos de Gustavo). Ediciones Unión, La Habana, 2001; Cuentos de la Sierra. Editorial Gente Nueva, La Habana, 2011; Cuentos y más cuentos. Editora Abril, La Habana, 2012 y Por un beso. Editorial Gente Nueva, La Habana, 2013.