Casi coincidiendo con el estreno de Vuelos prohibidos, segundo largometraje de ficción de Rigoberto López, fue presentado, en la Casa del Alba, el libro Roble de olor (Editorial Letras Cubanas, 2014; 179 pp.), compilación de textos críticos sobre la ópera prima del cineasta en dicho género, la cual estuvo a cargo del escritor Reynaldo González. (1)
Roble de olor (2003), una coproducción de Audiovisuales ICAIC, Films du Village e Igeldo Kommmunikazioa, en la actualidad una película de culto en el Caribe y África, tuvo un costo de producción de poco más de seiscientos mil dólares.
El reportaje El romance de Angerona, del escritor Leonardo Padura, publicado en Juventud Rebelde, motivó, en Rigoberto López, la realización de su película Roble de olor. En aquel texto de periodismo literario, referido al cafetal Angerona, situado en la región occidental de la Isla y, en ese contexto, la relación amorosa entre la refinada negra haitiana Ursula Lambert y Cornelio Souchay, rico hacendado blanco alemán, y cuya acción transcurre en la primera mitad del siglo XIX, el realizador sintió que “latía la potencialidad de convertirlo en una obra del llamado cine de autor”, y el propio Rigoberto López y el dramaturgo Eugenio Hernández Espinosa fueron los autores del guión fílmico,
Pues bien, el libro Roble de olor en sus páginas reúne y condensa los trabajos de 21 autores, más una información de la agencia Reuters y los resultados de una encuesta del Centro de Información del ICAIC para la prensa.
Los textos compilados en el libro, donde figuran entrevistas, críticas cinematográficas, opiniones y análisis, dentro de una estructura que hace fácil su lectura, son de la autoría de: Carmen Oria, Ada Oramas, Raúl Ernesto Colón Rodríguez, Jon Hillson, Fernando Birri, Pablo Armando Fernández, Jorge Ruffinelli, Frank Padrón, Humberto Arenal, César López, Danny Montes de Oca Moreda, Marilyn Sampera Rosado, Alberto Curbelo, Pedro Pérez Sarduy, Rolando Pérez Betancourt, Pedro de la Hoz, Jean-Marie Bourjolly, Gertrudis Ortiz Carrero, Ulises Rodríguez Febles, Maydi Estrada Bayona, el propio Reynaldo González y quien suscribe.
“Roble de olor —me confiesa Rigoberto López en las páginas de este libro— tiene sus deudas o agradecimiento y me gustaría decir que entre ellas están Wifredo Lam (La jungla), Alejo Carpentier, Nicolás Guillén y toda la obra sobre Calibán de Roberto Fernández Retamar”. Y agrega el cineasta “Para mí era importante que la luz, el color, los verdes, la belleza de esta isla formaran parte del discurso sobre la libertad de las ideas”.
Por su parte, el cineasta Fernando Birri, fundador del Nuevo Cine Latinoamericano, manifiesta “…un filme en el cual puede leerse —como anillos concéntricos en el corte transversal de una vieja cepa— una genealogía de la cubanidad”.
A su vez, Pablo Armando Fernández argumenta “Rigoberto López ha alcanzado un sitio primordial al devolvernos una época, personajes, situaciones y contexto natural y urbano, en el año que conmemoramos dos siglos de independencia y libertad de un pueblo que merece todo nuestro amor y respeto: Haití”.
“El racismo —opina Jorge Ruffinelli— es un eje central en esta película, y es tan fuerte como tema, que permite inferir que López no solo habla del pasado, sino también se refiere al presente, no solo a los sedimentos del racismo en Cuba sino al racismo imperante en el mundo. Su película —agrega— es un alegato por la tolerancia y la igualdad, a la libre unión interracial e intercultural”. Asimismo, Dannys Montes de Oca Moreda estima que “Roble de olor fue modelando un sentido de contemporaneidad que con la complejidad de sus tesis y enunciados, nos estimula a revisitar y actualizar el discurso de la identidad”.
Del análisis de los resultados de la encuesta aplicada, quedó plasmado en el libro que el filme Roble de olor gustó y satisfizo a una buena parte de los espectadores. Los aspectos que más gustaron fueron la música (de Sergio Vitier), la fotografía (de Livio Delgado), así como la escenografía (Derubín Jacome y Nieves Laferté) y las actuaciones: Jorge Perugorría (Cornelio Souchay), Lia Chapman (Ursula Lambert), Raquel Rubí (Bertha Hesse)…
Por supuesto que el libro recoge y contiene mucha más valiosa información sobre el filme Roble de olor; esto es solo una síntesis de su contenido general, que, creo, podrá despertar el interés de los lectores-cinéfilos por conocer el texto íntegro. Será, asimismo, un acicate para acercarse a la filmografía de Rigoberto López (Licenciado en Ciencias Políticas, ensayista y poeta), entre cuyos principales títulos se hallan El viaje más largo, La soledad de la jefa de despacho y Yo soy del son a la salsa.
Nota
(1) Reynaldo González. Premio Nacional de Literatura. Narrador, ensayista y periodista.
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