Trascendencia, problemas y liberación de las fuerzas cultural-educativas de los museos. Parte I


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El 18 de mayo es el Día Internacional de los Museos, cuando los países, de común acuerdo y compulsados por el Consejo Internacional de Museos (ICOM, por sus siglas en inglés), llaman a la comunidad nacional y mundial a celebrar una vez al año, lo que es labor diaria trascendental en lo social, en lo histórico, en lo ideológico, en lo político, en lo económico y en lo ambiental como eje transversal de una institución llamada museo, considerado este consentido amplio.

El artículo constará de tres partes: la primera dirigida al significado de los museos, lo que de él piensan diversas personalidades; su objeto de estudio, su misión social y su razón de ser, entre otros aspectos; la segunda, es un breve resumen de algunos de los problemas generales que afrontan estas instituciones y la tercera, está dedicada a meditar sobre las posibilidades que dispone la actividad museológica para el desarrollo de sus “fuerzas productivas”.

Por lo que representa esta fuente de saberes y de formación de conciencia, lo que no es siempre bien comprendido, visualizado y proyectado, se presentan algunas ideas desde diferentes dimensiones en interés de contribuir a su fortalecimiento, desarrollo e impacto en la comunidad. 

Para ello habrá que explorar, evaluar y aprovechar más las enormes potencialidades que tienen estos centros cultural-educativos.

Significado social y esencia de los museos

Hoy en día ninguna persona sensata, relacionada con la museología, se cuestiona el rol educativo de los museos, pero de lo que se trata es, por una parte, de la prioridad que a ello se le dé y por la otra,es cómo llevarlo a la práctica en toda su consecuencia y potencialidad.

Organismos internacionales, personalidades, estudiosos y especialistas de todo este mundo así lo acreditan.

Y para tener una idea del pensamiento sobre este tema desde el siglo XIX hasta la fecha se ilustran ejemplos que el autor de estas líneas mencionó en su defensa de doctorado en ciencias y en diversos eventos:

• Desde el siglo XIX destacados maestros en el ámbito iberoamericano (Altamira, 1881; Crevea, 1895) no concebían el estudio de la historia sin los museos. 

• Delfino  (1912)  deploraba que “si todos reconocen la importancia del museo como fuente de estudio, no la emplean”.

• Entre las formas de organización de la enseñanza, Trujillo, 1914 y Cano, 1918 mencionaron las visitas y las excursiones,…

• …mientras García (1923) consideraba que “los museos contribuyen al cultivo de los sentimientos patrios”. 

• Carbonell (1966) al referirse a los monumentos históricos y los museos, dice: “son también excelentes auxiliares que facilitan la intuición directa proporcionando un aprendizaje de calidad”.

• Por su parte Frans Schouten (ICOM), 1987 escribió: “La educación es una de las funciones del museo. El conservador que se atreviera a negar este aserto se expondría a ser tachado no sólo de conservador sino de reaccionario.

…la función educativa del museo ha evolucionado de manera notable. De ser una actividad complementaria y subalterna, se ha convertido en uno de los aspectos fundamentales de su política. En la mayoría de los casos ha pasado a ser, junto con la preservación del patrimonio cultural, lo que justifica la razón de ser de los museos a los ojos del público.

• Díaz (2005) “un museo es un sistema de medios para la enseñanza…”.

• Para Thinesse-Demel (2005) “La existencia y estudio de colecciones es solo una herramienta, su conservación solamente una condición; la educación, por otra parte, es la máxima y fundamental tarea de la institución cultural.”. 

 

Marta Arjona la madre estructuradora del sistema patrimonial cubano expresó en diferentes intervenciones nacionales e internacionales:

• “Hemos insistido siempre en dichos aspectos porque el museo, como centro de educación permanente, ejerce, sin dudas, su influencia en la formación del espectador que recibe la información visual...”.

• “Porque un museólogo no puede ser indiferente a los fenómenos sociales. Un museólogo… debe ser, además, sea cual fuere su especialidad en el campo de la museología, un maestro.” En Coloquio internacional sobre Museología y Patrimonio Cultural, Colombia, 1977

• “… los museos… para convertirse, sin dudas, en referencias enriquecedoras del conocimiento… en función de la educación. […] Es necesario el ejercicio pedagógico… Y eso hay que hacerlo dentro del museo y fuera de él.”.

• “Dentro, al lograr que el museo deje de ser un exponente pasivo de la cultura…, un acumulador de colecciones… que contribuyen, sin dudas, a enriquecer el conocimiento del visitante, pero que cuando no se ha preparado para educar, la información que ofrecen se detiene en los límites de su superficie…  Y fuera del museo cuando el museólogo en su noble tarea de educar, utilice los bienes que posee el museo para establecer el diálogo necesario entre estos y la comunidad.” En Coloquio sobre Museos y Educación. Guadalajara, México, 1986.

José Martí, el más grande de todos los cubanos expresó en 1883: 

• “Ya las Exposiciones no son lugares de paseo. Son avisos: son lecciones enormes y silenciosas: son escuelas.

Pueblo que nada ve en ellas que aprender, no lleva camino de pueblos.”

Si se lee con detenimiento los anteriores pensamientos no debiera quedar duda de la trascendencia para la formación de conciencia, para la formación de valores en los seres humanos de todas las edades que tienen los museos, principalmente los humildes y subestimados museos locales, donde se encuentra reflejada la identidad de la comunidad y su sentido de pertenencia local y nacional. Ese “vino”, no al estilo eurocentrista, sinonuestro.

El museo tiene como principal objeto de estudio el proceso museológico, en su integralidad y evolución. Él desarrollan innumerables e importantes funciones, pero en última instancia, ¿para quésalvaguardamos el patrimonio y el medio ambiente al cual pertenece? Si, es cierto…, para conservarlo, investigarlo, exhibirlo y transmitirlo, tanto el material como el espiritual, para las presentes y futuras generaciones, sí, pero, ¿para qué? ¿Cuál esentonces la función suprema? Pues esta no es otra que la educativa. Y ¿cuál es su esencia?: laformación y el fortalecimiento de la identidad y sus valores.

Entonces, si ello es cierto, es imprescindiblepotenciar al máximo su reconocimiento social, considerar en todo lo que sea posible la asignación de más recursos para hacerlos atractivos, eficientes y eficaces en sus funciones, para preparar al máximo a sus dirigentes y trabajadores, y para que sean a la vez, sin lucrar con el patrimonio, contribuidores económicos locales. 

Es necesario compulsar el mayor encadenamientoposible del sistema para liberar sus fuerzas productivo-educativas, y aprovechar las de las diversas instituciones sociales con las que se puede enriquecer el trabajo, y todo ello ¡es posible y necesario!

De limitaciones y potencialidades se hablará en las siguientes partes.


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