“Solo dentro del arte nada es imposible”
José Lezama Lima
“Me parece que lo que tuvo de particular la Segunda Pragmática fue que no puedo escapar a todo su contexto, tan particularmente dramático. Fue un brutal aterrizaje, un saldo de cuentas con la realidad. El abandono del mesianismo de la inspiración, por la cotidianidad de la transpiración”
Jorge Luis Marrero.
Recientemente fue presentado el libro DUPP (desde una pragmática pedagógica). La experiencia, del reconocido artista René Francisco Rodríguez. El volumen, bajo el sello editorial Artecubano Ediciones, cuenta con una impecable edición a cargo de la especialista Dalia González, quien fungió de coordinadora editorial, un elegante diseño del dúo Pepe Menéndez y Laura Llópiz, la edición de Leonardo Sarría, y su impresión en los talleres de Selvi Artes Gráficas, de Valencia, España, le dan un acabado espléndido.
La presentación ocurrió en el Taller-Studio del artista Wilfredo Prieto, en la desembocadura del río Almendares, amplio espacio (antiguos talleres Chullima) en el que se reunieron unas trescientas o más personas, en su mayoría artistas jóvenes o estudiantes de arte. Un panel integrado por artistas, críticos y exalumnos de DUPP, el grupo que en varias versiones (cuatro por el momento) lideró René Francisco como profesor de la Universidad de las Artes (ISA), dio sus opiniones sobre la obra pedagógica de René Francisco y muchos evocaron gratos momentos de ese magisterio.
El libro, de quinientas seis páginas, cuenta con una introducción del autor y después analiza las cuatro ediciones de la Pragmática Pedagógica (1989-90, 1991-92, 1997-2001 y 2010-12), cierra con una relación de otros eventos asociados a DUPP y una Bibliografía de textos vinculados a la labor de René Francisco y DUPP. Abundante en fotos, copias de notas y cartas, esquemas de enseñanza utilizados, imágenes de obras puntuales, anécdotas, testimonios de los ex DUPP y comentarios y opiniones de artistas cubanos reconocidos, el volumen es un repertorio inigualable de la experiencia magisterial conducida por René Francisco, una bitácora de viaje, un registro impar de esa experiencia formativa.
Participé del panel que comentó el libro esa tarde-noche y expresaré en este texto algunas de las cosas que allí dije, igualmente otras que se manifestaron por los demás integrantes de la mesa. En primer término, subrayé que para todo el universo el arte en Cuba y fuera de nuestras fronteras, René Francisco es considerado, además de uno de los artistas más relevantes de los ochenta del pasado siglo hasta el presente, como un gran profesor, quizá en igual medida su enorme aportación tanto como creador y como formador. Él mismo dice en el prólogo que a inicios de los años noventa del siglo XX entre un grupo de artistas jóvenes, del que formó parte, se produjo “una experiencia lúcidamente extravagante, donde se combinaban la pasión por la historia, la responsabilidad por el presente y el deseo de empujar y explicar lo nuevo. Porque en verdad algo nuevo estaba sucediendo”. Y fue así ciertamente. Esa pasión y responsabilidad (desde la perspectiva de aquellos artistas), fue lo que René Francisco supo trasladar a DUPP. Y es que René apeló a novedosas formas de enseñar, a las obras y el pensamiento de intelectuales de la talla de Octavio Paz, Andre Gide, Paul Claudel, Jorge Luis Borges, José Lezama Lima, Foucault y Umberto Eco, entre otros, los que sirvieron de nortes teóricos y espirituales.
Igualmente, otras experiencias docentes previas nutrieron al profesor René, como las de Flavio Garciandía, Lupe Álvarez, Orlando Tajonera, Osvaldo Sánchez y otros eminentes maestros que enseñaron en el ISA durante años. En ese toma y daca se gestó considerablemente el visceral magisterio de René Francisco desplegado en DUPP. Digo visceral porque los artistas formados en dicha experiencia así lo reconocen, así lo manifestaron en la presentación y también de esa manera se puede leer en el libro. La calle, el aula, las casas, la sociedad pura y dura fueron los lugares en los que se materializó la docencia y la formación. Reconocidos artistas del presente pasaron por las distintas pragmáticas y hoy brillan en el arte contemporáneo internacional. Puedo mencionar solo a algunos pues la lista sería inmensa: Los Carpinteros (Dagoberto Rodríguez, Marcos Castillo y Alexandre Arrechea), Wilfredo Prieto, Carlos Garaicoa, Fernando Rodríguez, Esterio Segura, José Emilio Fuentes (JEFF), Iván y Yoán Capote, Ruslán Torres, Glenda León, entre otros. Ese hecho puede ser la comprobación mayor del éxito de la experiencia de DUPP en sus cuatro pragmáticas.
Estos artistas y otros manifiestan en el libro la esencial y raigal relación docente con el profesor, basada en la anulación de la tradicional relación alumno-profesor (o considerado más extremo, la horizontalidad jerárquica o la “muerte del profesor”), verdadera columna vertebral de DUPP, el anti intelectualismo y el desprecio por algunos hitos y estatuas del arte y de la historia que los caracterizó, la particular relación con las instituciones que en DUPP aprendieron, la búsqueda de la verdad y de la libertad del arte allí practicadas diariamente, a veces en pugna con las opiniones del propio René, porque fue esa una enseñanza democrática permanentemente, una tormenta de ideas perenne que no tuvo fases de sosiego. DUPP fue una experiencia roturadora, iconoclasta, moderna y posmoderna, única en su clase. Contratiempos hubo muchos, el libro hace referencia a algunos y premios y grandes satisfacciones también, como el Premio de la Unesco, en la VII Bienal de La Habana, otorgado por un prestigioso jurado, a partir de la pieza “Uno, dos, tres… probando”.
La experiencia de DUPP sirvió de inspiración a otros grupos docentes que surgieron en el ISA, algo que debe subrayarse en un análisis como este. Es decir, los ex DUPP no solo fueron grandes artistas jóvenes en sus posteriores desempeños creativos, sino que también, algunos, continuaron por otros medios las enseñanzas docentes recibidas del profesor.
Conozco personalmente del desvelo de René Francisco para que el libro saliera a la luz, fue un proceso demorado y no falto de accidentes, pero ya se puede leer y apreciar la colosal empresa formativa que encierra. Si René Francisco posee una gran obra como creador, que ha sido reconocida en todas las latitudes, su trabajo como formador de artistas es sumamente importante y cardinal para el arte y la cultura cubana. De igual a igual.
Este libro forma parte, desde ya, de una de las mayores experiencias docentes de nuestro país (y de otros países), su lectura así lo sugiere, pero, por otra parte, los resultados vivos y latentes están en las obras de decenas de artistas salidos de DUPP, en sus obras y en sus trayectorias está impregnado el magisterio de René Francisco. Es también un documento muy útil para seguir, de manera incomparable, la historia del arte cubano más reciente. En sus páginas encontrará el lector, a partes iguales, esfuerzo, dedicación, aprendizaje, conocimiento, errores, el arte de enseñar y el de aprender el arte, en fin, un caudal de experiencias vividas que hicieron grande la labor de DUPP y de su maestro.
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