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Un libro que hace falta leerlo


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Haydée Santamaría Cuadrado, o mejor, Yeyé, es una vez más invocada. Ediciones Abdala ha puesto en  manos de los lectores un pequeño y bello volumen sobre una figura grande de la historia y la cultura de nuestro país. Son muchos sustantivos —todos positivos— los que definen a esta cubana excepcional. Amigos, familiares, compañeros de trabajo y personalidades dejan en palabras el recuerdo más nítido tras el privilegio de haber escuchado su voz o haber compartido con ella. Yeyé es la heroína,  la Casa, es fuego y luz,  vida,  una flor herida…

Con 231 páginas, Haydée hace falta tu voz se vuelve uno de esos libros que para las nuevas generaciones se hace imprescindible. Puede notarse una cuidadosa edición  de Camilo Pérez Casal, junto al diseño de Natalí Velázquez García y Marla Albo Quintana. Los que desanden sus páginas, conocerán de los homenajes, dedicatorias y testimonios, además de fotos e imágenes de portadas de libros que fueron regaladas a Yeyé; sabrán  por qué esta cubana fue musa de versos, canciones, cuadros, y también, protagonista de entrevistas, artículos y charlas. Porque su vida, tan lacerada, hizo de ella “una flor herida”, pero  dejó un gran perfume impregnado para siempre en los cubanos que la conocieron y en los que una vez descubren quién era esta mujer.

 Y así lo sentirá el lector cuando comience a leerlo. No podrá detener la lectura ante expresiones que denotan total respeto y admiración por quien  “tuvo que luchar tanto para preservar el deseo de vivir, de fundar familia, de proseguir en el empeño de construir un mundo mejor para Cuba y para la América Latina  toda.” Es por eso que se le acercan personalidades como Roberto Fernández Retamar, Alejo Carpentier, Mario Benedetti, Gabriel García Márquez, Marta Rojas, Fina García Marruz y Alicia Alonso, para luego llegar a detalles íntimos como cuando le dedica un libro a Armando Hart, quien fuera por un tiempo compañero de lucha y de vida. Continúan  cartas que le dirige al Che, a sus padres al ser encarcelada siete meses en la cárcel de Guanajay, municipio de la actual provincia de Artemisa (se conserva la celda como en aquel momento),  los días en Casa de Las Américas, lo que cuentan sus amigos cercanos o no, pero quienes inevitablemente, recibieron las mejores señales de esta persona, amante de los girasoles.

Pero Haydée, como nos dice Cintio Vitier en el libro,  “ahora solo es vida”. Sus testimonios denotan distinción, ternura, amor a su familia y, de modo especial, al hermano  torturado y asesinado brutalmente. Logró el diálogo efectivo y  necesario  con los jóvenes y con los que le rodeaban. Ella sabía cómo llegar cuando se trata de contar una historia y de ser muy precisa, atinada ante conflictos, frente a los cuales supo representar la esencia justa y serena de la Revolución cubana en etapas sumamente difíciles. Muy emotivo lo que nos cuenta su propia hija, Celia Hart, al escribir la crónica sobre su visita  a la cárcel donde había estado su madre, o cuando la UNESCO entrega a la Casa de Las Américas, en la persona de Retamar, el Premio Simón Bolívar. Celia nos dice que siempre que la invitaban, tenía la sensación de que junto con ella entraba su madre aunque sabe que ya no será posible…

En el mes de noviembre del recién concluido año 2014, se realizó la presentación de Haydée hace falta tu voz, la cual  estuvo a cargo del Dr. Pedro Pablo Rodríguez. Es muy posible que entre los miles de títulos destinados  a la cercana Feria del Libro, este sea uno de ellos, pues sería una nueva oportunidad para los que no pudieron adquirirlo en aquella primera salida.

De cualquier manera, son tiempos en que la presencia de Yeyé se impone y el contar con sus páginas nos haría más tolerantes y enteramente humanos, tal y como ella le gustaría ser recordada.


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