Representante de la más joven hornada de pintores cubanos, Rolando Fernández Álvarez (Rolo) presentó al público su tercera exposición personal, esta vez en la galería Amelia Peláez, del Hotel Habana Libre, donde permanecerá abierta hasta inicios del próximo mes de octubre.

Siete obras de gran formato elaboradas en técnica mixta integran la muestra titulada Secretos en silencio, la cual da continuidad a una serie que desde el pasado año dedica a abordar aristas de la sexualidad, del erotismo en nuestro país.

Seres andróginos con varias capas de piel, más bien especie de disfraces de una mujer o un travesti, son los que nos propone ahora, en franca alusión a lo que celosamente escondemos de nuestra intimidad.

En un breve encuentro con Cubarte, Rolo explicó que, desde que comenzó a pintar en 2006, buscaba un tema relacionado con su manera de percibir la vida, el cual fuera a su vez interesante, contemporáneo y polémico, sin llegar a ser declaradamente comercial.

El modo en que por estos tiempos se asume la sexualidad en Cuba pareció reunirle todas esas características, por lo que comenzó a adentrarse en él “con obras que impacten al espectador sin  resultarles agresivas y que cualquiera pueda colgar en la sala de su casa”, puntualizó.

Sin más formación profesional que la que recibiera dentro de la especialidad de Pintura Mural, en la Escuela de Restauración de la Oficina del Historiador de la Ciudad, este novel artista revela sus inicios en el cuidado por las texturas y la sobriedad de su paleta.

Esta última piensa violentarla en su próxima exposición personal, prevista para noviembre venidero y en la que, bajo el título de Rojo prohibido,  seguirá abordando el tema de la sexualidad.